La universidad venezolana parece repetir el mito griego de Sísifo, quien condenado por los dioses sufrió el castigo en el inframundo de subir una roca a la cima de una montaña la cual irremediablemente rodaba cuesta abajo obligándolo a subirla de nuevo y así ocurriría por los siglos de los siglos.
Nuestras universidades llevan décadas luchando por un presupuesto que le permitan su funcionamiento regular en el proceso de formación de profesionales, la realización de investigaciones y actividades de extensión, lucha que se ha estrellado con la indiferencia de los gobernantes. Pero sin duda alguna son los dos últimos gobernantes quienes han impuesto una política de cerco y ahogo presupuestario que ha dado como resultado que las universidades autónomas están al borde del colapso y de su cierre técnico.
Las condiciones en las que trabajan los profesores, investigadores, profesionales y técnicos, personal administrativo y obrero, son realmente lamentables, con sueldos de hambre, carencia de recursos materiales y técnicos que limitan su ejecución de marea eficiente. Nos encontramos en la peor crisis de la Educación Superior, de acuerdo con cifras aportadas por las distintas Asociaciones de Profesores. 1600 investigadores de las principales universidades del país han renunciado en los últimos cuatro años para ofrecer sus servicios en Colombia, Ecuador y otros países del globo. La fuga de talento también acontece entre el personal administrativo y egresados universitarios.
Por otro lado, la carencia de una estrategia gremial nos ha llevado a que haya entrado en un gran deterioro la seguridad social profesoral y del resto de los trabajadores universitarios, que año tras año se atempera descargando en la familia el costo del servicio. Siempre con las excepciones del caso. Pero es una tendencia dominante. Igual sucede con los servicios estudiantiles. El comedor, por ejemplo, a duras penas presta un servicio deficiente a los estudiantes más necesitados.
Mientras, desde el régimen chavista, se adelanta una política que de manera permanente ha rendido sus frutos. Se ahoga presupuestariamente a las universidades. Se reduce su capacidad investigativa. La extensión resulta ya una exquisitez. Los bajos salarios así como la no reposición de cargos conducen a la fuga de talentos y a la longevidad profesoral. Además, la violencia de sectores chavistas que usa el régimen impide la plena realización de la democracia universitaria, cercena la autonomía en su sentido más amplio. Esto es, impiden que la universidad sea espacio para el encuentro libérrimo de las distintas corrientes del pensamiento. En definitiva, toda una ofensiva estratégica que cercena la autonomía universitaria y lesiona seriamente la calidad educativa.
Pero ciertamente, es tiempo de unidad frente a la lucha presupuestaria, salarial y las propias de las demandas estudiantiles. Al menos debemos dejar plasmadas las demandas urgentes del movimiento universitario para la defensa de la universidad y su comunidad. Somos de la idea de que a la par de las luchas reivindicativas, se debe discutir amplia y democráticamente sobre la universidad y su futuro. Sobre la institución y su pertinencia frente a la profunda crisis venezolana.
La lucha por las reivindicaciones debe ser asumida de manera global, por lo que planteamos la formulación de un pliego conflictivo amplio que abarque, junto a la lucha por justo presupuesto, el aumento de los sueldos y salarios de profesores, empleados y obreros, así como las reivindicaciones estudiantiles.
Proponemos desarrollar los siguientes objetivos:
1. La articulación de liderazgos, factores y gremios universitarios con amplio sentido unitario, de modo de gestar una dirección política que accione en base a una estrategia y un plan nacional.
2. Motivar el movimiento asambleario universitario como instrumento para el debate, la unidad de acción y la movilización.
3. Constitución de Comandos de Conflicto en aquellas universidades en las que haya debilidad, parcialidad patronal o carencia de la representación gremial, para así garantizar el apoyo y desarrollo de la lucha.
4. Hacer esfuerzos por la Intergremiación. Debe incluirse las exigencias de todos los sectores universitarios en las acciones.
5. Además de la exigencia salarial, insistir en el tema presupuestario, la autonomía, el rol de las universidades para el desarrollo y la reconstrucción de Venezuela.
6. Privilegiar la movilización y la denuncia política.
7. Establecer vinculación con otros gremios y trabajadores en lucha por sus reivindicaciones y derechos, como el magisterio y el sector salud (médicos y enfermeras).
8. Incorporar a las exigencias y demandas al gobierno las mejoras de las providencias estudiantiles (incrementos en monto y cantidad de becas, mejoras de los servicios de comedor y transporte, entre otros).
9. Reivindicar la incorporación de los trabajadores tercerizados universitarios, como una promesa incumplida por el Gobierno patrón.
En ningún caso debemos rebajar las demandas de la universidad y su comunidad cediendo al chantaje chavista acerca de la crisis que vive el país. En primer lugar se trata de una crisis provocada por el gobierno dada su política erosiva y de entrega del interés del país a los foráneos, en el último lustro principalmente a China. De otra parte, el reparto de la riqueza en medio de la crisis no debe favorecer a los socios del gobierno que además de ser los principales beneficiarios, por ejemplo los importadores y la oligarquía financiera bancaria, forman parte de los responsables de la misma. La superación de la crisis con un sentido nacional y popular pasa por beneficiar a los sectores que puedan incidir en la liberación de las fuerzas productivas hoy frenadas y destruidas por una política económica que favorece al capital oligárquico. La educación superior es palanca fundamental en esta perspectiva. Que la crisis la paguen quienes la crearon, no el pueblo y los universitarios.
¡¡¡Unidad Intergremial para enfrentar la crisis universitaria!!!
¡¡¡Por la formulación de un pliego conflictivo que represente a toda la Comunidad Universitaria!!!
¡¡¡Hacia las Asambleas como forma de organización y participación democráticas!!!
Bandera Roja
Comité Político Local UCV
Caracas mayo de 20/2015