En su 53 aniversario, Bandera Roja saluda al pueblo venezolano. Reiteramos nuestra clara disposición de combatir a su lado en todas sus luchas. Cuenten siempre con nosotros. Nosotros confiamos, sin dudar ni un momento, en la valentía, resistencia y capacidad de este pueblo para construir fuerza y esperanza y de ello ha dado renovadas muestras.

Es duro y difícil el momento que vive nuestra sociedad. La crisis golpea sin misericordia a la mayoría nacional. Las mentiras pregonadas sobre la recuperación nacional quedan al descubierto con el brutal aumento del costo de la vida, en un proceso que amenaza de nuevo con la hiperinflación. La devaluación del bolívar y la caída del salario real sitúan a los trabajadores en condiciones de indigencia.

El cuadro es terrible. La miseria y la hambruna impulsan a la gente a la protesta, como debe ser. La rendición no es opción, tampoco la resignación. No debemos dar espacio al colaboracionismo, la complicidad y la traición. No hay otro camino que la lucha, en todas las formas que se nos presente, en todos los espacios donde sea posible.

No habrá solución a la crisis sin un cambio político. Venezuela necesita un nuevo liderazgo, reinstitucionalización y plena vigencia de la Constitución nacional. El país que ha sido devastado necesita reconstruirse y esto no lo harán los causantes de esta catástrofe nacional. Ésa es la gran tarea que tenemos presente. Ayudarán a lograrla todas las acciones que enfrenten las políticas antinacionales, antidemocráticas y empobrecedoras.

Las luchas por salarios y pensiones justas, con base en el artículo 91 constitucional, son una muestra de cómo —en medio de la adversidad, de la división del movimiento sindical y gremial, y de las divergencias entre las fuerzas opositoras— se pueden lograr acuerdos para luchas comunes. Contribuye a esto la formación de organizaciones de trabajadores de base y la disposición firme de luchar. Un nuevo auge del movimiento de masas está comenzando. Ésta es una circunstancia que no puede desaprovecharse.

Corresponde al liderazgo gremial, sindical y político establecer una orientación correcta. Es clave mantener el ritmo de la lucha: no quedarse rezagado, pero tampoco adelantarse y desligarse del grueso del movimiento. Hay que enfrentar las acciones aventureras y derrotistas. Es posible obtener victorias parciales, y para ello es preciso la intensificación de la presión en la lucha.

Obligados estamos a mejorar la unidad y la organización. Hay que precisar los objetivos. El sectarismo y las pretensiones hegemonicistas no contribuyen en nada a la buena suerte del movimiento. La antipolítica no debería tener cabida en una lucha que es de por sí política: tiene carácter nacional, une una amplia gama de sectores, enfrenta políticas gubernamentales y reclama políticas públicas. Pero hay sectores interesados en debilitar el movimiento y restarle capacidad para ampliar alianzas y apoyos.

Esta lucha por salarios y pensiones dignas tiene que ligarse al enfrentamiento a la represión y a la conquista de libertades políticas. Reclamamos elecciones libres, democráticas y competitivas, y una victoria electoral será de significativa importancia en estas condiciones. Nos encaminará a dejar atrás está horrible pesadilla.

En 53 años de vida y de lucha, Bandera Roja ha transitado múltiples y variadas circunstancias, siempre en la búsqueda de la transformación de nuestro país hacia espacios más elevados de libertad y felicidad. Centenares de hombres y mujeres han dado lo mejor de sí, incluso su vida, en la conquista de un mundo mejor para el pueblo venezolano. Nuestra enseña de pelea ha sido la superación de las atrocidades, injusticias e iniquidades de regímenes —ya sea dictadura abierta, democracia militarizada o incluso el autocalificado “socialista del siglo XXI”— que constriñen el avance y el progreso humano.

No es cualquier cosa lo que hemos avanzado en la recuperación de la capacidad de lucha del movimiento popular, en su organización y en la ampliación de aliados. Pero sigue siendo una tarea que requiere de denodados esfuerzos para realizarla a plenitud. Elevar la conciencia de los cambios que reclama nuestro país requiere levantar una esperanza que satisfaga los deseos y anhelos de un pueblo y una nación que han sido llevados al extremo de la ruindad y la miseria. Nos corresponde seguir animando ese espíritu de lucha por un cambio verdadero, con la convicción de que nos merecemos una Venezuela libre, de progreso y bienestar.

¡Solo el pueblo salva al pueblo!
¡Unidad y lucha por la Democracia Popular!

Dirección Nacional
Bandera Roja (resistencia)
20 de enero de 2023

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