Luisa Blanco
Los docentes que formamos parte del Movimiento de Educadores Simón Rodríguez alzamos nuestra voz de protesta e indignación ante el lamentable fallecimiento, en la Ciudad de San Fernando de Apure el día sábado 16 de abril, de nuestra colega Luisa Blanco y su hijo de 8 meses en gestación.
Ante esta situación que ha llevado al magisterio nacional al luto, queremos exponer con firmeza lo siguiente
1. No sólo la Convención Colectiva Única y Unitaria de los trabajadores del MPPE arrancó con incumplimiento, sino que la negligencia e indolencia del patrono-gobierno lo ha convertido en el principal violador de los derechos humanos de los trabajadores de la educación, recayendo sobre sus espaldas el fallecimiento de la educadora Luisa Blanco. En la nueva condición de esta Convención Colectiva, que promueve la corresponsabilidad y la autoadministración del proceso social del trabajo, el Estado abandona su responsabilidad para transferírsela al propio trabajador. Esta nueva visión de negociación colectiva ya tiene el primer educador muerto (es lamentable expresarlo pero con dolor lo tenemos que decir crudamente para desenmascarar la estafa de esta Convención única y Unitaria). La colega Luisa no tuvo los medios económicos, ni siguiera para entrar al proceso de reembolso con el seguro; por lo que ninguna clínica la asistió médicamente. En otras palabras; le negaron el derecho a seguir con vida y su hijo a nacer.
2. El Código Ontológico médico expresa que el servicio a la salud debe atender a cualquier ser humano indistintamente de su condición social, política y religiosa para salvaguardar el derecho sagrado a la salud y a la vida. En este caso las clínicas le negaron el servicio a la profesora porque el MPPE no cumple con el pago de la póliza correspondiente. Esta práctica es parte de la visión mercantilista de los servicios de salud que da mayor importancia a la obtención de ganancias que al derecho sagrado a la vida que tiene todo ser humano. En este asunto tan delicado, consideramos que debe abrirse una investigación a las diferentes clínicas en que asistió la colega buscando asistencia médica. Esta mujer y su hijo se encontraban en un estado de gravidez y porque no tenía el dinero no fueron atendidos. En nuestro país la salud tiene precio.
3. Con la aguda crisis hospitalaria Luisa Blanco no le quedó otra que trasladarse al hospital Pablo Acosta Ortiz donde murió con su hijo en gestación. 
Con este hecho tan lamentable, el magisterio debe despertar y organizarnos para salir de esta catástrofe. En un país donde la vida y la salud no es un derecho sino una mercancía, el pueblo y sus educadores están en la necesidad urgente de cambiar el estado de cosas por un sistema de bienestar y prosperidad.
El Movimiento de Educadores Simón Rodríguez convoca a todos los educadores a que nos organicemos para defender nuestros derechos. No permitamos más que el régimen y el patrono sigan pisoteando lo que nos pertenece: vivir en salud y vivir en felicidad. Es hora que el magisterio construya un plan de lucha para defender el bienestar del pueblo.
Somos educadores con conciencia, somos educadores con ética por eso los llamamos a luchar por la seguridad social de los educadores y de nuestros familiares.
Rendimos honor a la pedagoga Luisa Blanco.-
Dirección Nacional del Movimiento de Educadores Simón Rodríguez

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