Tomado de aporrea.org
«Ahora sí es verdad que se subió la gata a la batea y no me queda más remedio que soltar la lengua y contar, con lujo de detalles, los actos irregulares dirigidos por el señor Mario Silva amparado en una parte del equipo de La Hojilla. Esto porque ha sido publicado en Aporrea un comunicado del “equipo de La Hojilla” atentatorio contra la reputación de personas honestas, como es el caso de mi amiga Eileen Padrón. Ese libelo infamatorio lo firman dos personas que no son empleados ni contratados del canal: Rómulo Díaz y Carmen Victoria Cova. Igualmente firman los tres escoltas de Mario Silva (¡uf, cuan poderoso eres, chico malo!) que no formaban parte del equipo de producción del programa, sino que conforman su cuerpo armado personal: Juan Carlos Barrios, Omar Moreno y Yonathan Hernández. Otras dos personas que allí aparecen me han asegurado que ellos no firmaron ese documento, pero eso que lo aclaren ellos, porque de eso se trata de ahora en adelante: que cada quien asuma su responsabilidad. Otro de los firmantes, Julio Guerrero, tiene rabo de paja (¿sabes lo que hiciste? Bueno, ya lo voy a contar). Por otra parte, ni Néstor Francia, ni Eileen Padrón, ni Carolina Cestari (productora del programa), ni Victoria Ollarves (Secretaria), todos trabajadores de VTV, menos Néstor Francia, avalan esta nueva pantomima creada por mentes retorcidas.
Y ahora “prepárensen” que lo que viene es candela:
Un día jueves me llamó la productora del programa diciéndome que se había comunicado con el programa un supuesto escolta de Patricia Poleo que estaba renunciado a ese presunto trabajo y que tenía importantes informaciones para La Hojilla. De inmediato la instruí en el sentido de que el mencionado sujeto debería ser remitido a la Fiscalía General de la República, ya que aparecía involucrada una persona pública que ha sido demandada penalmente. Di por sentado que algo tan elemental iba a ser aprobado por todos. El día viernes recibo otra llamada y se me dice que el presunto escolta estaba en las instalaciones del canal. De nuevo instruyo para que se haga presente un fiscal y tome el asunto en sus manos. El personaje, según supe más tarde, expresó, entre otras afirmaciones, que estaba siguiendo a Eileen Padrón porque Patricia Poleo iba a dar instrucciones para asesinarla: vea el lector la gravedad del hecho, lo cual dimensiona la barrabasada ilegal, parapolicial que se cometió.
El presunto escolta fue introducido al canal de manera subrepticia, sin que fuera registrado en el libro de novedades y de la misma manera fue sacado posteriormente. Inclusive fue movido por el canal por los “caminos verdes”, ya que no aparece en las grabaciones de las cámaras de seguridad (¿o fueron “limpiadas” las grabaciones posteriormente, ya que estaba implicado personal de seguridad de VTV en el delito?). Luego fue encerrado en un sótano del canal y sometido a un interrogatorio (los implicados dicen que fue una “entrevista”) En la “entrevista” participó un funcionario de la Disip sin autorización de sus superiores y se usó una cámara para grabar las declaraciones del presunto escolta. Justo es decir que estuvieron presentes la productora del programa (Mario es también su jefe, así que consideró que se trataba de una actividad del programa) y Eileen Padrón, quien estaba aterrorizada por el supuesto plan de asesinarla, y quien en dos oportunidades exigió la presencia de un fiscal, lo cual fue rechazado por el disip y su carnal Mario Silva.
Pero hay mucho más: el presunto escolta fue conducido de inmediato a la sede de la Disip, donde ingresó sin que se hiciera registro del hecho, y sin conocimiento de las autoridades superiores de ese cuerpo de seguridad. Allí (¡oh, extraña casualidad!) el sujeto “reconoció” como informantes de Patricia Poleo a dos jóvenes empleados del canal, los cuales (¡zambomba!) son considerados enemigos personales por Mario Silva. Después de estas barrabasadas inconstitucionales, no sólo se permitió que el sujeto (implicado en un supuesto plan de asesinato) se fuera, sino que hasta se le dio dinero para un taxi.
Es a partir del conocimiento de este hecho que decidí renunciar al programa, pues me niego a convalidar la acción de aparatos parapoliciales mandados según los antojos e intereses de una persona y, sobre todo, me niego a aceptar que en mi lugar de trabajo se viole la Constitución Bolivariana de manera flagrante. Porque si no ¿de qué estamos hablando? ¿Es mentira, entonces, todo lo que decimos sobre ese libro sagrado? Ahí es donde recuerdo la frase de Chávez: “entre un principio y un millón de amigos, me quedo con el principio”.
Pero siguieron pasando cosas. En una reunión con la Directiva del canal, Mario Silva “reconoció” sus errores y ofreció corregirlos. Se redactó un documento en el cual cualquier lector avezado puede inferir la autocrítica, y que fue leído en el último programa, una vez que supuestamente nos habíamos puesto de acuerdo para salvar “La Hojilla”. Entre otras cosas se decía:
“Nosotros, los conductores del programa La Hojilla, reunidos en las instalaciones de VTV, en aras del mejor interés del pueblo y la Revolución Bolivariana, y con la intención de preservar la unidad reclamada por distintos sectores, reconocemos que se han cometido errores que deben ser corregidos con la mejor voluntad y esfuerzo, y comprometidos estamos a que no se repitan.
Acordamos hacer un llamado a todas las personas vinculadas al programa al fiel cumplimiento de los mandatos de la Constitución Bolivariana y las leyes de la República.
Agradecemos el apoyo solidario de distintos funcionarios públicos y al mismo tiempo creemos que sus funciones deben realizarse de acuerdo a las normativas institucionales y a las leyes, y con respeto a jerarquías y normativas de sus instituciones”
A buen entendedor, pocas palabras bastan. Sin embargo, al día siguiente, cayó la gota que derramó el vaso. Mientras se desarrollaba el programa, el señor Julio Guerrero (¡ajá, muchachón, aquí viene lo tuyo), editor del programa, bajó con un arma (supuestamente de Mario Silva) al estudio y la colocó al lado de una de las productoras, diciéndole “tenme esto ahí” (¡!). ¿Está autorizado Julio Guerrero para pasearse por el canal con un arma de fuego? ¿Tiene entrenamiento este señor para manejar armas? ¿Si ocurriese una tragedia por manejo inadecuado de armamento, sobre quién caería la responsabilidad? ¿Por qué un civil no autorizado anda armado en una zona de seguridad del Estado?
De inmediato llamé a Mario Silva, muy molesto, por supuesto, y le dejé un mensaje exigíendo explicaciones, que no me dio. Inclusive me llamó y me dejó un mensaje hablando de una cuestión secundaria y sin referirse para nada al nuevo desafuero. Mi paciencia se colmó y ahora sí no hay vuelta atrás.
Aunque no lo crean, aun hay más. La Directiva del canal convocó a una nueva reunión. El señor Mario Silva llegó tarde, lanzó un estoraque justificatorio y reconoció que él, personalmente, le había entregado el arma al señor Guerrero “para que se la guardara” (¡!). Después, de manera grosera, dejó a Eileen Padrón con la palabra en la boca y se retiró de la reunión sin explicaciones, dejando a los directivos del canal, incluida a su Presidenta, y a los otros dos conductores del programa con los crespos hechos (¡vaya actitud conciliadora!)
En esa misma reunión, Silva expresó que tenía redactado un comunicado pero “que no lo iba a publicar”. Yo celebré esa decisión y expresé que si él cumplía con lo dicho, yo igualmente me abstendría de seguir hablando del asunto y lo dejaría en manos de las autoridades competentes. Una vez más Mario Silva incumplió su palabra y no sólo publicó el comunicado, sino que además inició una campaña de desprestigio contra Eileen y mi persona, de la cual el pronunciamiento de hoy es sólo un elemento más.
Quiero reconocer el gran esfuerzo que ha hecho la Directiva de VTV por solucionar los problemas y su acertada decisión de solicitar a la Físcalía General de la República la investigación de los hechos denunciados. Sin embargo, voy a solicitarle el cumplimiento de algunas responsabilidades:
– Disolución del cuerpo de escoltas de Mario Silva y tratamiento de su protección con la dirección y supervisión de los cuerpos de seguridad del Estado
– Disolución del entorno personal creado por Mario Silva en las oficinas de La Hojilla
– Sanciones contra el señor Julio Guerrero por los hechos aquí denunciados
– Aceleración en la aprobación de proyectos de programas que se han presentado, derecho que nos hemos ganado por el trabajo realizado y el cariño del público. Esto incluye el derecho de Mario Silva a tener su propio espacio, mientras cumpla religiosamente con las leyes de la República y las normativas del canal
– Investigación interna a la Gerencia de Seguridad de VTV por las omisiones y/o complicidades aquí denunciadas
Solicito igualmente a la Disip control de las actividades de los funcionarios policiales vinculados a Mario Silva y aplicación de las sanciones correspondientes si las investigaciones arrojan responsabilidades personales.
Ahora voy a responder un par de perlas del referido pronunciamiento:
1) No cobro ni un centavo en el canal, así que no puedo estar todo el día allí. Soy asesor de PDVSA, donde tenemos trabajo como arroz. El señor Mario Silva es un contratado del canal y entiendo que cobra más de tres millones de bolívares. ¡De bolas que tiene que trabajar que jode!
2) No veo porque se tiene que involucrar al presidente Chávez en este asunto. En todo caso, a pesar de tantos amigos que tengo en el gobierno, no he llamado a nadie del alto gobierno para involucrarlo. No practico el tráfico de influencias, como hacen otros
3) No le ando jalando al pueblo, porque soy parte de él. Al pueblo lo respeto (es decir, me respeto a mí mismo) y no lo utilizo
4) En vista de informaciones que manejamos Eileen y yo de que se nos está haciendo seguimiento, responsabilizo al cuerpo parapolicial señalado de cualquier cosa que pueda ocurrirme, incluidos los funcionarios de la Disip involucrados, cuyos nombres tengo y mantengo en reserva en resguardo de las investigaciones y por respeto a las normas de seguridad del Estado.
Email: [email protected]
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