Escritos desde la cárcel: Refundemos Roscio (II)

Una vez establecido en 1989 el derecho a elegir los alcaldes y gobernadores por elección popular mediante el voto secreto, directo y universal de los ciudadanos dentro de las circunscripciones correspondientes; los vecinos de Roscio han tenido la oportunidad de designar democráticamente sus lugartenientes cabecera del Estado.

En este sentido los triunfos municipales se han logrado gracias a las maquinarias de los partidos con capacidad financiera o bajo el impulso de trampolines nacionales, sin negar el liderazgo que muchos han forjado en su carrera Política. La realidad confirma que los resultados fueron mediatizados por el clientelismo y la fanfarria demagógica; no por convicciones programáticas o de clase, lo que conlleva generalmente a tener alcaldes y ediles que gobiernan para sus intereses individuales, grupales y partidistas, divorciadas de la ciudadanía.

Por otro lado es bueno destacar que San Juan de los Morros como capital del Estado, se encuentran las principales dependencias nacionales e instituciones rectoras que administran la vasta región, cuestión que a servido de caldo de cultivo para el clientelismo partidista, el chantaje y domesticación política. creando así disputas en el ejercicio y competencias de la gestión pública entre el gobernador y el alcalde de Roscio, sobre todo si el gobernador no es de la misma tolda partidista que el alcalde.

Estás contradicciones adquieren mayores dimensiones cuando se legaliza el protectorado (alcaldes paralelos) impuesto por Caracas o los auspiciados por los gobernadores, además de los típicos estrangulamientos financieros, el boicot de proyectos, etc. Mientras está diatribas se desarrollan, algunas jefaturas logran coexistir con sus adversarios con el fin de distribuirse las competencias y dividirse los dividendos.

En ese sentido, la ciudadanía solo a quedado de espectadora sumergida en el abandono, llena de políticas erráticas, reducida su participación al acto electoral o estafados al avalar sus triquiñuelas.

Pese a las desventuras políticas en Roscio, la sabiduría popular toma justicia por mano propia cada cuatro años, cobrando la desidia o limitaciones de sus alcaldes con el voto castigo; hecho que se demuestra al verificar la historia reciente de los procesos electorales municipales, en donde ningún alcalde de Roscio a podido repetir una gestión consecutivamente de los quince municipios del Estado Guárico.

De cara al futuro, los ciudadanos de Roscio, comprometidos con nuestro terruño debemos promover la participación protagónica de los vecinos en la toma de decisión política, cambiar el estado de espectador para convertirnos en actores principales y entes de transformación.

Para lograr esta meta es menester tener confianza en el pueblo, elevar el nivel de consciencia política de las masas, configurar una vanguardia con liderazgo claro en una estrategia, tácticas y programas; así como la organización de un gran movimiento asambleario en franco desafío para refundar el municipio hacia el progreso y el bienestar social.

Reynaldo J. Cortés G.