Desde la Unión de Jóvenes Revolucionarios (UJR), juventud de Bandera Roja, condenamos los actos de xenofobia y discriminación que en los últimos días han sido perpetrados contra nuestros compatriotas que han emigrado al Perú huyendo del desastre que ha significado la dictadura de Nicolás Maduro. Estos actos de violencia han sido cometidos por cuerpos de seguridad del Estado peruano, que han actuado con saña y a la vista de la colectividad.
Como jóvenes venezolanos repudiamos estas inexcusables acciones de las Fuerzas Armadas peruanas, que cumpliendo órdenes de las autoridades de ese país, cierran su frontera en abierta violación de todos los tratados internacionales en materia de migración, algo inédito e insólito en la historia latinoamericana. La migración es un derecho humano.
En este sentido, emplazamos al Presidente Martín Vizcarra para que deje de considerar la nacionalidad como un criterio de criminalización. Nos resulta especialmente inaceptable que se valga de ello para cerrar las fronteras de la hermana República del Perú.
Llamamos al Grupo de Lima a exigir mayor responsabilidad del gobierno del Perú en el tratamiento de delitos con los cuales no ha sabido lidiar, como el feminicidio, que en los últimos años ha superado el centenar de mujeres asesinadas por motivos de género. Las cifras que aportan las ONG de defensa de los derechos humanos hablan de una víctima mortal cada cuatro días. En algunos casos las víctimas han sido mujeres venezolanas.
Esta conducta del gobierno peruano, además de ser una expresión de sus prejuicios y actitud criminal, es violatoria de los derechos humanos y constitutiva de delitos penados en la legislación peruana y en tratados internacionales sobre la materia.
Hacemos un llamado a la comunidad internacional a repudiar todo atropello contra la integridad física y mental de cualquier ciudadano nativo o migrante; a manifestar su solidaridad para con nuestros connacionales residentes en el Perú, de los cuales un importante número son jóvenes venezolanos que han salido de su país en busca de mejores condiciones de vida.
Asimismo, denunciamos y rechazamos la decisión del gobierno peruano de ejecutar mecanismos derivados de la criminalización de la nacionalidad venezolana, por ser constitutiva de un patrón de violación de derechos humanos. La comunidad latinoamericana es testigo de un ataque generalizado y sistemático contra una colectividad con identidad propia fundado en motivos políticos, raciales, nacionales, étnicos o culturales.
Hacemos un llamado al pueblo peruano para que exija a su gobierno respeto a los derechos humanos de los venezolanos, pues también puede ser víctima de esta actuación. Venezuela ha sido un pueblo que durante años ha recibido a millones de inmigrantes provenientes de Colombia, que huyeron del conflicto armado; de España, que huyeron de la guerra civil española; Venezuela recibió a cientos de miles de chilenos sobrevivientes de la dictadura de Pinochet y lo más resaltante en esta coyuntura, los inmigrantes provenientes de Perú, que huían de la dictadura de Fujimori. Nunca la xenofobia fue una respuesta venezolana a quienes buscaron refugio dentro de nuestras fronteras.
Desde la UJR nos solidarizamos con nuestros hermanos en el Perú ante estas vejaciones. Y en lo sucesivo, acudiremos a las instancias internacionales pertinentes para denunciar estos hechos, para que sean determinadas las responsabilidades que correspondan en el marco del derecho internacional, ya que estas medidas han provocado una espiral de violencia xenófoba contra la comunidad migrante venezolana en el Perú.
Por último, a la ONU le recordamos la obligación que tiene Perú de preservar la integridad y la vida de los venezolanos y las venezolanas.
Continuaremos con nuestro compromiso con el pueblo venezolano que ha sido víctima de la crisis venezolana y la crisis migratoria. Seguiremos luchando para que desaparezca la causa que ha generado la diáspora venezolana: la dictadura de Nicolás Maduro.
Caracas, 03 de octubre 2019