El diálogo anunciado el pasado martes por la dictadura de Nicolás Maduro y miembros de los partidos minoritarios de la Asamblea Nacional, no detendrá a los trabajadores del país que buscan un cambio político. Así lo afirmó Pedro Arturo Moreno, dirigente de la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV).
«Estamos ante una farsa, un teatro de diálogo que no pone énfasis en la necesidad de un cambio sino que atiende más a la cuestión política, como si ésta estuviese divorciada de la grave situación económica que atraviesa el país», dijo Moreno en entrevista ofrecida a la prensa de Bandera Roja.
El dirigente señaló que los trabajadores exigirán la libertad de Rubén González, dirigente sindical de Ferrominera, así como de Rodney Álvarez, obrero de la misma empresa, ambos encarcelados injustamente por motivos políticos.
«Rubén González es un luchador social que fue incriminado por su labor de defensa de los derechos laborales, que han sido diezmados por la dictadura. El caso de Rodney es un poco más complejo porque está detenido desde hace más de siete años debido a un montaje que le hicieron en unas elecciones sindicales, pero debe ser tomado en cuenta para ser liberado», dijo el también Secretario Ejecutivo de la CTV a propósito de la lista de liberaciones de presos políticos difundida por el régimen y sus agente partidarios del diálogo.
Reveló que manejan ya la información de que el nombre de González podría estar en la mencionada lista, pero que aún no hay certeza de que ocurra su liberación en los próximos días, por lo que que han iniciado una campaña de exigencia de la liberación inmediata para ambos trabajadores. «Nunca debieron estar presos», afianzó.
«Así como liberaron a Edgar Zambrano, ellos deben ser liberados. Sus delitos fueron, como hemos repetido, liderar la organización sindical autónoma nacional», indicó Moreno
González se encuentra recluido en la prisión de La Pica, en el estado Monagas. Fue condenado a más de cinco años de prisión por la justicia militar, pese a que se trata de un civil. Su detención, el pasado noviembre de 2018, ocurrió luego de que protestara en contra de lo que ha sido denominado como «el tablazo» de Maduro, es decir, el atentado en contra de las convenciones colectivas logradas luego de años de luchas sindicales en todo el territorio nacional. «Solo por no doblegarse ante el sindicalismo chavista, fue detenido y encarcelado», acota Moreno.
Por su parte, Rodney Álvarez está preso desde hace más de siete años por el supuesto asesinato de Renny Rojas en unas elecciones sindicales de Ferrominera, pese a que los trabajadores que atestiguaron el suceso aseguran que el perpetrador del siniestro fue un dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela, denunciado e identificado plenamente por el régimen.
Ambos han tenido el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo y de diversos organismos multilaterales, así como de la CTV y organizaciones sindicales de todo el país, que han exigido su liberación.
Ante el convenio recientemente anunciado, Moreno añadió además que los trabajadores no se conformarán con «migajas» políticas y que continuarán la lucha por la organización sindical para dar respuesta a la coyuntura nacional.
«La respuesta obrera ha sido débil debido a la división y descomposición del movimiento nacional de trabajadores, que ocurre debido a la misma perversión y destrucción de la economía nacional y del propio sindicalismo pervertido promovido desde el propio régimen. Nuestros esfuerzos deben apuntar a la reunificación y consolidación de la lucha laboral para poder lograr el derrocamiento de la dictadura», aseveró.
El partido Bandera Roja señaló, luego de los anuncios de diálogo, que el referido convenio es una «farsa entre bribones» y se desmarcó de los encuentros, pese a que exmiembros de BR se pronunciaron a favor del diálogo.