Vivimos inmersos en un mundo que pensamos real, pero lastimosamente, hemos cambiado el contacto personal con otros seres humanos, reemplazándolo por un mundo virtual. Ajeno. Divorciándonos cada vez más de la riqueza de las imperfecciones que muestran las personas. Preferimos ver las selfis, ya editadas con diferentes programas tecnológicos.

Observo que eso que ocurre a nivel individual, también ocurre en lo colectivo. Cada vez más los dirigentes políticos, religiosos o de cualquier movimiento, se alejan más de las masas o colectivos a quienes dicen representar. Son pocos los que llegan hasta las personas y escuchan sus problemas. Discutiendo con ellas posibles soluciones.

Lo que para una inmensa mayoría es muy importante, para otros ni siquiera existe en su listado de prioridades. Parecido a la situación que se da cuando una se enamora sola. Se vive y se muere por esa persona especial y esa personita ni siquiera se percató de que una existe. Así estamos, en este dichoso mundo. Hasta aquí no sería tan grave. La cosa se pone terrible cuando los que asumen la representatividad de un pueblo, de una clase social, ya sea a través de un partido político, sindicato o gremio no defienden los intereses colectivos. Nunca ocurre con los representantes de los poderosos, de los dueños de grandes empresas, bancos, consorcios, o pertenecen al estrato de las Fuerzas Armadas del país.

Esa diferencia es vital, pues los representantes de los dueños del país tienen muy claro que deben agachar la cabeza, genuflexos ante el poder. Prosternación total ante la clase dominante, así poder servirle de la mejor manera y obtener sus dádivas.

La cuestión se pone fea cuando los partidos políticos, que dicen representar a la clase trabajadora, a los nadie de Galeano, se alejan de sus supuestos representados. Se genera un diálogo donde ninguno escucha al otro. ¿A qué se debe esta situación? Si supuestamente son sus representantes ¿Deberían estar en sintonía?  La respuesta es fácil deducirla, realmente no representan los intereses de los nadie, de los desposeídos, de los trabajadores.

En su discurso dicen que defienden sus intereses, pero no es así. Basta con mirar el listado de partidos políticos inscritos y reconocidos por el Consejo Nacional Electoral, son muchos: todos representantes de los trabajadores. Usted ¿lo cree estimado lector?

¿Cuántos de ellos se ha pronunciado de forma categórica y contundente por la defensa de los salarios y demás derechos laborales? ¿Cuántos han salido a protestar por el encarcelamiento de los dirigentes sindicales y defensores de los DDHH?

Bien lo decía Marx en la Miseria de la Filosofía, las condiciones económicas transformaron primero a la masa de la población del país en trabajadores. La dominación del capital ha creado a esta masa una situación común, intereses comunes. Así pues, esta masa es ya una clase con respecto al capital, pero aún no es una clase para sí. En la lucha […] esta masa se une, se constituye como clase para sí. Los intereses que defiende se convierten en intereses de clase. Pero la lucha de clase contra clase es una lucha política.

De esta cita podemos inferir que ningún partido de los autoproclamados representantes de los trabajadores, se han pronunciado en forma contundente por los intereses de los desposeídos. Mucho menos lo han hecho por la liberación de los sindicalistas presos y demás presos políticos. Tal parece que esa dirigencia va hacia un lado y los dirigidos van en dirección opuesta. Mientras, los trabajadores, activos y jubilados, continúan articulando sus luchas, uniendo voluntades. Se organizan cada día con mayor fuerza por la defensa de sus reivindicaciones laborales. Solo falta un poquito más, para dar el salto cualitativo que los constituya en una clase para sí, transformando sus peticiones económicas reivindicativas, en una petición política.

En esta situación parece que se encuentran quienes representan a la oposición en la M esa de Negociaciones en México. Tuve la oportunidad de leer el primer acuerdo, en donde se habla del seguimiento de lo acordado, de la liberación de dinero venezolano que sería administrado por las Naciones Unidas. Sobre los presos políticos, sobre una amnistía para ellos nada se dice. Los personeros negociadores permanecen silentes ante esta situación, que aflige a un gran número de familias venezolanas, y que sería una evidente muestra de buena voluntad conseguir su liberación.

¿Saben ustedes cuánto cuesta mantener a un preso político en Venezuela?

Primero debe pagar para entrar a las visitas. Debe llevarles el agua y las comidas, cada vez debe volver a pagar. SI quiere que estén en una celda medianamente más cómodos, un poco menos hacinados, es decir que convivan entre 14 y 20 personas en una celda de tamaño minúsculo, hablamos de aproximadamente de 9 metros cuadrados. Debe pagar mucho más. Debe decirse que no todos los que permanecen en esas celdas pueden estirarse para dormir, algunos deben dormir parados apoyados en la pared, otros afortunados pueden colgar hamacas sobre los que duermen en el suelo. La situación es muy precaria y para todo deben cancelar una cuota adicional. Los que no tienen recursos permanecen sobreviviendo de la solidaridad de otros presos. No, no es fácil la situación en que viven. Súmele a eso que el gobierno se niega a darles el estatuto de presos políticos, de esa manera mantiene a los acusados de terrorismo en las mismas celdas y condiciones que los presos comunes. En estos casos terrorismo se refiere al hecho de haber asistido y convocado a una marcha por la defensa de los salarios. A la defensa de DDHH. En fin, cualquier excusa para mantenerlos encerrados es válida.

Tal pareciera que a los negociadores les interesa más concentrarse en elecciones presidenciales, que la vida de los luchadores, que han dado gran parte de su existencia para lograr precisamente que estos diálogos se concreten.

¿Qué deberían ofrecernos quienes aspiran a presentarse de candidatos en unas primarias?

La única manera de confiar en ellos sería poder tener en nuestras manos un programa mínimo, entre cuyas demandas se encuentre la libertad de todos los presos políticos. Que las elecciones se realicen siguiendo las orientaciones de las Naciones Unidas, a saber, que las disposiciones legales relativas a las cualificaciones de las personas candidatas, sean claras y promuevan la participación de la más amplia diversidad de la población posible, y que,

como mínimo, el marco jurídico electoral no sea discriminatorio. El derecho a presentarse a las elecciones solo puede estar sujeto a restricciones objetivas, razonables y no discriminatorias, como la fijación de una edad mínima También es importante asegurar que las personas candidatas, no tengan restricciones irrazonables para participar o hacer campaña. Que se respete la libertad de expresión, reuniones y asociaciones. Otra cosa importante es la libertad de circulación.

A mi modo de ver se debe exigir que las personas candidatas demuestren claramente que no se busca un simple recambio de personeros en el gobierno, sino que se apunte a un cambio de régimen, que asegure a los venezolanos, una reactivación de la economía, reivindicando la independencia y la soberanía frente a los imperialismos ruso, chino y estadounidense. Un programa que asegure que las riquezas de Venezuela serán para los venezolanos, que habrá salarios dignos, salud educación y otros servicios que apuesten a mejorar la calidad de vida de todos los habitantes.

Ubuntu, es una palabra que viene del pueblo zulu. Su significado es humanidad hacia los otros, o yo soy porque todos somos. Una persona Ubuntu, busca la generosidad, solidaridad y compasión. Trabajando para que sus acciones traigan bienestar a la comunidad. Me parece muy bello. Se parece mucho a las enseñanzas de mi pueblo mapuche.

A propósito de los mapuches, mi pueblo todavía practica el comunismo primitivo. De allí viene mi convicción comunista y luego aprendí la teoría marxista. Soy comunista porque lo llevo en mi ADN. Por eso estoy segura de que lo que se vive en Venezuela nunca ha sido comunismo, ni socialismo, es un engendro llamado socialismo del siglo XXI donde ninguna de los principios comunistas se cumple. Es como una sombra que desdibuja la realidad. Me duele cuando las personas critican el régimen diciendo que así son los comunistas. Se equivocan, sé que deberé vivir con esa equivocación por ignorancia de quienes critican al comunismo. Tendré que trabajar el doble para demostrarles su equivocación.

Recuerdo a Nelson Mandela en una entrevista cuando dijo al salir de la cárcel que tenía dos caminos, Uno era el del odio y la venganza y el otro era el de la reconstrucción de la nación sudafricana. Él sabía que el primer camino solo lo llevaría a más de lo mismo, no dejando recobrar la paz para su pueblo. Escogió el segundo camino Ubuntu, el de la generosidad, solidaridad y compasión.

Por ese les digo amigos lectores. Ubuntu para salir con la fuerza y empuje de todos, de una situación caótica y conquistar una Venezuela digna, prospera y en paz.

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