La movilización partió con algo de retraso desde el Parque del Este, ahora llamado Generalísimo Francisco de Miranda, hasta Los Cortijos de Lourdes, debido a que los organizadores esperaban «por la incorporación de más de 700 trabajadores procedentes de los estados Aragua, Carabobo y Lara que fueron retenidos en varios peajes y en inventadas alcabalas móviles, dejándolos a la deriva y sin transporte; por tanto, no pudieron participar en la concentración», relató Froilán Barrios a viva voz.
Explicó el líder sindical que esta convocatoria, por demás bulliciosa y animada, no surgió de pronto. «Esta movilidad gremial empezó a germinar desde 2009 como una manera de sacudirnos el ideario presidencial de dividir al movimiento sindical. Decidimos crear el Movimiento Solidaridad Laboral, como un espacio de encuentro de todas las corrientes, incluso del chavismo. Allí convergen secretarios ejecutivos de la CTV -más no la CTV- la Alianza Sindical Independiente, con Carlos Navarro; la UNT, con Orlando Chirinos; Fuerza Bolivariana de Trabajadores (FBT); Autonomía Sindical del PPT; sindicatos no confederados y todos aquellos que se sientan discriminados y rezagados y requieran atención».
Precisó que «el chispazo» de esa «marcha unitaria» surgió después de las elecciones del 26S, tras «la arremetida del presidente Hugo Chávez contra la propiedad privada, al decretar expropiaciones que han afectado no sólo al capital sino al trabajo y sus trabajadores».
Las voces, las motivaciones
La convocatoria encontró adhesiones en sindicatos de la salud, educación, tribunales, estudiantes, profesores universitarios, sociedad civil. Pero sin duda, quienes lideraron la marcha fueron los trabajadores de las empresas básicas de Guayana (Sidor, Alcasa, Venalum, Carbonorca, Bauxilum), de Sunep CVG (casa matriz), de la Polar, Cargill, Pepsi Cola, Coca Cola, Fetraharina, entre otros.
Exigieron los trabajadores «la firma y el respeto a las contrataciones colectivas; el derecho a la huelga; libertad de protesta y sindical». Así como el «cumplimieno inmediato a las órdenes de reenganche a más de 2.000 mil trabajadores».
Esta toma de calle se constituye en el preámbulo de una agenda de actividades sindicales en el país. «El 19 de febrero», dijo el diputado Alfredo Ramos, «se hará una jornada de recolección de firmas para introducir en la Asamblea Nacional las Leyes general de Aumentos de Sueldos y Salarios; de Alimentación, para extender el beneficio de cestatickets a los jubilados y pensionados y, la de Jubilaciones y Pensiones, para garantizarle a los adultos mayores una pensión mínima de sobrevivencia sin necesidad de cotizar al Seguro Social».
El 1° de marzo se hará una movilización en Ciudad Guayana «para liberar a Rubén González», sostuvo Pedro Rondón. Y para rescatar al movimiento sindical en una «mega marcha el 1° de mayo», atajaron Andrés Velásquez y Pablo Castro.
«Esta movilización», coincidieron los voceros de esa jornada, «pone fin al divisionismo laboral. Estamos en un proceso de unificación, de cohesión, de relanzamiento del movimiento sindical venezolano».