Nuestra propuesta al
magisterio y al país.

Quedó evidenciado que cuando el
magisterio activo y jubilado sale a pelear a la calle sus reivindicaciones, ha
logrado que el patrono de turno ceda ante sus justas demandas. Ante la
movilización y exitoso paro del 14 de mayo, el gobierno anunció un insuficiente
ajuste salarial de 50%, el adelanto de las negociaciones de la nueva
Contratación Colectiva y la repetida promesa de cancelar la totalidad de las
prestaciones sociales a todos los docentes jubilados. Pero una vez desmontada
la protesta por parte de las Federaciones Nacionales, -lo cual fue incorrecto-
el patrono-estado se envalentonó y hoy pretende imponernos una inconsulta Reunión
Normativa Laboral o Contrato Único con todos los sectores laborales que
dependemos del MPPE para seguir profundizando la desvalorización de la
profesión docente y desmejorar aún más la calidad de la educación.
La lucha reivindicativa es la lucha por la
dignificación de la profesión docente.

Hoy, nuestra profesión está
desvalorizada por culpa de un Estado que a diario vocifera la poca importancia
de los estudios, contraponiendo al conocimiento científico los saberes
populares, para que la gente se desligue de los procesos científicos y no
llegue a la comprensión de los fenómenos, de las cosas. El solo hecho que se
quiera equiparar el sueldo de un docente al del Salario Mínimo, dice lo poco
que representa la educación para este gobierno.
Ningún país alcanza su pleno
desarrollo sin generación de conocimiento y las precarias condiciones de vida y
de trabajo en las que vive el docente venezolano está trayendo como
consecuencia que los jóvenes no se sientan atraídos por la docencia, por lo que
seguirán escaseando sobre todo, los profesores de física, química, matemáticas
y biología. Ello deviene en una pobre educación para los más pobres a quienes
se les promedia sus calificaciones sin haber cursado estas vitales
asignaturas-requisitos para la prosecución de estudios universitarios. Por este
camino se desprofesionaliza la profesión docente y de esta manera quitarle definitivamente
la importancia profesional que tiene la ciencia pedagógica en la formación y
construcción de ciudadanos y ciudadanía.
Los docentes
se rigen  por una ley especial y no somos
sujetos de salarios mínimos.

La importancia que hoy tiene para
el magisterio el plantear la lucha de nuestras reivindicaciones en el terreno de
la conquista de un salario digno, de una
contratación colectiva y seguridad social de acuerdo a la elevada misión de
nuestra profesión
debe fundamentare en el hecho que nos regimos por leyes
especiales, como la Ley Orgánica de Educación, el Reglamento del Ejercicio de
la Profesión Docente, por tanto tenemos un tabulador de sueldos propio, la hora
laboral es de 45 minutos y la jornada de trabajo es de 33,33 y 36 horas semanales.
En función de estos presupuestos y las referencias del artículo 91 de la
Constitución que establece que “todo trabajador o trabajadora tiene derecho a
un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su
familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales” y el 104
que dice entre otras cosas que “El Estado le garantizará –a los docentes- la
estabilidad en el ejercicio de la carrera docente, en un régimen de trabajo y nivel de vida acorde con su elevada misión”,
es que debemos exigir un salario digno.
La referencia no puede ser en
consecuencia el equipararnos a los sueldos mínimos que están concebidos para
trabajadores con poca o ninguna formación  educativa y su finalidad
según la OIT es   evitar la condición de indigencia en la ciudadanía. Y si
a esto le sumamos el hecho de que el salario mínimo actual está por debajo de
la canasta alimentaria (22.000 bs según el Cendas-FVM) entonces todo aquel que
gana un SM vive en condiciones de indigencia. ¿Es esa la condición que debemos
seguir aceptando y padeciendo los educadores venezolanos? Porque esta política
salarial del gobierno ha deteriorado de tal manera nuestras condiciones de vida
al extremo de colocarnos en situación de indigencia e imposibilitados de
adquirir hasta la canasta alimentaria y menos aún pensar en la adquisición de
un vehículo y una vivienda pues ante la banca privada y del estado no
calificamos  para créditos hipotecarios
ni de vehículos. Adicionalmente no nos queda sueldo para invertir en nuestra formación
intelectual, aspecto fundamental para el ejercicio esta profesión, pues nos
vemos obligados a invertir más del 65 % del sueldo en alimentos, realidad que
también viven nuestros colegas profesores que laboran en el sector
universitario. Pero para revertir esta realidad lo primero que debemos hacer es
derrotar las actitudes derrotistas y conformistas que desmoralizan las luchas
del magisterio y nos alejan de conquistar el tan anhelado respeto y
reconocimiento social de nuestra digna profesión.
Propuestas de la dignidad docente en
el marco del nuevo Contrato Colectivo.

El nuevo contrato colectivo, es el instrumento, y no
la Normativa Laboral o Contrato Único que quieren imponer el gobierno y su
sindicato esquirol-patronal, en el cual debemos exigir que se haga buena la
letra constitucional de  “un régimen de trabajo y nivel de vida acorde
con su elevada misión”.
Proponemos
en consecuencia:
1.- Aumento Salarial. El nuevo tabulador de sueldos
debe partir sobre la base del poder adquisitivo y no de ajustes porcentuales
que se los devora la inflación. Propuesta: Aumento de salario inicial que cubra
la cesta alimentaria (Cendas-FVM mes abril Bs 22.603,99) para el Docente
Bachiller con carga horaria de 33,33. A partir de allí se ajustan el resto de
las categorías manteniendo o mejorando las actuales diferencias porcentuales
inter-categorías existentes en el tabulador de sueldos.
2.- Corrección monetaria para el pago de las
prestaciones sociales basada en la tasa de inflación del BCV y no en las tasas
activas bancarias (referencia actual para calcular intereses por mora) ya que
éstas nunca superan la inflación y por tanto las prestaciones sociales de los
docentes al no ser canceladas de inmediato, se devalúan con los años.
3.- Jubilación automática a los 20 años de servicio
con el 100% del último Salario devengado por el trabajador de la docencia y con
efecto retroactivo tal cual lo establece la vigente Ley Orgánica del Trabajo.
4.- Homologación del monto mensual del Cesta Ticket de
acuerdo a la Ley y que hoy  está entre
bs. 2.250 y bs. 3.375, extensivo a los docentes jubilados y pensionados.
5. Seguro de HCM ampliado, que cubra todas las
patologías clínicas, tratamientos y medicinas 
y el 100% de cobertura, pues el mismo es un complemento del salario que
el trabajador cancela con su fuerza de trabajo y no una regalía del
Estado-patrono. El Bono de asistencia al jubilado debe ser elevado a bs. 3.000
mensuales.
6.- Ajuste automático al tabulador de sueldos de los
docentes con el mismo monto porcentual que se ajuste  en todas las oportunidades  el salario mínimo nacional.
7.- Con el fin de mejorar la calidad de la educación para nuestro pueblo,
el MPPE debe garantizar:
a)      Contratación e ingreso de todos los
docentes que se requieran en las áreas científicas (física, química,
matemática, biología etc.). De no existir suficientes docentes venezolanos en
estas áreas proceder a contratar excepcionalmente docentes latinoamericanos
profesionalizados en las mismas y paralelamente acometer un programa
extraordinario de formación de docentes, otorgando incentivos como becas al
monto del salario mínimo, pago de residencias y resto de manutención a los
estudiantes que se matriculen para este programa.
b)      Una dotación suficiente y
presupuestada anualmente de todos los materiales y recursos para la  enseñanza que soliciten las autoridades
académicas de cada plantel (incluye dotación para laboratorios, talleres e
insumos para mantenimiento y limpieza)
c)      Crear las Unidades de Atención
Integral al estudiante por parroquias y/o localidades dotadas de personal
médico-odontológico, trabajadores sociales, psicólogos, docentes de educación
especial.

Estas propuestas tienen el
objetivo de frenar el grave deterioro de las condiciones de vida y de trabajo
de los docentes, el deterioro de la enseñanza; estimular y atraer los mejores
estudiantes de bachillerato a la carrera docente y de esta manera salvaguardar
la educación democrática, científica, popular y de calidad para la sociedad
venezolana.
¡El
magisterio exige un contrato colectivo con salario digno y seguridad social ya!

¡A
conformar los Comité de Educadores por un salario digno!

¡La
lucha continúa por la conquista de la dignidad de la profesión docente!

¡Por
una educación democrática, científica, popular y de calidad!


@MESR2014

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