El gobierno parece vivir en una eterna campaña electoral, y ha dejado que la salud, la educación, la vialidad, la vivienda, el urbanismo y la infraestructura toda lleguen a grados extremos de insuficiencia y deterioro. Más que ocuparse de atender los problemas reales de la población, dirige sus esfuerzos a mantener una permanente y estéril camorra política, y con sus carantoñas sólo quiere continuar engañando con ilusiones y nuevas promesas, como si no hubiesen pasado 12 años de ineficiencia, segregación y derroche de los enormes recursos del erario nacional. Y para cubrir su ineficacia continúa con la política neoliberal de devaluar la moneda para que salarios y sueldos se vuelvan agua en la espiral inflacionaria.
El pueblo venezolano ya no se traga el cuentico del “socialismo del siglo xxi”, del tal “desarrollo endógeno” y del supuesto “poder comunal”, que sólo han servido para negar el cumplimiento de los derechos populares y constitucionales a una vida digna, a un trabajo y un salario decentes, a una vivienda decorosa, a un sistema confiable de seguridad social, a empleos estables y no discriminatorios. Las luchas de los universitarios, de los obreros, del magisterio, de los gremios profesionales, se extienden por toda la geografía nacional, y comienzan a verse avances en la solidaridad y coordinación de sus luchas contra la represión y por aumento de salarios, contratación colectiva y libertad sindical.
La conmemoración del 41 aniversario de Bandera Roja nos encuentra en los primeros puestos de lucha en fábricas, barrios y urbanizaciones, liceos y universidades, pugnando por unir esfuerzos para luchar juntos por un aumento general de sueldos y salarios, por el respeto a las organizaciones sindicales y gremiales, por una educación popular, científica y liberadora, por una universidad autónoma y de avanzada, por un sistema de salud eficiente y asequible. Todo ello en la búsqueda de una real soberanía nacional, un desarrollo sostenido y armonioso de nuestra economía y una democracia de nuevo tipo que signifique un avance sustancial en igualdad, libertad y justicia social.
Desde Bandera Roja convocamos a fortalecer las organizaciones sindicales, gremiales, estudiantiles, campesinas, su autonomía, su capacidad de lucha, su tenacidad frente al despotismo. Llamamos a construir desde abajo un fuerte y autónomo movimiento popular que se le plante a la demagogia gubernamental y la obligue a dar respuestas ciertas a las demandas populares. Y ofrecemos nuestras filas para quienes quieran juntar su esfuerzo en esta lucha de liberación.
El pueblo en la calle reclama sus derechos
Nueva democracia para salir del desastre
Desechar las ilusiones… Preparar la victoria