Consideramos pertinente publicar la entrevista realizada en 2005 al camarada Carlos Hermoso, actual Secretario General adjunto de Bandera Roja, donde se habla de la cogestion obrera impulsada por el régimen. Luego de unos años de instrumentacion de esta politica, se evidencia mucho mas la farsa del régimen. El contenido de la entrevista tiene plena vigencia
«Cogestión del Gobierno explota a los trabajadores»
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Carlos Hermoso, directivo nacional de Bandera Roja, asesor de asuntos económicos de la CTV y profesor de la Universidad Central de Venezuela, es enfático al advertir que el actual proceso de cogestión que está impulsando el Presidente de la República responde a una ideología capitalista, y no precisamente al socialismo del siglo XXI que viene pregonando.
Hermoso fue invitado por la Federación de Trabajadores del estado Bolívar, Fetrabolívar; la Organización Regional Interamericana del Trabajo, Orit; y otras organizaciones a un foro taller sobre cogestión que se realizó este miércoles y jueves en el Colegio de Abogados del estado Bolívar, delegación Caroní.
«Hemos venido desarrollando y propagando una tesis en el sentido de que la cogestión que impulsa el gobierno de Chávez se convierte en un atentado contra la clase obrera. Y es un atentado, y pudiésemos ubicar como elemento más emblemático el que se está aplicando en las empresas textiles que están en ruinas y endeudadas y las cogestionan sobre la base de un proyecto cogestionario que inicialmente será del Gobierno y que fuerza a los trabajadores a sobreexplotarse a sí mismos para salvar a la empresa; y sobre esa base desnaturalizar la condición de la clase obrera como clase social», dijo.
El líder de Bandera Roja advierte que esta política de «cogestión» que impulsa el Gobierno nacional «nada tiene que ver con el socialismo, y por el contrario es una política criminal contra los trabajadores, es una política criminal contra la clase obrera que tiene efectos no sólo desde el punto de vista económico, sino que también tiene efectos desde el punto de vista político».
CambiosEl economista explicó que con el modelo cogestionario del presidente Chávez los contratos colectivos de los trabajadores tendrán que hacérselos ellos mismos sobre la base de los niveles de rendimiento que alcancen en su trabajo, por lo que están destinados a desaparecer para favorecer la recuperación de la empresa.
Recalcó que esta realidad económica hace que se «rompa con la solidaridad de su clase, porque existirán intereses privados. Esto es un mecanismo perverso que no se ha aplicado únicamente en Venezuela, sino que en la Alemania de la postguerra muchas empresas que estaban en la ruina y endeudadas pasaron a manos cogestionarias, pero cuando salieron a flote se las quitaron a los trabajadores y nuevamente pasaron a ser del Estado. Y es que en esos casos se aplican las leyes del capital que son inexorables».
«Nosotros queremos desenmascarar esta política del Gobierno, y por otro lado tenemos que producir un debate entre los trabajadores para que creen conciencia, porque la misión histórica de los trabajadores no es convertirse en empresarios, es construir una nueva sociedad de verdad», puntualizó.
Sobre la forma como se está aplicando la cogestión en Alcasa, Hermoso, apuntó que allí lo que reina es un proceso meramente político, «nosotros consideramos que lo que sucede en Alcasa es un readecuamiento de carácter eminentemente político. Pensamos que en Alcasa ni siquiera tienen un conocimiento exacto de lo que significa una empresa de esta magnitud y pensamos que allí -como se dice vulgarmente- hay mucho de piratería y mucho de discurso político, y estamos a la espera de que den los primeros pasos genuinos de lo que es la cogestión».
El profesor de la UCV considera que «si aplican la cogestión en Alcasa, y si eso supuestamente forma parte de la construcción del socialismo, tendrían que hacer una demostración muy similar o exacta de lo que se está haciendo en las empresas textiles. Los trabajadores tendrán que cubrir la deuda que tiene Alcasa, los trabajadores tendrán que producir para pagar impuestos al Estado venezolano y los trabajadores tendrán que satisfacer sus propias demandas. Entonces, estaríamos dejando en manos de la clase obrera de Alcasa poner a flote a una empresa que en este momento tiene una situación que es bastante difícil».
– Quiere decir que el modelo de cogestión que se está aplicando en Guayana no va para ninguna parte.
– A nuestro juicio no y la experiencia histórica te indica varias cosas. Por ejemplo, en Alemania luego de varios años, incluso en algunas empresas en las que la clase obrera se autoinmoló en aras de una supuesta propiedad cogestionada, las empresas volvieron a manos privadas. Y en el caso de Yugoslavia, sabemos que fue una nación que se desintegró por una guerra civil cosa que fue anunciada cuando se empezó a implantar la cogestión y la autogestión obrera. La cogestión no es socialismo, en lo absoluto. La cogestión es capitalismo puro, porque tiene que cumplir con los principios, leyes, normas… toda empresa en el capitalismo tiene que generar beneficio y el beneficio precisamente se obtiene por la vía de la explotación de la clase obrera, no otra cosa. Y eso lo sabe el señor Carlos Lanz, porque ese es el ABC y puedo dar fe de que algo de eso conoce porque estuvimos juntos en algunos seminarios en la Escuela de Sociología de la Universidad Central de Venezuela, hace unos cuantos años.
Pura manipulación
El economista aclaró que la cogestión no significa que la toma de decisiones esté en manos de los trabajadores, lo que sí implica la cogestión es que los trabajadores sean copropietarios de la empresa. «La gestión y la gerencia no necesariamente cae en manos de los trabajadores, por eso es correcto cuando se señala que cogestión no es control obrero, eso es otra cosa y tiene que ver con otra forma de propiedad».
– Han revisado el proyecto de Ley de Cogestión ¿Qué opinión tiene sobre esa legislación?
– No solamente lo hemos revisado, sino también el acuerdo macro con las empresas para cogestionar. Y evidentemente que allí las cosas están claras, ahí las cosas apuntan en una dirección absolutamente capitalista, que no tiene absolutamente nada que ver con el socialismo y eso de darse, evidentemente que conducirá a un aumento brutal de la explotación del trabajo.
El nuevo socialismo
El nuevo socialismo
– Como organización política de izquierda, ¿qué opinión tienen sobre el socialismo del siglo XXI que promueve el presidente Chávez? ¿Esto que está haciendo el Presidente corresponde a un socialismo del siglo XXI?
– No, esto que está haciendo Chávez no tiene nada que ver con el socialismo y mucha gente que está en el Gobierno sabe que esto es una payasada y un engaño brutal a la gente en Venezuela. Tratan de identificar socialismo con misiones, tratan de identificar socialismo con cogestión y cooperativismo que son mecanismos económicos totalmente obsoletos. Por la vía del casabe y la vía de la Ruta de la Empanada no se industrializa ningún país, un país se industrializa sobre la base de la industria pesada, del desarrollo de la industria ligera, de un mercado interno sólido con buen poder adquisitivo de las grandes mayorías, de tal manera que ese mercado interno catapulte la posibilidad de exportar en condiciones de mayor competitividad.
Hermoso insistió al señalar que lo que promueve con tanta insistencia el presidente Chávez «no tiene nada que ver con el socialismo y no es más que un régimen político brutal que en aras de consolidarse se ata o se amarra o propaga un conjunto de tesis que se correspondan con el estado de conciencia de las masas. El pueblo venezolano ciertamente quiere cambios, y si algo demuestra el gobierno cuando propaga la idea del socialismo, es que el pueblo está identificado con el socialismo y no le tiene miedo al socialismo. Y nosotros creemos lo malo es que se esté engañando al pueblo porque el socialismo supone una cosa muy diferente».
A decir del dirigente nacional de Bandera Roja el socialismo supone la socialización -por la vía de la estatificación- de empresas como Pdvsa, «no la entrega de Pdvsa a los gringos, no la entrega de la industria petrolera a la Chevron y a Estados Unidos. La socialización de Alcasa y de Venalum significa que sean empresas productivas en las que los trabajadores tengan remuneraciones productivas, estabilidad laboral, seguridad social, mejores condiciones de trabajo. Socialismo significa la independencia de Venezuela, que Venezuela produzca el maíz y el sorgo, que haya un desarrollo del campo, no una agricultura de puertos. Socialismo es la liberalización de la fuerza productiva no este desastre económico, el socialismo requiere que la dirigencia se le presente al país limpia, con ética a toda prueba y un compromiso con el pueblo venezolano, no esta partida de corruptos, como los que existen en este gobierno».
«El modelo socialista es demasiado hermoso y está siendo mancillado por un régimen autoritario. Fíjate que una de sus tesis es el control social y el socialismo no tiene que ver con el control social, y ¿qué control social quiere el chavismo?, lo que quieren es vigilar a los venezolanos y convertirlos en sapos, eso no es socialismo. Una cosa es un órgano de participación social para que la gente se incorpore y una muy distinta es convertir a algunas instancias en nidos de delatores… la lista de Tascón multiplicada quien sabe por cuantos comités, listas en los barrios, en los colegios, en las universidades, en las empresas para delatar a aquellos que enfrentan al gobierno chavista, eso no es socialismo», subrayó.
El asesor de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, dejó claro que el socialismo es una acción libertaria de la sociedad, de participación en la que la riqueza debe abundar y ser colocada en manos de las grandes mayorías, «mientras que aquí lo que vemos es que la riqueza nacional está en manos de muchísimos corruptos, como nunca la corrupción se ha convertido en una forma de acumulación de capital».
Reformar para cercenar
El asesor de la CTV y profesor universitario, Carlos Hermoso, afirma que la reforma que se está planteando del Código Penal refleja «lo que es el socialismo de Chávez, en el que los trabajadores no van a poder ejercer el derecho a huelga porque el Ejecutivo pone la determinación de cuál área es estratégica y por tanto una huelga iría en contra del interés nacional».
Adelantó que la cogestión y el cooperativismo son otros de los mecanismos que está impulsando el Gobierno para destruir el derecho a huelga. Por eso el académico plantea que lo primero que tienen que hacer los ciudadanos es «desenmascarar a este Gobierno, enfrentar estas leyes y vincularse a los trabajadores de manera más directa. La oposición venezolana, si algo tiene que hacer en este momento es vincularse a la gente desde abajo, educar y desenmascarar a este Gobierno que no es socialismo, ni nada que se le parezca».
Recalcó que esta exagerada discrecionalidad por parte del Ejecutivo es lo que hace que su modelo socialista no sea tal. «Con la Reforma Penal se está cercenando el derecho a huelga y cualquier huelga puede ser considerada antinacional».