Lucha de los trabajadores debe ser puntal para el cambio social |
Salgamos
de Maduro
y su paquete neoliberal
Este 1° de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, nos convoca a todos
quienes vivimos de un salario, un sueldo o una pensión a protestar y exigir que la crisis económica y social la paguen sus responsables: el gobierno de
Maduro, la oligarquía financiera, los
corruptos y la boliburguesía parasitaria.
Con más de una década de altos ingresos por concepto
de renta petrolera y exacción fiscal, han construido la más grande y desastrosa
catástrofe económica y social en el país. Sin embargo, las medidas anticrisis
anunciadas ―provenientes de la conchupancia del gobierno de Maduro
con el empresariado y con los colaboracionistas― apuntan sus peores consecuencias sobre la
espalda de los trabajadores y en general sobre la población más pobre.
Salarios miserables, aumentos de tarifas y servicios;
encarecimiento, escasez y alto costo de la vida; cierre de fuentes de empleo y
quiebra de la industria y la agricultura; irrespeto y desconocimiento de la
contratación colectiva y la libertad sindical; criminalización de la protesta y
enjuiciamiento de los luchadores sociales; junto con la consolidación de un
régimen represivo, autoritario, militarista y dictatorial, que viola los
derechos humanos y conculca las libertades democráticas y republicanas, todo
ello conforma una situación que nos obliga a entender que las mejoras reales en
los aspectos sociales y económicos del pueblo trabajador solo podrán producirse
si logramos producir un cambio de gobierno que vaya en la dirección de la
reconstrucción nacional.
Es hora de construir el futuro. Vamos este 1º de Mayo a demostrar a
este gobierno estafador y dictatorial que los venezolanos somos un pueblo
valiente que exige un cambio general del rumbo de la nación. Que ya no nos
vamos a calar a los culpables
del actual desastre, a quienes con un falso discurso de
“socialismo” han engordado sus cuentas personales en dólares, a quienes dicen
gobernar a favor del pueblo y destruyen las fuentes de empleo productivo, a quienes hablan de soberanía y nos hacen cada
día más vulnerables y dependientes de la importación de bienes esenciales, a quienes han convertido a nuestra nación en área en disputa entre las potencias extranjeras solo para mantenerse en el
poder, en fin, es la hora de dejar a un lado la división y el odio estimulados
con falsas banderas de redención social.
Se trata de
construir una gran fuerza social y política que deje a
un lado a estos estafadores con ínfulas dictatoriales y comience a edificar una
nueva esperanza de desarrollo, prosperidad y justicia social junto a una
democracia de nuevo tipo. Que
revalorice la amplia participación de los ciudadanos y estimule el desarrollo de un amplio movimiento asambleístico como expresión de un nuevo poder, de una democracia
de pueblo y no de élites.
de Mayo de 2014