El diferimiento de las elecciones de la Universidad Central de Venezuela, brindan un bochorno a Venezuela toda. Es de los procesos electorales de mayor significación para el país, más cuando desde hacía 14 años no se realizaban lo que por Ley  debe hacerse cada 4. Impresionó la inmensa cantidad de universitarios que asistieron al campus. Estudiantes, jubilados, empleados, obreros, egresados y profesores. Incluso, muchos en silla de ruedas acudieron al llamado para ejercer el voto. Ansiosos todos de hacer buena la condición autonómica de la UCV.

Pero vaya fiasco. No aparecieron las papeletas. Aun así, la gente no se movía de sus colas. Estóicamente esperaban que los problemas se solucionaran. Pero no. Nada se podía hacer. Las explicaciones brindadas por el Profesor Carlos Martin, presidente de la Comisión Electoral de la UCV, no fueron suficientes como para que se dejara de pensar en la posibilidad de un saboteo, de una acción exprofeso para suspender las elecciones. Más allá de la especulación que hace llegar a esas conclusiones, lo que sí es cierto y contundente es que la Comisión Electoral no estuvo a la altura de la misión que le correspondía llevar a cabo. Por esta manifiesta incapacidad, deben ser nombrados representantes de los diferentes candidatos, como vigilantes de llevar a buen término el proceso eleccionario. Asimismo, el Consejo Universitario está obligado a designar otra Comisión Electoral, que sea capaz de llevar a feliz término los tan ansiados procesos electorales de la UCV.

 Sirva este ínterin para colocar en el tapete los asuntos fundamentales acerca de la universidad y no resaltar cuestiones subalternas, como se ha venido haciendo. 

Los candidatos a investirse como máximas autoridades de la UCV, deben brindar una orientación teórica y conceptual en relación con la institución universitaria, así como el principio fundamental que la direcciona: la autonomía universitaria. La finalidad  con que ésta fue instituida, no es otra sino la de elevar el espíritu crítico con que se nutre la institución universitaria, que en momentos históricos ha sido factor fundamental en el enfrentamiento a los gobiernos antinacionales que, además, buscan acallar la disidencia. Se convierte así la autonomía en una de las principales libertades democráticas de la sociedad

La autonomía de las universidades nacionales hereda el espíritu de la generación del 28, que no se amilanó frente a la dictadura de Gómez. La cárcel y el exilio de muchos de quienes la integraron dejaron huella en una gesta histórica y en letras inolvidables como las de Pío Tamayo con su célebre poema Demanda y homenaje del indio

Integraron la generación del 28, personalidades que dejaron una obra y un valiente espíritu libertario que  aún es un ejemplo en estos tiempos aciagos que vive la República. Entre otros: Andrés Eloy Blanco, Miguel Otero Silva, Juan Bautista Fuenmayor, Miguel Acosta Saignes, Kotepa Delgado, Rodolfo Quintero y Fernando Salvador Key Sánchez.

Con base en el espíritu crítico, la UCV, sobre todo en tiempos de renovación universitaria, levantó propuestas para el desarrollo nacional. Partiendo del cuestionamiento a los gobiernos que afianzan la dependencia de Venezuela a potencias extranjeras, desde la UCV, desde todas sus facultades, se levantó el debate más denso de su historia sobre estos y otros asuntos económicos, políticos, educativos y sociales. 

Pero el debate en este lapso, se ha centrado en problemas subalternos que lejos de contribuir con la conciencia democrática expresada en esa gran asistencia del 26 de mayo, abonan el adocenamiento, el conformismo y la pasividad.

Desde las bases de la comunidad, en las distintas actividades que se desarrollen, debemos levantar el debate sobre las cuestiones fundamentales de la universidad: la autonomía como principio central, la búsqueda de la verdad, el espíritu crítico y la propuesta para el desarrollo y la independencia del país. De esa manera es como la UCV puede reivindicar su condición de ser la más elevada conciencia crítica nacional.

Hacemos un llamado a la comunidad ucevista, académicos, estudiantes, trabajadores, obreros y egresados a participar este 9 de junio, nuevamente sin desmayar, defendiendo estos principios democráticos de la universidad. Hagamos el cambio.

Comité Político Local UCV de Bandera Roja

28 de mayo de 2023

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