1° de Mayo: los trabajadores rechazamos una vez más el engaño
La celebración del Día Internacional de los Trabajadores encuentra a los venezolanos en tiempos de confusión e incertidumbre. Desde el gobierno se mantiene un discurso y unas ofertas que son un total engaño, que manipulan los deseos de cambio de la población y que en absoluto van a significar mejoras reales en las condiciones de vida y de trabajo de quienes vivimos de nuestro esfuerzo y de nuestro sudor.
Con la farsa de que están construyendo “el socialismo”, quieren que los trabajadores nos rindamos frente a las imposiciones y políticas erradas de este régimen. Sin discusión contractual y sin diálogo social, se deciden aumentos porcentuales del salario mínimo que nada tienen que ver con mejoras en la capacidad adquisitiva del salario, y que se vuelven “sal y agua” frente a la persistente inflación que caracteriza a nuestra economía.
Además quiere el gobierno que nos quedemos tranquilos, que seamos sumisos esperando que por las “bondades” del Presidente se resuelvan los problemas que hoy nos agobian a los trabajadores y nuestras familias. Y no contento con eso desconoce y reprime a los sindicatos y gremios que ―independientemente del color político de sus dirigentes― alzan sus banderas de lucha y reclaman reales mejoras en las relaciones laborales.
Ya basta de que nos quieran engatusar con porcentajes vacíos de contenido, con bonitas palabras, mientras que los nuevos empleos que se abren son improductivos, precarios, sin sostenibilidad a futuro, ya que dependen únicamente de los altos precios del petróleo y no están relacionados con industrialización, ni con superación profesional, ni con inversión en tecnología, en fin, empleos que nada tienen que ver con la ruptura de nuestra dependencia de las importaciones masivas de los países industrializados.
Nuestra economía muestra la terrible combinación de inflación, corrupción y burocracia que premia a los banqueros, a los especuladores, a las mafias, a los vivos y a los narcosoles. Pese a que auguran crecimiento de 4 o 5 por ciento del producto interno, vivimos en un país con una economía endeble y muy vulnerable, pues puede entrar en vaivén por la crisis internacional y que, además, se muestra en bancarrota moral, pues ha llevado a su máxima potencia el rentismo del antiguo bipartidismo, haciendo que nuestro país retroceda a mediados del siglo pasado, disminuyendo nuestras capacidades productivas propias y dilapidando en corrupción y planes fallidos una inmensa fortuna que muy bien ha podido servir para construir una estructura económica para el desarrollo independiente y autónomo, para adelantar una verdadera revolución industrial.
Desde Bandera Roja llamamos a la clase obrera venezolana, a todos los trabajadores, a los profesionales, a los campesinos, a fortalecer las organizaciones de lucha, los sindicatos, los gremios, las asociaciones, para poder dar una batalla contra el engaño vestido con frases socialistas, para defender nuestros derechos constitucionales y legales a tener un salario digno y suficiente y un sólido sistema de seguridad social. Debemos unirnos para que el Gobierno-patrono y los empresarios privados respeten los derechos a huelga, a sindicalización, a contratación colectiva, a libertad sindical.
Es hora de luchar, no podemos quedarnos paralizados. Es con la unidad de todos los trabajadores como podremos adelantar acciones fuertes y contundentes en reclamo de nuestras reivindicaciones. No sólo luchamos para que nos aumenten “unas lochas”, sino que reclamamos el reconocimiento real del trabajo como principal fuente de creación de riqueza de la sociedad y, por ende, la necesidad de que la distribución de esa riqueza favorezca principalmente a quienes vivimos de un sueldo o un salario.
La lucha de los trabajadores no debe cejar en la búsqueda de la unidad de los sindicatos, su refundación moral y de pelea. Pero no sólo eso: debe fortalecer la conciencia de clase que permita que el movimiento de los trabajadores sea un puntal en la búsqueda de un verdadero cambio hacia el progreso, el bienestar social y la soberanía de nuestra patria.
¡Hacia una sociedad de trabajadores
libremente asociados!
Unión de Trabajadores Revolucionarios (UTR)
Bandera Roja (BR)