Indexación, indexación, gritaban los más gritones del pueblo. Y el mandamás los complació. El anuncio criminal, que es criminal porque literalmente condena a muerte a pensionados y jubilados principalmente, ha llevado el ingreso de cerca de 5 millones de trabajadores a $54 aproximadamente.
En el caso de los trabajadores de la administración pública, quienes han perdido toda conquista de escala salarial mediante diversos mecanismos aplicados, si acaso llegarán ahora a un ingreso de $75 aproximados. Todo esto, sin ningún tipo de incidencia a futuro. Además, esto aplica al sector privado, quienes acompañaron los primeros alaridos por la indexación.
Pero lo que hizo Nicolás Maduro con el entusiasta apoyo irrestricto de los capitalistas del país, es más. No solo se burló de los trabajadores, sino que decretó la muerte de toda conquista elemental del trabajador desde los Mártires de Chicago hasta hoy, a pesar de que la bonificación del salario es contraria a la Carta Magna.
Maduro ha decretado el lunes la desaparición del salario, la esclavización del trabajador venezolano a condiciones de precaria subsistencia como pago por su trabajo, y el exterminio programado de pensionados y jubilados. La incidencia en vacaciones, prestaciones y aguinaldos, ha sido eliminada de la faz del trabajador. Es un genocidio programado, a cuenta gotas, y a través de la supresión casi total de los ingresos reales de la familia venezolana.
Ahora será necesario hablar de ingreso y no de salario, de precaria subsistencia y no de condiciones de vida. Pero vayamos al detalle. A eso nos llevó la exigencia de indexación, encabezada principalmente por los chavistas Pascualina Curcio, Tony Boza y Luis Britto García, prohombres de la hazaña esclavista del chavismo madurista gobernante.
Los datos de la indexación
Maduro decretó el incremento de bonos dolarizados, que representarán ahora el ingreso mínimo mensual, dado que el salario ha desaparecido. Pero ¿qué puede suceder en el tiempo, de acuerdo con lo que sabemos de la tendencia inflacionaria?
Entre 2022 y 2023, el incremento de los precios de los productos en dólares promedio cerró en 52,5 %. Así lo explicó a varios medios, el economista Giorgio Cunto Morales, de Ecoanalítica, el mes pasado. Esto es, el incremento de precios, que es equivalente a la depreciación del poder adquisitivo del ingreso, redujo a menos de la mitad el ingreso promedio de los trabajadores.
Si hubiésemos padecido la indexación decretada ahora, el ingreso de los trabajadores llegaría a menos de $14 en su valor real, si partimos del salario mínimo de $30 establecido a principios de 2022. Pero si contamos esa inflación, que a futuro todo indica que empeorará dada la tendencia a la caída del dólar como moneda fuerte frente a la política monetaria de Europa, China y Rusia, el futuro del ingreso de los venezolanos es espantoso. Tiende a desaparecer.
El ingreso se redujo respecto al año anterior e indica una tendencia bastante probable de pérdida de valor. No es difícil prever que lo decretado se reduzca pronto en poder de compra, a unos $20 en el caso de los viejitos y a unos $30 en el caso de los trabajadores.
Y este criterio criminal de indexación, promovido desde el Gobierno, encontró eco en dirigentes opositores, algunos profesores y trabajadores universitarios, algunos dirigentes magisteriales y los candidatos eternos de la Coalición Sindical. Todo indica que se equivocaron y ojalá lo reconozcan, tal como habíamos previsto en artículos anteriores.
Salario y corrupción
Pero volviendo a los jubilados y pensionados, el monto decretado equivale a una inversión anual de cerca de $3 millardos. Este monto representa una octava parte de lo saqueado por Tareck El Aissami con la complacencia del Gobierno durante todo un año. Ni siquiera se puede decir que el show “anticorrupción” representará un beneficio para los ingresos de los más vulnerables del sector laboral: los viejitos.
Si Maduro hubiese destinado los cerca de $27 millardos de dólares saqueados por sus compinches a los pensionados y jubilados, éstos pudieran recibir durante un año unos $450, cifra cercana a la cesta alimentaria actual. Lejos del Artículo 91 de la Constitución.
Todo indica que se cierran los caminos y a los trabajadores y a los venezolanos no les quedará otra que pensar en salir del Gobierno actual por las vías posibles, si es que quieren alcanzar condiciones dignas de vida y rescatar el salario nuevamente.