Como dice la letra de la canción interpretada por Amanda Miguel, nos mintieron. Los iluminados, el mesías y su delfín. Ellos decían una y otra vez que todo lo hacían por amor al pueblo. Nos mintieron. Hoy el velo de Maya (ilusión que oculta la realidad, engañando a las personas, haciéndoles creer que viven en una una realidad inexistente) se cae y nos deja ver las cosas tal cual son: vivimos el más feroz neoliberalismo que se haya implantado en Venezuela. Ni siquiera los partidos del bipartidismo lo pudieron lograr. Bastó una verborrea con palabras de justicia social, de equidad, de amor al pueblo y el éste sucumbió ante la estafa. Lo engañaron igual que a las mujeres que son golpeadas por sus parejas. Lamentable.

Hoy nos encontramos con un país en ruinas. Empresas como PDVSA están en niveles de producción muy bajos, segun expertos en la materia. Los trabajadores petroleros denuncian que sus salarios no les alcanza para nada ante la constante devaluación de la moneda. Además, ya no tienen seguro HCM, ni prestaciones sociales. «Nada, nada, ya no queda amor ni queda nada», como decía Juan Gabriel.

Los salarios se desvanecieron, como en un acto de magia nunca visto. Bonificaron los ingresos, pues los bonoS no tienen incidencia en las prestaciones sociales.

Desde las filas del oficialismo hablan del salario social. Afirman sin empacho que las vías de comunicación, los servicios básicos, los programa sociales, la salud, la educación y otros derechos que paga el pueblo con impuestos, serían parte del salario. Tamaña desfachatez.

«Él me mintió
Él me dijo que me amaba, y no era verdad
Él me mintió
No me amaba, nunca me amó».

El fantasma de la ONAPRE sigue robando a los trabajadores. Otro acto de magia, pues según el TSJ, el instructivo de la ONAPRE no existe.

Los trabajadores se movilizan y articulan sus luchas para defender el salario y otras conquistas arrebatadas por el régimen. Nos decía el mesías: El neoliberalismo es el camino que conduce al infierno. ¡Él nos mintió! Desde 1998 aplican una política económica neoliberal, que empobrece a las mayorías y entrega nuestro país a intereses foráneos.

Estamos sometidos bajo la bota militar. 13 de los Ministros del actual gobierno son militares, hay que sumarle al Jefe del Gobierno del territorio insular y al presidente de PDVSA.

Desde la Secretaría de la Vicepresidencia, en la presentación del Presupuesto Nacional para 2023, indican que la fuerza laboral de la administración central es de 364.625 docentes, 42.489 médicos y 4.441.258 militares, es decir, el 80,61% de la fuerza laboral en la administración pública corresponde al sector castrense.

Otro dato importante a considerar es que, del total del presupuesto, al poder legislativo se le asigna un 0,09%, al poder judicial un 0,57%, al poder electoral un 0,10%, al poder ciudadano un 0,35%, mientras que al poder ejecutivo se le asigna un 98, 43 %. Así lo ha ordenado Nicolás Maduro.

Los gobiernos autoritarios y las dictaduras asumen miles de formas y colores para camuflarse y engañar a los pueblos. Nos están birlando todas las conquistas obtenidas con sangre, sudor y lágrimas del pueblo. El neoliberalismo avanza aceleradamente y sin pausa. Se vale de todo.

Veamos como trata el chavismo a la educación superior venezolana.

La universidad es el espacio donde las diversas facultades entran en diálogo para llegar a una comprensión más profunda de lo que es el ser humano, de su sentido en este mundo, de su función en la sociedad y de su fin trascendente. La condición para llevar a cabo estas funciones académicas es la libertad. Por tanto. solo a través de su autonomía se puede lograr.

La UCV fue creada en diciembre de 1721, la Universidad de Carabobo en noviembre de 1892, en octubre de 1953 fue creada la Universidad Católica y la Simón Bolívar en julio de 1967. Todas ellas han aportado para el desarrollo del país. ¿Qué ha ocurrido con las universidades desde que Chávez asumiera el poder?
Vemos con estupor que año tras año, las universidades son ahogadas con recortes presupuestarios, dificultando así su funcionamiento. El cerco presupuestario ha sido sistemático, continuo y permanente a lo largo de los años de este régimen. Peor que en tiempos del bipartidismo. El chavismo ha destruido a las universidades que no se doblegan ante su falso socialismo.

La actual rectora de la UCV dice: Los presupuestos de 2020 y 2021 fueron aprobados por la AN, pero nunca nos lo entregaron, por eso no hay gastos de funcionamiento, de servicios básicos, no hubo nada, nada. Las facultades tampoco fueron atendidas. Los gastos nunca fueron consignados a la UCV. Nada se hace con maquillar fachadas y desmalezar las áreas verdes de la UCV si no hay recuros para las funciones de docencia, investigación y extención.

Veamos cuánto ha gastado el régimen intentando echar adelante nuevas universidades que le sean obedientes. Es decir, una especie de escuelas de formación de cuadros políticos del chavismo, contrario a lo que debe ser una universidad: un espacio donde se discuten las diversas filosofías e ideologías, donde la ciencia hace aportes para el país.

Una investigación publicada en el diario digital El Pitazo, dice los siguiente: Desde su llegada al poder, el chavismo ha desembolsado más de 40.000 millones de dólares para financiar un sistema de educación superior paralelo que está enfocado, más que en la excelencia académica, en ideologizar y hacer militancia política.

En 2003 creo Chávez la Misión Sucre, la cual recibió más de 7.167 millones de dólares, entre 2004 y 2017 a través de presupuestos y créditos adicionales. En creó en 2007 otra estructura similar: la Misión Alma Mater, cuyo objetivo era fortalecer la Misión Sucre y expandir el sistema bolivariano de educación superior. Prometieron entregar 27 nuevas universidades. Solo entregaron una sin terminar. Le fueron asignados 728 millones de dólares.

En la memoria y cuenta del gobierno se puede encontrar que entre el 2008 y 2017 hubo un recorte de 6.800 millones de dólares a la UCV. En el mismo período las misiones Sucre y Alma Mater recibieron 7.404 millones de dólares.

En 2018 Maduro y Cilia Flores inauguraron la Universidad Nacional Experimental de Lara Martin Luther King, la única que se construyó de las 27 prometidas, pero inconclusa. Ese mismo día Maduro aprobó 13, 8 millones de dólares, para levantar los módulos 2 y 3. Todo está paralizado.

En la Memoria y Cuenta del Ministerio de Educación Superior de 2011, el Gobierno reconoció la inversión de Bs. 1.734.146.747 (más de 403 millones de dólares por cotización oficial) para continuar con la construcción de cuatro Universidades Alma Mater en los estados Apure, Lara, Amazonas y Vargas. En 2012 se detalló la asignación de otros Bs. 1.044.702.187,93 (casi 243 millones de dólares).

¿Quién se comió mi queso? ¿Será por estas razones que los personeros del régimen se aferran tanto al poder?
Por lo menos amigo lector, usted ya tiene la película más clara.

«El me mintió, el me mintió». El mesías y su delfín mintieron. No hay que creer en mesías ni en sus herederos.Tampoco en candidatos que ofrecen más de lo mismo. Sin programas, sin un compromiso expreso con los trabajadores. En especial, con la juventud, a quien se le arrebata su porvenir.

Tampoco hay que creer en los famosos créditos educativos con aval del Estado que pregona un cura jesuita. En Chile los propuso el pinochetismo y los gobiernos siguientes como la gran panacea. Hoy son obligatorios y los jóvenes se gradúan con una gran deuda impagable, hipotecaron su trabajo antes de graduarse. Fue una de las causas del estallido social de octubre de 2018.

Recuerden, estimados lectores
SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO

Termino con la letra de otra canción

«Se viene el estallido,
se viene el estallido,
de mi guitarra,
de tu gobierno también…»

«Y si te viene alguna duda
vení agarrala que está dura
si esto no es una dictadura,
¿qué es? ¿qué es?»

BERSUIT VERGARABAT

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