Desde Algarada, organo del Partido Bandera Roja de Los Valles del Tuy, Estado Miranda, nos llega este artículo de mucha importancia para nuestra militancia referido a la formacion. Lo compartimos con ustedes.
Para los marxistas-leninistas, el quehacer revolucionario pasa por asumir con ímpetu la acción revolucionaria. Esto significa que el revolucionario es aquel que está dispuesto a entregarle la vida a la revolución, aquel que duerme y se levanta pensando en ella. Este principio no quiere decir en ningún momento: dejarse matar y convertirse en mártir. De lo que se trata es de despertar pensando en cómo organizar las tareas y accionarlas directamente con las masas, para desarrollar ideas que contribuyan al trabajo unitario, a la captación de nuevos cuadros y de militantes dispuestos a dar la lucha política e ideológica en cualquier frente.
Para ello, es necesario entonces estudiar, formarnos ideológica y científicamente para dar respuestas objetivas y certeras a los fenómenos sociales que afectan a las masas, preparando de esta forma las condiciones que se requieren para generar una revolución e igualmente, organizar en las comunidades campesinas, en las fábricas, en cada barrio, en cada liceo y en cada universidad, las células indispensables para el crecimiento del partido y el trabajo revolucionario…
En el desarrollo de una organización marxista-leninista, la cual como vanguardia, tiene el papel histórico de dirigir al proletariado en su lucha contra el sistema capitalista, de seguro encontraremos muchos contratiempos, que sólo serán superados con la correcta aplicación a la realidad concreta de las herramientas científicas, tales como: el materialismo histórico y el materialismo dialéctico. Para esto, es necesario estar en permanente contacto con las masas, valorando y evaluando su accionar, ubicando a los posibles aliados tácticos, con los cuales el partido del proletariado fortalezca su acción revolucionaria y avance en su objetivo estratégico para la toma del poder.
En ese sentido, es indispensable impulsar los siguientes elementos en nuestro trabajo:
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Vincularnos con las masas en las luchas diarias, evidenciando las necesidades sociales, e impulsando su organización para el logro de los objetivos tácticos trazados, orientando la constitución de frentes de luchas sociales.
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Ampliar el conocimiento sobre las ideas de su lucha y la vinculación con la lucha de clases. Impulsando la constitución de frentes de luchas políticas.
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Incorporar al partido a todo aquel que quiera venir con nosotros a construir un nuevo poder. Promoviendo para ello, la conformación de las células: centro natural para su formación política e ideológica, para el debate y la acción, y que es por excelencia, la forma organizativa más idónea para derrotar la cultura del individualismo neoliberal, desarrollando una conciencia colectiva y solidaria. Es el nicho donde a la luz del trabajo permanente de propaganda, agitación, organización y dirección de las masas, se forjan los cuadros.
La revolución no es trabajo fácil y mucho menos trabajo de una sóla persona, por eso debemos concientizarnos en primer lugar nosotros mismos, de cuánto estamos dando para organizar la lucha, y nos daremos cuenta que aún nos falta entregar más de nuestro accionar, más de nuestras ideas, más desprendimiento y humildad; para que nuestra conciencia y convicción sea la que nos mueva en esta realidad constantemente cambiante. Una vez que nos veamos como verdaderos revolucionarios podremos llevar nuestras ideas de forma mucho más clara y concreta a la clase obrera, al campesinado, a los estudiantes, a nuestro vecinos. Lo que facilitará la captación, la atención de las masas y la comprensión de nuestros objetivos, uniendo las luchas para la canalizacion de las situaciones revolucionarias que permitan construir un nuevo poder.
Círculo de Estudio del Partido Bandera Roja y
la Unión de Jóvenes Revolucionarios de los Altos Mirandinos, Estado Miranda