El gobierno mexicano impone con represión
 la reforma educativa.
Solidaridad
Expresamos nuestra absoluta solidaridad a la lucha que hoy libra el magisterio mexicano contra la reforma educativa que abre las puertas a la privatización y elimina la educación popular. Pero además manifestamos nuestra mayor repulsión y condena a la brutal represión del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que deja como saldo 13 muertos, decenas de educadores heridos y detenidos, quienes protestaban el 19 de junio 2016 en Nochixtlán de Oaxaca contra dicha reforma educativa. Desde Venezuela decimos que un gobierno que practica la violencia contra los educadores y su pueblo merece nuestro total repudio. Solo en las dictaduras se contesta con balas a las protestas populares.
La lucha del magisterio mexicano merece nuestra atención, de allí que hacemos algunas consideraciones:
1. Desde hace mucho tiempo el magisterio mexicano viene dando diversas luchas contra las reformas educativas que los gobiernos de México impusieron sin tomar en cuenta la opinión de especialistas, docentes y ni del pueblo. Lo que sucedió esta vez en Oaxaca es expresión de la rebeldía magisterial por la aplicación de una reforma que constriñe los derechos y la estabilidad laboral de los profesionales de la educación. Esta reforma no entiende a la educación como una política de Estado pues minimiza su papel en los ámbitos de la dirección, evaluación, control profesional y el financiamiento de la educación.
2. En 1998 el sector de educación básica de México venía siendo impactado por el Tratado de Libre Comercio. La principal medida del mismo fue la descentralización educativa, mediante la cual se trasladó la administración de la educación primaria, secundaria y normal a los gobiernos estatales. El objetivo que estaba a la zaga era limitar la responsabilidad del gobierno federal (gobierno central) del financiamiento de la educación y trasladárselo a los gobiernos estatales y municipales, pero también trasladar a los padres de familia y a las comunidades la responsabilidad del mantenimiento de las escuelas e instituciones educativas. En 2001 el magisterio mexicano venía siendo víctima de la aplicación de una política de flexibilización laboral, trayendo consecuencias nefastas en la lucha por conquistar un salario decente, la formación y el mejoramiento académico del docente.
3. La reforma educativa que rechaza el magisterio mexicano tiene una concepción privatizadora de la educación. La parentocracia o la educación societaria (política del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial) ronda por América Latina reduciendo el papel de los Estadosen el financiamiento y atención de la educación de los pueblos. Lo que la reforma presenta como “autonomía de gestión”, no es más que generalizar la autonomía financiera, trasladar la dirección y gestión de los establecimientos educativos a la comunidad educativa. Para este 2016 el gobierno mexicano redujo en 3 mil 660 millones el presupuesto de la Secretaría de Educación Pública, lo que representa el incumplimiento del Estado de los Convenios Internacionales suscritos con la UNESCO sobre invertir más en la educación de América Latina y el Caribe.
4. La reforma educativa que impugna el magisterio mexicano plantea nuevas formas de control del trabajo del maestro e implementa medidas que acaban con la estabilidad laboral. 
5. Esta reforma educativa responde al modelo neoliberal que se viene aplicando en el mundo por las potencias económicas para profundizar su poderío y control. La experiencia en la aplicación de este modelo en el sector educativo en los países de América Latina ha evidenciado un fracaso rotundo, expresado en la baja calidad de la educación y cierre de escuelas, entre otros indicadore. Esos son también los resultados de la experiencia en Nicaragua, Salvador, Guatemala, Honduras. Cabe mencionar que en Venezuela se vienen dando pasos agigantados sobre los cambios de la normativa dentro de un supuesto proceso de transición que lo señala la propia Ley Orgánica de Educación aprobada en el 2009. Las categorías que ya se manejan como «corresponsabilidad» y la utilización manipulada de la “participación protagónica del pueblo” nos indican que en Venezuela se aplica a cuenta gotas la política que hoy el magisterio mexicano protesta. 
Por eso, estamos con el magisterio mexicano, nos hacemos solidarios con sus luchas, que son las mismas luchas de los pueblos que quieren libertad. Defender la soberanía de los pueblos es defender con pasión y convicción la educación democrática y libertaria. 
Movimiento de Educadores Simón Rodríguez

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