Este concepto de conciencia de clase, derivado del concepto de luchas de clases, desde que fue establecido por Carlos Marx, ha sido atacado con diferentes métodos, que van desde los filosóficos, desde el revisionismo, reformismo, posmodernismo, entre otros, pasando también por los explotadores y opresores de los trabajadores para mantenerlos en la ignorancia y convertirlos en simples repetidores de mentiras que solo le temen al marxismo, porque así se lo han enseñado sus explotadores y opresores. Hablan de algo que no han leído y opinan sobre algo que no conocen.

Este concepto en buena parte de la sociedad genera un rechazo por las razones diversas. De esa manera se limita o se impide el estudio y el debate necesario para conocer y entender en todo su contexto su real y verdadero propósito de la lucha de clases.

La conciencia de clase es fundamental para todos los Marxistas Leninistas ya que es la base de muchas de sus propuestas en lo filosófico e ideológico, y de allí el ataque a ese concepto por parte de los revisionista, reformistas, liberales o capitalistas.

La conciencia de clase permite a los explotados y oprimidos entender con precisión y claridad quién es quién en esta sociedad con valores y principios capitalistas, quiénes son sus iguales, por qué lo son, en dónde están y cuántos son.

Para algunos, esto es una visión o interpretación mecanicista, reduccionista o lineal de la sociedad moderna. Pero no, lo que es, es una visión científica y real de la sociedad, en donde unos pocos se quedan con la riqueza que los obreros generan.

Este asunto no es un problema o una lucha entre blancos o negros, entre hombres o mujeres, entre cristianos o musulmanes, no. Este es un problema o una lucha entre unos cuantos que poseen o son dueños de los medios de producción y la mayoría de la humanidad que no somos dueños de los medios de producción.

Esto de la lucha de clases no comenzó con Carlos Marx o Lenin. La lucha tiene sus orígenes desde el principio de la humanidad o de la civilización, desde que es ser humano tuvo la capacidad de apropiarse del trabajo de otros seres vivos que generaban riqueza, y comenzó a explotar al otro ser vivo, animal o ser humano, para su beneficio personal.

El Manifiesto Comunista señala lo siguiente: «La historia de toda sociedad hasta nuestros días no ha sido sino la historia de las luchas de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, nobles y siervos, maestros jurados y compañeros; en una palabra, opresores y oprimidos, en lucha constante, mantuvieron una guerra ininterrumpida, ya abierta, ya disimulada; una guerra que termina siempre, bien por una transformación revolucionaria de la sociedad, bien por la destrucción de las dos clases antagónicas.

«En las primitivas épocas históricas comprobamos por todas partes una división jerárquica de la sociedad, una escala gradual de condiciones sociales. En la antigua Roma hallamos patricios, caballeros, plebeyos y esclavos; en la Edad Media, señores, vasallos, maestros, compañeros y siervos, y en cada una de estas clases gradaciones particulares.

«La sociedad burguesa moderna, levantada sobre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido los antagonismos de clases. No ha hecho sino sustituir con nuevas clases a las antiguas, con nuevas condiciones de opresión, con nuevas formas de lucha.

«Sin embargo, el carácter distintivo de nuestra época, de la época de la burguesía, es haber simplificado los antagonismos de clases. La sociedad se divide cada vez más en dos grandes campos opuestos, en dos clases enemigas: la burguesía y el proletariado.»

Esto deja en claro que la explotación y la opresión no son asuntos nuevos para la humanidad. La lucha de clases tampoco es algo nuevo para la humanidad, lo que sucede es que en los principios de la civilización, las luchas de los explotados y oprimidos tenían una limitante, la falta de conciencia de clases oprimida.

En los principios de la sociedad las luchas eran más por un cambio de amos a nuevos amos, las tribus que después fueron evolucionando a pueblos y después a ciudades, sus habitantes o pobladores luchaban por mejorar sus vidas cambiando un rey por otro y de una religión por otra religión, creyendo que con eso sus vidas iban a cambiar. Esa luchas se les llamaba revueltas, alzamientos y rebeliones y fue así por miles de años, hasta el 5 de mayo de 1789, donde el pueblo convirtió esas revueltas y rebeliones en un hecho revolucionario, ya que por primera vez no pedían un cambio de rey ni de religión, pedían y lograron la abolición del rey y la religión. Esto marcó un antes y un después en la lucha de clases en todo el mundo. Años después, Marx analizó la Comuna de París, que también dejó una importante enseñanza; un 8 de marzo de 1917 comienza la revolución en Rusia, en donde la lucha de clases fue el gran motor.

Ahora, quiénes son los dueños de los medios de producción y quienes son sus trabajadores.

Los dueños de los medios de producción en estos últimos 100 años han sido muy variados, pero el propósito ha sido el mismo en el fondo: apropiarse de la riqueza que genera el obrero en las fábricas. Los dueños de los medios de producción van desde el tradicional capitalista, la gran burguesía, corporaciones, el imperialismo, hasta algunos gobiernos o Estados en el mundo que se apropian de los medios de producción, ejemplo China, Cuba, Venezuela, Irán, Corea del norte, en fin, pero el propósito es el mismo, apropiarse o arrebatarle la riqueza a la clase obrera.

En la única parte del mundo en la que los obreros fueron dueños de los medios de producción fue en la URSS desde 1917 hasta el inicio de los años 50, cuando el revisionismo y el reformismo se instaló en la URSS y se restaura el capitalismo.

Quiénes son los trabajadores o los proletarios, pues la mayoría, más del 97% de la población del mundo, somos los que movemos el mundo y somos también quienes lo podemos parar, esto fue más evidente que nunca en este 2020 que acaba de terminar, donde la pandemia demostró que es el obrero quien genera la riqueza y no el capitalista. El capitalista que siempre aseguraba que era él, el que generaba la riqueza, que el obrero no era necesario, hoy los vemos suplicando por que los obreros trabajen para poder generar ganancias.

Los trabajadores somos la mayoría sin duda alguna. Los explotadores y opresores con sus colaboracionistas nos han separado y clasificado en supuestos grupos sociales que esconde o mimetiza la realidad económica y política en la que estamos, y que pretenden que siga igual para su beneficio.

Para los Marxista Leninista los trabajadores se dividen en trabajadores productivos que son los que generan la riqueza, y los improductivos los cuales no generan riquezas pero brindan servicios. Los trabajadores o proletarios que transformen o modifiquen de una manera u otra las riquezas naturales para el consumo humano, generan la riqueza junto a todos los que modifiquen el ambiente para lograr ese proceso.

Ejemplo: quienes trabajen en los campos petroleros, en las minas, en los hornos de fundición, en las fábricas de carros o computadoras o en la construcción, en el campo entre otros.

¿Cuáles son los trabajadores no productivos? los educadores, los médicos, los conductores del metro, los que trabajan en las oficinas, entre otros.

Esto no implica que unos sean más o menos importantes en el desarrollo de la sociedad, solo que en una parte de los trabajadores recae la generación de la riqueza, que es la que mueve a toda la sociedad.

Teniendo esto en claro, podemos asegurar que los trabajadores somos la mayoría de la población y que esas divisiones que nos han impuesto son solo distracciones para que no veamos el verdadero problema y quién lo genera. En la sociedad actual dominante y hegemónica solo existen dos clases sociales, las que poseen los medios de producción y quienes vendemos nuestra fuerza de trabajo para poder sobrevivir y en el medio de toda esa realidad, hay oportunistas, vividores, intermediarios, mercaderes, payasos, tecnócratas, artistas, politiqueros, magos y brujos que no les interesa que esta realidad cambie, por que al igual que los capitalista ellos viven bien, aunque algunos apenas de las migajas que deja el capitalista cuando se apropia del trabajo de la clase obrera.

Entre esas distracciones que nos han inducido por décadas a través de las estructuras creadas por los explotadores y opresores para mantenerse en el poder, se encuentra una corriente del pensamiento en amplios sectores populares de que pertenecen o son de la clase media.

Cuando Karl Marx escribía El Capital, la llamada clase media era un grupo reducido de no mucha importancia, cuya posible relevancia Marx explora someramente. La clase media se da a conocer como segmento social en el siglo XVIII, cuando la burguesía está en efervescencia. La clase media en su mayoría viene de la monarquía tradicional de Europa y ve en el comercio, los negocios, la economía de la circulación y distribución su espacio natural y hegemónico. Aprovechan las riquezas heredadas de la monarquía para apuntalar su control y hegemonía en el incipiente modo de relaciones sociales que están creando –capitalismo–. Esto se fortalece con la revolución industrial de principios de los años 1775 al 1890, en donde esa llamada clase media se va convirtiendo o pasando de una pequeña burguesía a una gran burguesía y a grandes corporaciones, que en su mayoría todavía existentes.

Esta clase media da otro salto importante al finalizar la segunda guerra mundial, y con eso consolida su hegemonía o control de la economía mundial, que Lenin define en su escrito «imperialismo, fase superior del capitalismo». Para este momento ya estamos sumergidos en la llamada Guerra Fría entre EEUU y la URSS, y una de las formas que vio el capitalismo para detener el avance del socialismo y el comunismo fue el impulsar la creencia en los trabajadores o las masas de que todos algún día podrían ser parte de esa historia, trabajando y ahorrando dejarían la pobreza y pasarían a ser de la clase media, y después a la gran burguesía. Esa creencia está muy arraigada en la sociedad ya que las estructuras creadas para difundir y naturalizar esa creencia no han parado de difundir eso en todos los espacios: Cine, Música, Noticias, Libros, Prensa, Tv. Pero la realidad es otra.

¿Ahora, qué determina a la clase media del 2000? eso varía según el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas de cada país, pero en general es un sector reducido de la sociedad que no necesita trabajar para poder vivir y se dan algunos lujos o privilegios, que los hacen sentir o creer que están cerca o son parte de la gran burguesía. Este sector de la clase media posee o tiene algunos negocios, empresas, o bienes como casas, locales o edificios que le dan un soporte económico superior a la mayoría, pero que al meterle la lupa se nota que no tienen la fuerza económica suficiente para soportar un avance de la gran burguesía, de los monopolios y oligopolios amparados desde el neoliberalismo de los años 80.

Otro grupo de la sociedad que se considera de la clase media, son personas que por su trabajo reciben un salario o sueldo superior al resto de los trabajadores, como los que trabajan en los hornos de fundición del aluminio, los que trabajan en los campos petroleros, algunos médicos o científicos, otros educadores por su amplio conocimiento, algunos deportistas o artistas famosos y otros trabajos que por su peligrosidad o especialización el pago es alto en comparación al de todos los demás. Pero fíjense que todas estas personas tienen algo en común: cobran por un trabajo realizado, o sea que son empleados por otra persona, no son independientes; si no trabajan, no sobreviven.

Si por alguna razón estas personas pierden su trabajo, por enfermedad, por alguna lesión, por la edad, por reducción de personal, en fin, de qué van a vivir.

Si necesitas trabajar para poder sobrevivir tu eres de la clase trabajadora, seas médico, barrendero, mecánico, chofer, bombero, educador, ingeniero, periodista, oficinista, campesino, en fin, esta es la realidad de la mayoría de la humanidad y conocer esa realidad es parte de la conciencia de clases y la lucha de clases, que nos permitirá cambiar esta realidad.

Para que esta lucha por la conciencia de clase se de con éxito, es necesario ir más allá de lo que aquí he expresado. La conciencia de clases requiere de una serie de conocimientos sólidos y claros, ya que los capitalistas y sus colaboracionistas no se detendrán ni un segundo para descalificar o distorsionar el concepto de la conciencia de clases y la lucha de clases. Cosas como el hombre alienado, la estructura y superestructura, la teoría del valor, la división del trabajo, el fetichismo de la mercancía, son algunas categorías que se deben manejar para defender con argumentos científicos la categoría y la inevitable lucha de clases.

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