Hace 40 años, un lunes 4 de octubre de 1982, en un bombardeo aéreo y un cerco militar y policial desproporcionado, caen asesinados 23 militantes de Bandera Roja en Cantaura, población campesina del estado Anzoátegui en donde se encontraba la guerrilla del Frente Américo Silva (FAS), fuerza guerrillera de nuestro partido en ese entonces, comandada por Roberto Rincón Cabrera, apodado con afecto como “El catire Rincón”.
Aquel octubre, en la zona conocida como Los Chingurriales del Morocho Evans, se había concentrado el destacamento guerrillero para realizar una operación político-militar dirigida a la toma política del pueblo de Cantaura. El frente venía de una racha de operaciones exitosas y de crecimiento de su incidencia de masas.
Escribió hace un tiempo nuestro presidente Pedro Arturo Moreno (link), que “meses antes las fuerzas armadas y de seguridad del Estado, en Barbacoas, estado Anzoátegui, habían hecho un operativo similar, pero sin utilizar la aviación, y habían salido derrotados, aun cuando habían causado dos bajas a la guerrilla, la cual detuvo a un funcionario de la DISIP (hoy SEBIN) que al poco tiempo fue entregado sin haberle proferido ningún castigo o daño físico. El general al mando, Murga Cabrices, estaba decidido a vengarse de la afrenta antes recibida. El bombardeo y ametrallamiento (al FAS en Cantaura) comienza a las 5:45 de la mañana y causa consternación en las filas guerrilleras que se aprestan a defenderse, quedando heridos 6 combatientes”.
De forma detallada y precisa, luego de cuatro años de investigaciones internas en el partido, nuestro actual secretario general, Gabriel Puerta Aponte, escribe en 1986 una minuciosa reseña crónica (link) de los sucesos que condujeron a esta masacre, perpetrada durante el gobierno de Luis Herrera Campins, y que invitamos a leer con atención.
Escribe Gabriel lo siguiente: “Los sucesos de Cantaura originan confusión y dudas acerca de la capacidad de las fuerzas revolucionarias. Los sucesivos golpes recibidos antes y después de Cantaura por el partido Bandera Roja motivarían no pocas interrogantes. El objetivo político del gobierno, que no era otro que el de frenar el ascenso que venía experimentando el movimiento popular y revolucionario, fue logrado en lo fundamental. Debilitar las fuerzas propias, los revolucionarios tienen que invertir un esfuerzo para su recuperación, lo que da tiempo y condiciones a la burguesía para mantener su clima de conciliación social en el proceso electoral que se aproximaba, y más allá de él.”
Como un terrorífico Déjà vu, hoy Bandera Roja es nuevamente objeto de un ataque represivo. No en vano se ha convertido en la organización con más presos políticos en Venezuela. Justamente cuando el movimiento social y político de los trabajadores viene en ascenso; cuando existe una inevitable tendencia a la coincidencia entre los revolucionarios ya no solamente por desenmascarar la política económica y social adelantada por el régimen de Nicolás Maduro; cuando se comienza a evidenciar la relación entre la crisis actual y una política económica que inició con el mismo Hugo Chávez, denunciada desde sus inicios por nuestra organización; justo en esta circunstancia en la que los trabajadores comienzan a despertar ante una política de destrucción del trabajo y del salario de los venezolanos; es en estas condiciones en las que acusan falsamente y detienen a cuatro dirigentes de Bandera Roja, con un expediente basado en mentiras y hechos inexistentes e inconexos, incoherentes en materia jurídica y desde cualquier punto de vista lógico.
Pero la política en procura de la desaparición de nuestra organización, no comienza ni termina en Cantaura. Tampoco inicia con la detención de nuestros cuadros, la persecución y acusación hacia nuestra organización y hasta el asesinato de nuestros compañeros desde el inicio del gobierno de Hugo Chávez, como cuando en 2002 fue asesinado el 11 de abril nuestro dirigente juvenil y obrero Jhonnie Obdulio Palencia. El objetivo del régimen de Nicolás Maduro no se diferencia del de Luis Herrera sino y quizá, en la técnica a utilizar.
En tiempos del chavismo, nuestra organización fue despojada de sus siglas en 2012, como ha sucedido con otras organizaciones, incluyendo aquellas que por un trecho acompañaron a Chávez. Intentaron comprar a muchos de nuestros dirigentes y militantes. Han intentado dividir nuestra organización y procurar por todos los medios posibles su extinción. En 2014 detienen a nuestra secretaria nacional juvenil, Sairam Rivas, quien permaneció en los calabozos del Sebin por 5 meses por el solo hecho de convocar a manifestaciones contra el gobierno de Maduro. En el presente, recurren abiertamente al mecanismo de la represión en medio de una estrategia de acusación falsa y vilipendio que busca, además, inhibir a otras organizaciones que coinciden en el análisis y la política para enfrentar en este momento las medidas económicas y sociales de hambre del régimen actual.
No es coincidencia la semejanza de la represión desatada contra los revolucionarios en tiempos del bipartidismo y la que se ha llevado a cabo en más de 20 años de chavismo. Es la política que desarrolla cualquier régimen burgués cuando ve peligrar al poder establecido y cuando, peor aún, ve la posibilidad de perder la mascarada a la cual ha recurrido para engañar a los trabajadores durante estos años. Es en este contexto en el que recrudece la represión contra Bandera Roja y contra varias organizaciones revolucionarias también.
Pero el chantaje de la retórica y la palabra sin realización real, aún parecen privar, por encima de los hechos, en la mente y disposición de muchos buenos dirigentes del pueblo. El discurso y el chantaje del barniz “socialistoide” del que han logrado cubrirse, parece causar aún un efecto impermeable ante la tendencia objetiva y natural de la unidad del pueblo y en particular de los revolucionarios, tan necesaria en estas circunstancias.
Como hace 40 años, las diferencias en el terreno teórico y quizá doctrinario, existen y van a existir. Pero aquella Masacre de Cantaura buscó frenar ese asenso experimentado en el movimiento de masas y, a la luz de los años, pudiéramos decir que lo logró. El asunto es que hoy todos tenemos no solo memoria sino experiencia en cada ardid al que recurre el capital y la oligarquía para perpetrar su dominio y su hegemonía. Retumban hoy con fuerza telúrica aquellas palabras del escrito de Gabriel Puerta, Ocurrió cerca de Cantaura: “Y la lógica del pueblo, que es una poderosa lógica, es la lógica de sobreponerse a cada derrota: de luchar, ser derrotado y volver a la luchar, y así hasta la victoria.”
Es vital recordar que uno de los pilotos de los Camberra era el oficial Róger Cordero Lara, quien luego —20 años después— fue premiado por Chávez y el Psuv, y elevado a diputado en la Asamblea Nacional. Codo a codo estuvo compartiendo, justo al lado de quienes en 1982 vieron con horror aquella masacre perpetrarse. Estos son los hechos, los que deben guiar nuestro análisis y las acciones que emprendemos.
Frente a esto no habrá nunca un ánimo de venganza. El escrito anterior explica la diferencia entre la conducta de los revolucionarios y la del Estado, antiguo y actual: «A los prisioneros (capturados por la guerrilla en pleno combate) se les retuvo hasta tanto los guerrilleros lograban alejarse del lugar. Después, fueron puestos en libertad. Una actitud sin duda contrastante: con toda la inferioridad en ese combate, la guerrilla logra apuntar a cuatro soldados y los libera sanos y salvos, mientras que las fuerzas gubernamentales no tomaron ni un prisionero, ni siquiera heridos, pese a la superioridad».
No ha cambiado el carácter de clase del Estado venezolano y de sus representantes gobernantes. Y nuestro carácter revolucionario tampoco ha cambiado. Somos y seremos siempre un destacamento de los trabajadores, de los proletarios de nuestra nación y del mundo. Apostamos, por tanto, a la unidad de todos los que así se consideran, más allá de las palabras. En sus actos los veremos. Hoy Venezuela reclama una muy amplia Unidad para que nunca más una masacre como esta se vuelva a repetir. Reclama la Unidad de todos, para conquistar la liberación real y verdadera de nuestro país de intereses imperialistas de cualquier bandera. Pero también reclama Unidad de los revolucionarios para avanzar hacia el verdadero socialismo y la construcción de una sociedad de productores libremente asociados, de bienestar, desarrollo, progreso y democracia.
Aquel fue el sueño de Cantaura que intentaron silenciar con bombas y metralla. Aquellos 23 jóvenes hoy siguen vivos en nuestros sueños y en nuestra acción. La dictadura que hoy rige en nuestro país, no podrá enlodar su memoria por más uso que de su nombre hagan para esta gran e inigualable estafa. Hoy, aquel sueño reclama la Unidad de la clase y de sus destacamentos. Unidad para conquistar finalmente la liberación social. El primer paso, derrotar la dictadura.
- Roberto Antonio Rincón Cabrera, (alias Sergio o El Catire, Primer Comandante del Frente)
- Enrique José Márquez Velásquez (alias Florencio, Segundo Comandante)
- Rosa Emperatriz Guzmán Cordero, (alias Sonia o Chepa, Tercer Comandante) primera mujer guerrillera del Oriente venezolano al comando del Frente Guerrillero Antonio José de Sucre, fundado por Américo Silva y otros legendarios pioneros de la guerrilla.
- Sor Fanny Alfonzo Salazar (alias Patricia y Pat, Miembro de la Comandancia);
- Carlos Jesús Arzola Hernández;
- José Miguez Nuñez, (alias Rivas y El Españolito);
- Mauricio Tejada, (alias Plaza)
- Carmen Rosa García, (alias Rosi);
- Ildemar Lorenzo Morillo;
- Carlos Alberto Sambrano Mira; (alias Jaime)
- María Luisa Estévez Arranz (alias Natasha);
- Antonio María Echegarreta Hernández;
- Beatriz del Carmen Jiménez, (alias Maira);
- Baudilio Valdemar Herrera Veracierta;
- Jorge Luis Becerra Navarro, (alias Gilberto);
- Eumennedis Ysoida Gutiérrez Rojas, (alias Heydy);
- Diego Alfredo Alfonso Carrasquel;
- Luis José Gómez;
- Eusebio Martel Daza (alias Domingo);
- Rubén Alfredo Castro Batista;
- Nelson Antonio Pacín Collaso; (alias Freddy)
- Julio César Farías Mejías
- José Isidro Zerpa Colina
Honor y Gloria
Comisión Nacional de Comunicación y Propaganda
Partido Bandera Roja
Caracas, 4 de octubre de 2022