NOS TOCA CONSTRUIR UN NUEVO PAÍS
La Universidad venezolana está ahorcada. El que quiera entender el por qué de esta asfixia debe saber que a Venezuela la está desindustrializando, la están desmantelando en su soberanía económica y la están destruyendo progresivamente en sus capacidades productivas. Entonces, es obvio que profesionales de alta calificación NO LE SEAN ÚTILES a los burócratas, a los gobierneros ni al Estado. Ésta es la verdadera razón de la asfixia presupuestaria. Esta, quizás, es la razón por la que excepcionalmente algunas autoridades administran la crisis de hambre de la Universidad.
Profesionales altamente calificados sólo le son útiles a un país con aspiración de desarrollo industrial, con aspiración de desarrollo social y con búsqueda de mayor bienestar ciudadano. Adicionalmente al deseo gubernamental de doblegar la academia políticamente, el gobierno por efecto termina por destruir la esencia fundamental del conocimiento: La Libertad y la Verdad.
Son estas razones las que hacen que nuestra lucha por el Presupuesto Universitario no esté desvinculada de la lucha por una verdadera autonomía y por una universidad al servicio del desarrollo de nuestro país. Manifestar en favor de un presupuesto justo es manifestar por la posibilidad de crear un conocimiento al servicio de la nación; una investigación al servicio de la industrialización y el desarrollo humano; una extensión al servicio de la nueva organización ciudadana; unos profesionales al servicio de un futuro de desarrollo nacional y de bienestar.
Nuestra lucha es por la Autonomía del conocimiento, desde ese conocimiento que se reproduce en educación media, hasta el que se requiere crear y transformar en la universidad. Una autonomía de los saberes y de la producción de conocimientos para el alma y la razón, pero sobre todo, para el desarrollo de la producción nacional. No la autonomía de la mediocridad sumisa, sino la autonomía de la verdad y de su virtud transformadora.
Nuestra labor es luchar por unaVenezuela de verdadera justicia, democrática y productiva, en donde el derecho a la propiedad esté hermanado con el derecho al bienestar colectivo, y en donde el tod@s y el cada un@ sean respetad@s desde sus sueños, metas y objetivos personales hasta los colectivos, para alcanzar la igualdad desde la posibilidad y no desde la obligatoriedad.
Nuestra lucha es por una generación que salve lo que queda de patria, para reconstruirla desde nuevos cimientos, desde nuevas bases y con nuevas perspectivas; desde una democracia incluyente y alternativa, donde lo alternativo y de permanente cambio sea lo obligatorio; desde una democracia en donde la gente tenga la decisión final desde el principio, y no a la inversa; desde una Nueva Política y desde una Nueva Democracia.
Creemos que en este trance el Movimiento Estudiantil debe ser transformado. Entendemos perfectamente que la palabra «Unidad» no sólo pertenece a los procesos electorales, ni mucho menos a discursos altisonantes. La Unidad debe presentarse en cada una de las luchas que emprende la gente por sus derechos, la unidad está garantizada desde abajo, si se comulga con un objetivo general.
El Movimiento Estudiantil debe convertirse en una Alternativa de País para todos incluyendo a “los del medio” de esta diatriba, que buscan sin encontrar un proyecto que le permita la identificación con algún sector; el sector es Venezuela, el color es Venezuela, y el desarrollo, el progreso y la democracia son el principio rector de nuestra iniciativa. Unir las luchas de todos por los derechos de todos y hablarle al país para decirle, desde la más profunda perspectiva democrática, que sin derechos no hay revolución.
Retomamos la batuta de la lucha con mayor madurez política, con mayor experiencia, pero siempre con la irreverencia que nos caracteriza, con la condición revolucionaria pero genuina que nos caracteriza a los jóvenes, y con la convicción de que si logramos este cometido, apenas comienza una revolución.
Basta ya. No se trata de derrotar al gobierno simplemente, sino de derrotar todo lo que significa como sistema político para Venezuela. Reconciliar a l@svenezolan@s desde la ética y la probidad, desde la inteligencia y la razón, y desde el corazón y la franqueza, para unir al país en el progreso y el bienestar. Esa es nuestra demanda
Dirección Nacional / Juventud Bandera Roja Unión de JóvenesRevolucionarios