Desde la Plataforma Nacional de Conflicto nuestro enorme reconocimiento al poder social de Venezuela, porque a pesar de tantas situaciones adversas -como la miseria, la pandemia y la represión- el 12 de diciembre millones y millones de venezolanos salieron a la calle a mostrar su determinación de poner fin a la dictadura. La jornada de la Consulta Popular evidenció que el pueblo venezolano se levanta firme para manifestar su repudio a la dictadura… como siempre lo ha hecho. Los resultados brindan renovado aliento y nuevas lecciones.

Una conclusión muy clara a la que arribamos desde la PNC es la imperiosa necesidad de seguirnos organizando, como pueblo estamos impregnados del deseo de cambio y de la resolución para lograrlo, pero requerimos formas de organización que nos vinculen y articulen como un Poder Social en Rebelión con incidencia y participación en las determinaciones que pongan fin a la dictadura criminal.

Venezuela con firmeza, con determinación, con bríos y entusiasmo Alzó la Voz contra Maduro y en especial Alzó su Voz por un cambio urgente y por su libertad. A pesar de las monstruosas dificultades de comunicación -que debemos superar mediante la organización desde las bases, la vinculación orgánica y el contacto directo- una mayoría en Venezuela logró expresarse en la calle y en las plataformas virtuales. Demostramos que queremos un cambio y en consecuencia lograr que la voluntad soberana pueda expresarse a través del voto, dando paso, además, a otras formas democráticas de participación e incidencia de la ciudadanía.

Contrastó enormemente la jornada de ayer con el fraude dictatorial. La gente en la calle es la diferencia más evidente, notable, sin embargo, las características de esa ciudadanía activa y movilizada como fuerza democrática constituyen un abismo de diferenciación respecto a la vergonzosa parodia electoral del 6d. Es el pueblo versus la usurpación. El 12 de diciembre de 2020 despuntó la autonomía y el entusiasmo contra esa mezcla antidemocrática de trampa, coacción y chantaje que caracterizó el último fraude la dictadura.

Definitivamente se manifiesta la esperanza de salir de la oscuridad y poder lograrlo está en el poder de nuestra gente.
Los resultados de la Consulta Popular no están solo en los números, están en lo que se observó en las calles, en todo lo que superó la ciudadanía para salir a expresarse, a manifestarse. Los verdaderos datos hay que observarlos en esa fuerza, energía y valentía de la que estaba empapado el ambiente en todos los centros de participación y que se traslucía en la mirada que se asomaba por encima de la mascarilla de cada ciudadano que ejercía su derecho a expresarse y participar.
He allí el verdadero gran poder de Venezuela, necesario es fortalecerlo con la organización, ese poder social, poder de la ciudadanía siempre ha dado muestra de esa fibra libertaria que permanece viva y da el ímpetu para superar la tristeza, la desesperanza, la decepción y seguir luchando sin rendirse.
Es tiempo de renovar la pujanza y seguir levantándonos en Rebelión. Los gremios, las asociaciones, los jóvenes, las mujeres, los trabajadores, todos lo que alzamos la voz -y los que no lo hicieron, pero quieren hacerlo- hemos de articularnos, sumar fuerzas y unirnos en un solo caudal de rebelión contra la dictadura.

La gran lección de la Consulta Popular es que hay una gran y poderosa fuerza dispuesta a luchar. Una lección importante es la necesidad de prepararnos para responder a la represión y a los atropellos de los esbirros del régimen, tal como demostró el pueblo unido que impidió la pretensión de saboteo por parte de los colectivos a algunos puntos de libertad durante la Consulta Popular Presencial.

Una lección oculta, la que arrojan los errores cometidos y lo que transmitía la ciudadanía cohesionada en la acción, es que Venezuela demanda una unidad sin hegemonías, una unidad real desde las bases y una dirección política capaz de delimitar y mantener firme una estrategia y sin desviarse del objetivo de poner fin a la dictadura. Con base en ello, la dirección política de ser capaz de combinar correctamente las acciones de diversa naturaleza y las variadas formas de lucha, que hemos de ejecutar para señalarle a la ciudadanía un rumbo de victoria.

Es indispensable dejar de arrastrar el grave problema de los protagonismos. En ese sentido, es fundamental mantener el apoyo a la Presidencia Interina personificada por Juan Guaidó. El cambio político esta obstaculizado por las pugnas absurdas de las parcelas de cuasi poder, por las ansias de resaltar, por apuntalar proyectos personales, por el narcisismo encubierto de quienes se creen dueños del movimiento y bloquean a quienes tienen una visión crítica y diferente. Basta de tratar a la sociedad civil y a los partidos mal llamados minoritarios como si no fuesen importantes. La lección de ayer es muy clara, la unidad real de quienes luchan es vital para salir de la dictadura. En el pueblo, su decisión y su soberanía reside la fuerza de lucha para conquistar la libertad de Venezuela.

Las determinaciones de un cambio político en Venezuela residen en el protagonismo social, en la organización y la participación, en la democratización de las fuerzas opositoras, en el apuntalamiento de los muchísimos lideres naturales al frente de las protestas y de las luchas, en la articulación de esos líderes y de los sectores sociales y políticos. En definitiva, las determinaciones de un cambio residen en hacer de Todas las Luchas, UNA SOLA LUCHA

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