≪Amo tanto la vida que estoy dispuesto a morir por ella≫
Kemal Pir
La historia del mundo es la historia de la lucha de clases. Oprimidos versus opresores, cual David y Goliat, aunque los oprimidos parezcan más débiles, la justeza de las ideas, la fuerza y convicción que se tiene de ello, conllevarán al triunfo. Mi amigo de vida repite lo mismo que Karl Marx, al final la humanidad será comunista. Nunca me ha mentido, por tanto, le creo con la certeza de que los análisis correctos nos llevan a esa conclusión. Pero no bastan los análisis es necesario también actuar.
Hoy he recibido noticias de mi territorio en el sur del continente y recuerdos dolorosos me asaltan, sin embargo, tengo la convicción de que por muy grande que sea el monstruo del imperialismo, por muy poderoso que parezca, mi pueblo seguirá combatiendo, como lo hace desde siempre, frenando el avance de los invasores.
Llama poderosamente la atención la similitud con que se actúan y se pronuncian los dueños del poder en los distintos territorios y tiempos. Por ejemplo, en 1921 el juez Webster Thaver declaraba acerca de los trabajadores Sacco y Venzetti, acusados injustamente de robo y asesinato: «Este hombre, aunque no haya en realidad cometido ninguno de los crímenes que se le atribuyen, es sin duda culpable, porque es un enemigo de nuestras instituciones». Ambos trabajadores fueron asesinados por electrocución en 1927, siendo inocentes.
En Venezuela Tarek Williams, otrora defensor de DDHH, hoy convertido en verdugo de la dictadura, ordena encerrar a seis luchadores sociales, dirigentes sindicales y defensores de los derechos humanos, por delitos no cometidos y sin ninguna prueba. Para justificar esa aberración muestra un celular en un programa de televisión y dice que dejan huellas.
En Chile ocurre un hecho similar, recientemente, Ignacio Sapiain, abogado del Ministerio del Interior, solicita el encarcelamiento de Héctor Llaitul, dirigente mapuche, señalando en la audiencia de formalización de cargos lo siguiente: “No estamos imputándole la autoría o participación en esos delitos. Lo que estamos diciendo es que su doctrina manifestada está generando una efervescencia que ni él mismo puede controlar”. En concreto, la Fiscalía presentó como medios de prueba de sus acusaciones una serie de declaraciones de Héctor Llaitul. El Tribunal que decretó su prisión preventiva lo hizo acusándolo de 5 hechos: 3 declaraciones públicas suyas y 2 participaciones en recuperaciones de fundos.
¿Qué es lo que une estos tres hechos, en diferentes tiempos y territorios? Los trabajadores anarquistas italianos rechazaban la represión desatada en contra de los obreros que se manifestaban en huelgas. Luchaban contra las precarias condiciones de vida en que se encontraba la clase obrera. Mientras en la actualidad, en Venezuela, Alcides Bracho, Reynaldo Cortés, Alonso Meléndez, luchadores sociales y militantes revolucionarios, junto a Gabriel Blanco y Emilio Negrín, sindicalistas, todos defensores de los derechos humanos, luchaban y luchan contra la política neoliberal que aplica Maduro contra los trabajadores y el pueblo en general.
En Chile Héctor Llaitul, mapuche, uno de los fundadores de Coordinadora Arauco Malleco (CAM), siempre ha estado luchando por la autonomía que ha sido arrebatada al pueblo mapuche. Junto a él se encuentran otros presos mapuches de los cuales 11 se encuentran actualmente en huelgas de hambre. Todos ellos acusados de terrorismo por luchar y recuperar territorios usurpados por el Estado Chileno y los grandes latifundistas. Queda al descubierto la verdadera cara de un gobierno que no tiene nada de progresista ni de izquierda, sino que es otro guardián de los intereses de los grandes grupos económicos chilenos y extranjeros, sumisos ante el imperialismo chino y estadounidense que saquean el territorio nacional y a wallamapu.
Observo un hilo conductor de los trabajadores y pueblos originarios, que se oponen al imperialismo y los gobiernos de turno, que buscan crear las mejores condiciones para que sus amos imperialistas depreden los territorios nacionales. Fácil es darse cuenta que la contradicción principal es entonces el de la clase obrera y el capital.
¿Con que armas se le oponen? He ahí mi reflexión. Recuerdo los años de la década del 70. En 1976 Kieran Nugent, inició la protesta de las mantas, que consistió en que los prisioneros del IRA y los del Ejercito Irlandés de Liberación Nacional se negaron a vestir ropas de presidiarios, permaneciendo desnudos o cubiertos con ropas hechas de mantas de la cárcel. Exigían su estatus de presos políticos.
Luego en 1980, presos republicanos inician una huelga de hambre en la prisión de Maze. El grupo estaba formado por los miembros del IRA: Brendan Hughes, Tommy McKearney, Raymond McCartney, Tom McFeeley, Sean Mackenna, Leo Green y John Nixon. En diciembre tres mujeres prisioneras se les unen en la huelga de hambre. Sean McKenna entraba y salía del coma, al borde la muerte. El gobierno finalmente cedió a las cinco demandas. Luego de 53 días levantan la huelga.
Luego en el año 1981, el gobierno británico con Margaret Tacher no cumplió con las 5 demandas, por lo que los huelguistas comenzaron una nueva huelga de hambre. Bobby Sand, oficial al mando del IRA en prisión empieza la huelga. 10.000 manifestante en Belfast apoyaban desde afuera la huelga de hambre. Representantes del papa Juan Pablo II, de la Comisión Europea de los Derechos Humanos se pronunciaron a favor de las demandas de los huelguistas. Sand había sido electo diputado estando en la cárcel, sin embargo, el Secretario de Estado para Irlanda del Norte declaró: «Si Mr. Sands persiste en su deseo de suicidarse, esa es su elección. El gobierno no forzará la aplicación de tratamiento médico». Bobby Sand, muere el 21 de mayo de 1981, a los 40 años, luego de 66 días de huelga de hambre.
En Chile el pueblo mapuche sin más armas que su propio cuerpo, también han realizado huelgas de hambre que han durado varios meses, similar método de lucha realizado durante la dictadura de Pinochet por los presos políticos.
¿Qué lleva a estos luchadores a exponer su vida por obtener algún tipo de beneficio? La respuesta la tiene Kemal Pir, prisionero del Partido de los Trabajadores del Kurdistan (PKK): ≪Amo tanto la vida que estoy dispuesto a morir por ella≫
Mazlum Doğan, empezó la resistencia carcelaria el día de Newroz de 1982 encendiendo tres fósforos, y quitándose la vida con el mensaje «Rendirse es traición, la resistencia trae la victoria». Las condiciones prisión de Diyarbakir, donde los prisioneros eran torturados, con violencia sexual, violación, terror psicológico, palizas, electrochoques y ser forzados a comer excrementos de perro, el Estado trataba de quebrar la resistencia de los prisioneros revolucionarios.
Pir murió en el día 55 de ayuno después de perder la vista, tenía 30 años. Hasta el día de hoy, se le honra como la encarnación del espíritu radical e internacionalista del movimiento y como un puente para los pueblos turco y kurdo en lucha. Sakine Cansız, fue la mujer que se les unió en las protestas, sus compañeros describen como el «espíritu de la resistencia carcelaria de Diyarbakir».
Cualquier parecido con la realidad venezolana, según el reciente informe de la Misión de Verificación de Hechos de la ONU, es digno de considerar.
Después de saber todo lo relatado, le pregunto a usted lector de estas palabras: Si el imperialismo se une en sus formas de apropiarse del trabajo de la clase obrera y de los territorios de donde sacan materias primas en las mejores condiciones del mercado, ¿que falta para que los oprimidos del mundo nos quitemos las gríngolas?
Soy de la opinión que la célebre frase de ¡TRABAJADORES DEL MUNDO, UNIOS! debe ser llevada a la concreción. ¿Qué más debe suceder para que las luchas de los oprimidos del mundo, de los despojados de todo, observen la realidad y actúen?
¿Qué más debe suceder para que las luchas de los trabajadores venezolanos, den un salto cualitativo y miren un poco más allá de lo reivindicativo?
¡¡El internacionalismo proletario nos liberará!!