Enhorabuena apareció el llamado de Juan Guaidó, Presidente (e) de la República, a unir esfuerzos contra el fraude electoral y salvar a Venezuela de la debacle en que se encuentra. Convoca a construir una agenda común de lucha y movilización. Desechar las ilusiones y disponernos a levantar el aliento y la esperanza del pueblo venezolano por un cambio que restituya la Constitución, nos dignifique social y económicamente y nos libre de la tiranía.
Hemos construido y vamos a exponer una hoja de ruta para enfrentar al fraude y salvar a Venezuela.
Propongo a todos los liderazgos del país que asumamos un compromiso: acordar y presentar un camino común en los próximos días. #PorUnaRutaUnitaria pic.twitter.com/YICf1J1BLn
— Juan Guaidó (@jguaido) August 19, 2020
Desde Bandera Roja, aplaudimos y hacemos nuestro el esfuerzo por ratificar nuevamente el compromiso unitario de quienes abogamos por la democracia, la libertad y la justicia social. Es momento de seguir avanzando en la construcción y coordinación de la fuerza que nos permitirá liberarnos de este régimen despótico y dictatorial. Venezuela es tierra de hombres y mujeres libres.
Un pacto unitario debe partir por definir o ratificar el objetivo principal: desplazar o derribar el régimen dictatorial, que ha violentado abiertamente todo el orden constitucional y legal de la República, que ha violado los más elementales derechos humanos, referidos no solo al ámbito civil y político, sino también y más notoriamente a los derechos económicos, sociales y culturales de nuestra población, que ha visto descender sus condiciones de vida, de trabajo y de subsistencia a niveles infrahumanos. Para colmo, ha hipotecado el futuro de las venideras generaciones de venezolanos al entregar y subastar nuestras riquezas a potencias internacionales, castrando cualquier posibilidad de desarrollo nacional autónomo e independiente, y de un real ejercicio de nuestra soberanía.
Definido el fin principal del compromiso unitario, necesario es dejar muy clara la ruta estratégica común que permitirá una mayor confluencia de voluntades en favor de aquél. La estrategia no se restringe a una acción o a una iniciativa, por más importante y vital que ella sea, ni tampoco a una respuesta o postura ante una maniobra del régimen, como, por ejemplo, la farsa electoral del venidero 6 de diciembre. La estrategia debe partir de considerar al pueblo venezolano como el principal protagonista de la gesta libertaria, sin desmedro o desprecio de toda la ayuda de los pueblos y naciones que nos brinden su apoyo. Un pueblo sublevado y rebelado es a lo que convoca el articulado de la Constitución para restituir su vigencia plena. Rebelión que se expresa en el desconocimiento y la desobediencia de un régimen de facto, y que necesita ser organizada desde la base de la sociedad utilizando mecanismos asamblearios que solidifiquen el tejido social en pro del cambio político y como avance de nuevas formas de expresión democrática.
Se requiere organizar todas las fuerzas dispuestas a la lucha en todos los espacios sociales y dentro de todos los estamentos institucionales. Obreros, empresarios, estudiantes, profesionales, maestros, campesinos, jubilados y pensionados, soldados y oficiales de nuestra Fuerza Armada, policías, amas de casa, exiliados, ciudadanos todos, debemos cohesionar nuestra fuerza organizativa para desplegarla unificada o separadamente en un plan que disponga una visión certera de cómo conducir esa conjunción de fuerzas en el tiempo y fijando objetivos y metas parciales que deben irse cumpliendo.
La desesperación y la creación de falsas expectativas no ayudan para nada, y por lo general terminan siendo contraproducentes. Ciertamente, los errores cometidos por la dirigencia opositora han llevado desaliento y desesperación, pero también, al no acertar en la caracterización del régimen, de sus apoyos internacionales y de su capacidad de maniobra y engaño, se ha subestimado a la dictadura, que cuenta con una escasísima porción de apoyo popular pero ha desplegado todo un sistema de terrorismo de Estado que lo hace ver como inexpugnable, cuando en realidad se halla en circunstancias de extrema debilidad. Terrorismo, represión y amedrentamiento que se combinan con políticas de control social, de halagos y compra de conciencias, jugando con el hambre y las necesidades más básicas de la población.
Es vital establecer un mando direccional, con amplitud, desprendimiento, sindéresis, junto con eficacia, operatividad, experiencia y capacidad ejecutiva, alejado de posiciones sectarias, hegemonicistas y excluyentes. Se trata de crear equipos operativos que asuman líneas particulares en el desarrollo de la lucha popular, de la respuesta oportuna a los hechos cotidianos, de la propaganda alentadora y la formación ética, de la forja del temple de la vanguardia, de la constitución del Gobierno de Emergencia, entre otros. Esto haría posible que las respuestas opositoras estuviesen centradas en el fin común, y a su vez permitiría multiplicar y diversificar las vocerías sectoriales, regionales, comunitarias, permitiendo la emergencia de miles de liderazgos vinculados a las acciones e iniciativas concretas.
Repetidamente en 2002, 2007, 2014, 2015, 2017 y 2019 el pueblo venezolano ha mostrado su disposición a aportar lo que sea necesario para producir un cambio político. Hagamos el mayor de los esfuerzos para que este Pacto Unitario reúna la mayor y mejor sabiduría, la del pueblo organizado y la de los líderes, que ponga definitivo fin a este régimen de oprobio y que —liberando a todos los presos y perseguidos políticos y atrayendo a la enorme diáspora de venezolanos de buena voluntad— abra vías para la reconstrucción de una Venezuela de democracia, desarrollo, bienestar y justicia social.
Finalizamos con palabras de Guaidó: “Ha llegado el momento de dar un nuevo paso fundamental para el futuro de nuestra nación porque el presente y futuro pertenecen a Venezuela y a todos (…) Nuestra lucha sobrepasa cualquier grupo y los une a todos. Así reactivamos la esperanza y la movilización del pueblo”.
Caracas, 23 de agosto de 2020
De: Dirección Nacional de Bandera Roja (r)
Para: Despacho de la Presidencia
Asunto: Respuesta a convocatoria de Pacto
Abajo la dictadura
Desechar las ilusiones y prepararse para la lucha
La rebelión es el camino
Dirección Nacional de Bandera Roja (resistencia)
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Nací en el 49 y deseo profundamente un país con Democracia.
Dios es más fuerte que el enemigo.
Amen
En la Unión está la fuerza.
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