Una de las condiciones en que se desenvuelve el mundo moderno reside en la existencia en pocos países de algunas materias primas de mayor importancia para las industrias de punta. Este hecho atiza aún más las contradicciones de los grandes bloques imperialistas en la búsqueda de hacerse de estos contados territorios.

Son varias las determinaciones del proceso de acumulación capitalista en condiciones de monopolio que impelen a la pugnacidad. La lucha por mercado y fuentes de materia prima, abundantes y baratas, a momentos, se convierte en la determinación principal del desarrollo. También lo son la política mundial y la que se desarrolla en cada país.

La ampliación de mercados es inherente al crecimiento de la economía. Los chinos en ese sentido siguen marcando la pauta. A su vez, el proceso de producción nace en la esfera de la circulación. En el mercado de fuerza de trabajo y de medios de producción. Es la compra-venta de materias primas un eslabón fundamental en el inicio del proceso.

La realización de este proceso se rige por al menos dos tendencias: una, gastar las materias primas de los otros antes que las propias, aunque cuente con ellas en abundancia: y, dos, evitar que el rival se haga de ellas.

A su vez, el desarrollo de la composición de los capitales conduce a la asimilación de cada vez más elementos de la naturaleza al proceso productivo y a los bienes que se producen. Este es algo inexorable, debido al envión que recibe de la competencia capitalista. Aparecen nuevas materias primas que se hacen fundamentales para la producción, como resultado de los avances científico-tecnológicos.

El coltán, también llamado oro azul, se ha convertido en uno de los minerales más buscado por fabricantes de partes electrónicas del mundo. Este, como otros tantos minerales que apalancan la industria moderna, convierten a Venezuela en otro objetivo apetecible, tal y como ocurrió con el petróleo.

Es el caso del coltán, uno de los minerales más demandados por la industria en general, que va asimilando cada vez más componentes electrónicos que lo requieren. Pero este mineral se encuentra en abundancia en apenas 7 países. La República Democrática de Congo, con 80 % de las reservas probadas, seguida por Canadá, Brasil, China, Tailandia, Malasia y Etiopía. Los yacimientos encontrados en Venezuela, al sur del río Orinoco y en otras regiones, la incorporan a esa reducida lista de países con reservas importantes. De los ocho países, sumando a Venezuela, tres son naciones desarrolladas que, pese a que cuentan con grandes reservas, buscan gastar las de los que la poseen, ya sea en abundancia o no. Son muchas más las naciones desarrolladas que demandan este mineral y que lo poseen muy poco. La disputa se hace enconada. Congo es la evidencia más clara al respecto: ha sufrido guerras por la posesión de este recurso, que han dejado más de 6 millones de muertes.

Las tierras raras se encuentran en pocos países. Es materia prima fundamental en los nuevos procesos tecnológicos y materia prima en la producción de bienes de consumo masivo como los vehículos eléctricos. Son 120 millones de toneladas métricas las reservas probadas a escala planetaria; una tercera parte se encuentra en China. Vietnam, Brasil y Rusia cuentan con poco más de 21 millones. En 2021, China tuvo una producción que cubrió 80 % de la producción mundial de óxido de tierras raras. Estados Unidos produjo 43.000 toneladas, pero cuenta con pocas reservas. Apenas tres potencias mundiales cuentan con grandes reservas. En Venezuela se sabe de su existencia en el Arco Minero del Orinoco y en otras regiones. Otro secreto bien guardado por el gobierno. De ser así, se suma un nuevo elemento para que sea área codiciada por las grandes potencias.

El rodio es otro elemento importante de los nuevos procesos productivos. Más de 80 % de los automóviles lo incorpora como insumo imprescindible. En la industria farmacéutica también su demanda es creciente. Igualmente se utiliza en joyería y en la fabricación de contactos eléctricos para teléfonos celulares y bienes de esta rama. La demanda de rodio es cada vez mayor. Pero son pocas las geografías que contienen rodio. Sudáfrica coloca poco más de 80 % de la oferta mundial de este mineral, que acompaña la existencia de platino, paladio y oro. Este país forma parte del grupo BRICS. Articulado, por tanto, al bloque imperialista que lidera China. Se han conseguido cantidades importantes de rodio en Venezuela, junto a platino en abundancia en Guayana.

Similar es el caso del platino. Es usado en convertidores catalíticos para automóviles y en joyería. La demanda mundial de platino sigue creciendo y Suráfrica es el mayor productor del mundo. Rusia secunda a los africanos, aunque bastante distante. Sigue Zimbabue, luego Canadá y EE.UU. Además del platino, el rodio, el rutenio, el iridio y el osmio conforman un grupo que comparten propiedades químicas similares, muy solicitadas en la industria moderna. De los cinco principales productores, apenas Zimbabue es un país atrasado. Está confirmada la existencia en cantidad importante de platino en el arco minero.

Algo similar sucede con el torio. Las reservas existentes en Venezuela la colocarían como la quinta geografía a escala planetaria con esta riqueza, mineral cada vez más usado en la industria y elemento fundamental de la futura principal fuente de energía atómica limpia. Previsto para septiembre de este año, los chinos colocarán, en fase experimental, un reactor en una pequeña ciudad de 100 mil habitantes. Las dimensiones del reactor son de 3 metros de altura y 2,5 metros de ancho.

Fuera de las grandes potencias imperialistas, hay pocos territorios con estas riquezas. De allí que se ve enconada la disputa por controlar aquellos países débiles que las posean, con eventuales consecuencias bélicas. El caso de Congo es emblemático. Venezuela no escapa de esta circunstancia. El rodio es suficiente motivo para disputársela con ahínco. De allí la incidencia de todos los bloques imperialistas en la política nacional.

Lo expuesto nos explica las razones por las cuales Venezuela se encuentra en disputa. La hegemonia china, del bloque por ellos liderados, conduce a mayores hostilidades. Resolver las razones de fondo de la crisis nacional y torcer esos nefastos designios que se ciernen sobre nuestra patria, deberían ser razones para una sólida unidad que se proponga derribar o derrotar la dictadura.

Tomado de El Pitazo

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