Venezuela, Zulia 10/03/14
Según recoge la ONU en el primer artículo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes: «A los efectos de la presente Convención, se entenderá por el término «Tortura»: “ todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos sufrimientos sean infligidos por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia…”
La tortura, según lo ya descrito, también PUEDE SER INFLIGIDA POR EL SÓLO PLACER DE HACER SUFRIR A UN SEMEJANTE, experimentando quien así lo hace, el placer sádico de los sociópatas.
Hoy como venezolana y Trabajadora Social estoy totalmente sorprendida y avergonzada, una vez más, con las declaraciones de la Defensora del Pueblo Gabriela Ramírez, de quien se dice que es Trabajadora Social. Esta vez pasaste, Gabriela, esa línea invisible pero existente que establece el ámbito de los deberes profesionales; me refiero a ese conjunto de normas y valores que nos diferencian de otras personas al señalarnos responsabilidades especiales en la Ley del Ejercicio de la Profesión del Trabajo Social.
Hoy muchos de mis colegas  luego de tus declaraciones del día 08/03/2014 están indignados y por este medio le queremos decir a quien pueda interesar que rechazamos totalmente las declaraciones de la  Defensora del Pueblo!  
Usted ha echado por tierra los principios de nuestra carrera que muy claros están en el art 3 de la ley del ejercicio del trabajo social que dicen:
“Los principios que rigen la normativa y el ejercicio del Trabajo Social son los siguientes: el humanismo, la pluriculturalidad, la interculturalidad, la solidaridad, la participación, la  igualdad, la equidad, la cooperación, la integración, la justicia, la corresponsabilidad, la probidad y la ética profesionaly los establecidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en los tratados, pactos y convenios internacionales suscritos y ratificados por la Republica”
Muchos de tus “camaradas” han intentado cínicamente defenderte y de justificar tus declaraciones, hasta dicen que tú sólo explicabas qué era la tortura; pero nosotros, que sabemos eso de leer entre líneas y hemos estudiado el discurso, así como imaginamos que lo hiciste tú también, sabemos que no fue sólo una explicación, más bien fue una justificación y la defensa de quienes hoy dominan tu criterio y por quienes olvidaste el Código de Ética.
Aquí, algunas de tus frases dichas en esa rueda de prensa copiadas tal cual como las dijiste:
“No son protestas son focos de violencia…”“La tortura tiene un sentido, por eso debemos ser rigurosos con el uso de los términos”“La tortura se emplea, para obtener…se le  inflige sufrimiento físico a una persona para obtener una confesión”“Tenemos que diferenciarlo de lo que es un trato excesivo o un uso desproporcionado de la fuerza”“Nosotros rechazamos y vamos a investigar cualquier uso desproporcionado de la fuerza física…”
Gabriela, con esa primera frase rechazas el reconocimiento del Otro dentro de la verdad y lo justo; jamás una protesta desarmada y de manos arriba seria calificada como foco de violencia en ningún otro país del mundo realmente DEMOCRATICO y con autonomía de poderes. No solo tu lectura de la realidad es sesgada, parcializada, entregada e injusta sino que además te coronas como el bufón del régimen.
Y ya que hablamos de un país democrático ¿tú justificas la tortura como procedimiento policial, como procedimiento para la obtención de testimonios? ¿dentro de los procedimientos penales esta prevista esta técnica? ¿Hay torturas buenas y torturas malas?  ¿Es buena y justificable la tortura cuando se hace en defensa de la “Revolución”? Las  respuestas a esas preguntas la necesitamos todos los venezolanos, todas las madres, los padres, los hermanos, los amigos, los profesores de esos jóvenes que han sido torturados “por un testimonio” y los cuales no entran en los casos de uso desproporcionado de la fuerza, es decir, no los investigarán. Tú más que nadie deberías saber cómo sufre la familia Venezolana en el caso de un familiar muerto de un tiro certero en la cabeza o torturado, humillado por la Guardia Nacional; deberías saber cómo se siente una mujer en manos de la policía o de la Guardia y que éstos la amenacen con que van a violarla; deberías imaginarte, al menos, el sufrimiento de un joven a quien le introducen el cañón de un fusil por el recto en un cuartel militar; aun cuando le des la espalda a esa realidad ella sigue existiendo y tú tienes la misión poco envidiable de justificarla cínicamente.  
¡Ah! Entre otras cosas hay que aclararte que el término en este contexto es infligir (no infringir como lo pronunciaste).La tortura, Gabriela, ni siquiera está planteada como elemento de control social en la Democracia.
Esta y muchas preguntas será muy difícil que respondas, pues no estás en condiciones de plantearte el compromiso profesional del Trabajo Social; eso de la justicia social, la justicia, la equidad, no lo leíste. Ojala nunca la dinámica de la vida te ponga al otro lado de la mesa. Se dice que eres Trabajadora Social mas no eres mi colega, no eres nuestra colega…  Olet.

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