Efectivamente, el recurso del paro es una medida extrema y una forma de lucha efectiva en un momento determinado del conflicto, en condiciones normales de la lucha sindical. No es miedo, ni ningún subterfugios legal lo que lo nos impide.
Es que no estamos en momentos normales, ni con adversarios racionales. Un paro de actividades escolares en Miranda no presiona al Gobierno nacional, no presiona a Maduro, a este Gobierno lo preocupan cosas más importantes y de mayor envergadura: su sobrevivencia como poder. Le preocupan las luchas que libra el pueblo en las calles, la escasez y el hambre que generan protestas y estallidos locales, saqueo y trancas, las acciones por el referendo revocatorio, la presión internacional, el descalabro de sus bases de apoyo, les preocupa sobremanera las LUCHAS EN LA CALLE. Para nada le interesa si los maestros mirandinos se van a paro.
En este momento un paro solo afecta a los niños, que tienen como refugio la escuela ante tanta inseguridad, que solo tiene la escuela para llevarse un poco de alimentos y saciar el hambre que se ha extendido en este país; un paro significaría desvincularnos de los padres y representantes, aliados de primera línea, tan necesarios en nuestra lucha. No nos queda sino articular y vincular, solidariamente, el apoyo a nuestros niños con la más firme determinación de continuar las luchas en las calles de Miranda.
A Maduro hay que darle donde más le duele, y lo que más le presiona, hay que darle con todo en la calle y acompañado del pueblo, para que entienda que tiene que pagarle al Magisterio Mirandino su homologación lo más pronto posible, pero para que entienda también, que el país necesita un cambio de rumbo y que él mismo es el principal obstáculo.
Los problemas de los maestros de Miranda no acaba con el pago de la homologación. Debemos seguir acumulando fuerzas y administrando nuestras formas de lucha para los duros tiempos por venir, los maestros debemos ser guía de todo el pueblo en sus luchas por salir del desastre y por la reconstrucción nacional, hacia un país de progreso, bienestar y justicia.
Prof. Marlon Quintero. Dirigente de Sitraenseñanza