¿Quién podría costearme los viajes, los libros, la comida, la matrícula? …/… preparaba para servir como criada o casarme y convertirme en la mujer de un minero, la larga historia de mi familia.
Militó primero en las Juventudes Socialistas, que posteriormente crearían el Part Comunista Español
En 1919, impresionada por el triunfo de la Revolución bolchevique en Rusia, participa y lee mas sobre el socialismo.
El 15 de abril de 1920 la agrupación socialista de Somorrostro (donde ella vivía y militaba) se suma a la fundación del Part Comunista Español, en el cual militaría Dolores hasta su muerte en 1989. Ya en 1920 La Pasionaria es nombrada miembro del Comité Provincial del Partido. En 1921 se produce la fusión entre el P.C. Español y otra formación, reconstituyéndose con el nombre de `Partido Comunista de España’. Su carrera fue lenta, condicionada por el carácter minúsculo y sectario de los Españoles comunistas.
Después del empujón inicial del marido, su padrino político fue José Bullejos. Por él entró en el Comité Central en 1929, pero en 1932, la trilogía Bullejos – Adame – Trilla cayó por pretender cierta autonomía con respecto a Moscú.
Fue encarcelada varias veces debido a sus fuertes y punzantes discursos y a su activa militancia en las manifestaciones comunistas.
En el 1930 se presentó a las elecciones a Cortes Constituyentes, siendo derrotada su candidatura. En 1931 se trasladó a Madrid para trabajar en la redacción del periódico del Partido, Mundo Obrero. En 1933 fue presidenta de la recién fundada Unión de Mujeres Antifascistas.
El apogeo de su vida política revolucionaria tiene lugar cuando se convierte en figura más popular del PCE. Desde el 1935-39. Le granjearon enorme apoyo popular su oratoria pero, sobre todo, el involucrarse personalmente en las luchas obreras y populares. Ya diputado se destacó en el Congreso de los Diputados de la II República como diputada del Part Comunista por Asturias (desde febrero de 1936) se encierra con los mineros en huelga, en el pozo; se planta en la calle de un suburbio madrileño junto a vecinos pobres desahuciados y cuyos modestos enseres habían sido malamente arrojados a la vía pública; y todo eso la hace inmensamente popular junto con sus discursos parlamentarios Y odiada por los reaccionarios, que – -según costumbre hispana– le reprochan una supuesta promiscuidad sexual como motivo de descrédito.
Mantuvo una relación amorosa con un hombre 16 años menor que ella. Esta relación fue una revolución en el ámbito privado, puesto que las mujeres de esa época no solían tener amantes, menos las de clase baja, y se volvía más inconcebible aún para los hombres con quienes militaba que el amante fuera mucho menor que ella. Es curioso que tanto desde el socialismo como desde el comunismo le pidieran como condición para seguir militando que le abandonara. Como no lo hizo, le enviaron lejos y ella sólo pudo conseguir que no le enviaran al frente de guerra.
En el famoso debate parlamentario de junio de 1936, La Pasionaria pronunció uno de los más sonados y percutantes discursos de su vida (16 de junio), denunciando las maquinaciones fascistas y la preparación del golpe de estado con la complicidad de muchos militares, capitalistas y terratenientes y ante la pasividad y el dejar-hacer del gobierno. Los reaccionarios difundieron versiones fantásticas sobre ese discurso según las cuales habría amenazado a Calvo Sotelo con palabras como «¡Usted ha hablado por última vez!» y otros infundíos de parecido tenor
LLAMAMIENTO PRONUNCIADO POR LA PASIONARIA EN NOMBRE DEL PARTIDO COMUNISTA ANTE LOS MICRÓFONOS DEL MINISTERIO DE GOBERNACIÓN, EL 19 DE JULIO DE 1936.
Obreros! ¡Campesinos! ¡Antifascistas! ¡Españoles patriotas!… Frente a la sublevación militar fascista ¡todos en pie, a defender la República, a defender las libertades populares y las conquistas democráticas del pueblo!…
A través de las notas del gobierno y del Frente Popular, el pueblo conoce la gravedad del momento actual. En Marruecos y en Canarias luchan los trabajadores, unidos a las fuerzas leales a la República, contra los militares y fascistas sublevados.
Al grito de ¡el fascismo no pasará, no pasarán los verdugos de octubre!… los obreros y campesinos de distintas provincias de España se incorporan a la lucha contra los enemigos de la República alzados en armas. Los comunistas, los socialistas y anarquistas, los republicanos demócratas, los soldados y las fuerzas fieles a la República han infligido las primeras derrotas a los facciosos, que arrastran por el fango de la traición el honor militar de que tantas veces han alardeado.
Todo el país vibra de indignación ante esos desalmados que quieren hundir la España democrática y popular en un infierno de terror y de muerte.
Pero ¡NO PASARÁN!
España entera se dispone al combate. En Madrid el pueblo está en la calle, apoyando al gobierno y estimulándole con su decisión y espíritu de lucha para que llegue hasta el fin en el aplastamiento de los militares y fascistas sublevados.
¡Jóvenes, preparaos para la pelea!
¡Mujeres, heroicas mujeres del pueblo! ¡Acordaos del heroísmo de las mujeres asturianas en 1934; luchad también vosotras al lado de los hombres para defender la vida y la libertad de vuestros hijos, que el fascismo amenaza!
¡Soldados, hijos del pueblo! ¡Manteneos fieles al gobierno de la República, luchad al lado de los trabajadores, al lado de las fuerzas del Frente Popular, junto a vuestros padres, vuestros hermanos y compañeros! ¡Luchad por la España del 16 de febrero, luchad por la República, ayudadlos a triunfar!
¡Trabajadores de todas las tendencias! El gobierno pone en nuestras manos las armas para que salvemos a España y al pueblo del horror y de la vergüenza que significaría el triunfo de los sangrientos verdugos de octubre.
¡Que nadie vacile! Todos dispuestos para la acción. Cada obrero, cada antifascista debe considerarse un soldado en armas.
¡Pueblos de Cataluña, Vasconia y Galicia! ¡Españoles todos! A defender la República democrática, a consolidar la victoria lograda por el pueblo el 16 de febrero.
El Part Comunista os llama a la lucha. Os llama especialmente a vosotros, obreros, campesinos, intelectuales, a ocupar un puesto en el combate para aplastar definitivamente a los enemigos de la República y de las libertades populares. ¡Viva el Frente Popular! ¡Viva la unión de todos los antifascistas! ¡Viva la República del pueblo! ¡Los fascistas no pasarán! ¡No pasarán!
Al producirse el golpe de estado fascista contra la republica en 1936, La Pasionaria despliega una titánica actividad, con sus discursos, visitas al frente, viajes de propaganda republicana –como el de París, en 1936– con su labor de agitación, inventando o adaptando los eslóganes más célebres de la guerra (`más vale morir de pie que vivir de rodillas’, `¡No pasarán!’, etc.).
Al estallar la Guerra Civil, fue elegida vicepresidenta de las Cortes Republicanas en 1937. Idealizada por la leyenda obrera y antifascista, cantada por los poetas (Nicolás Guillén, Machado, Alberti, Miguel Hernández, etc.),
Durante este período se convirtió en un mito para una parte de España, siendo famosa por sus arengas en favor de la causa republicana. Suyo fue el lema «¡No pasarán!», acuñado durante la defensa de Madrid.
Ya durante la guerra ascendió al segundo lugar en influencia dentro del partido, después de su secretario general, José Díaz.
El 18 de julio de 1936 los militares más conservadores y reaccionarios del Ejército español se levantaron en armas contra la República española. Este acto significaba el fin del experimento democrático realizado en España desde abril de 1931. La caída de la Dictadura del general Miguel Primo de Rivera y el descrédito de la Monarquía y la iglesia por apoyar la dictadura militarista. Habían posibilitado la proclamación de la II República Española como remedio que pretendía sacar al país de su histórico atraso. Sin embargo, los años que van desde 1931 a 1936 se convirtieron en fiel reflejo de las contradicciones de la sociedad española. De un lado muchos pedían un cambio social y económico profundo que acabara definitivamente con el poder oligárquico en España. Representado por los militares la iglesia monarquía y los grandes hacendados. Del otro lado ese mismo poder, apoyado abiertamente por el Ejército y la Iglesia, luchaba por defender su posición privilegiada. Las elecciones de febrero de 1936 leda el triunfo a el Frente Popular el cual estaba formado por organizaciones y partidos revolucionarias socialistas y comunistas. Que desde 1931 habían impulsado algunas reformas como el derecho al voto a las mujeres el divorcio o derecho a heredar. Tanbien a la educación gratuita y la Separación Iglesia-Estado etc. A la oligarquía ya solo tuvo fe en una acción salvadora del Ejército que librara a España de la revolución. A si que en aquel momento la oligarquía española pide apoyo económico militar político y religioso a las demás monarquías y capitalistas de Europa y America. Dando paso así a la Guerra Civil Española.
Entre mítines y trabajo de masas la Pasionaria todavía encuentra tiempo para proteger a los sacerdotes de la represalia incontrolada de las masas victimas de la represión y las torturas de los golpistas fascistas.
Es célebre la anécdota de cómo salvó de tales desmanes a las monjas de un Convento, anécdota confirmada por testimonios de religiosas que fueron partícipes en los hechos. Una de ellas le escribió (tomo la cita del libro de Vázquez Montalbán, p. 159): ` Me ha parecido que le agradaría a Ud saber, no sólo que su memoria perdura en el agradecido y amante recuerdo de las hermanas, sino en el cuadro de su patrona, la Virgen Dolorosa que tiene aún una inscripción al dorso que justifica su procedencia y una tarjeta de campaña con la efigie de Ud., también allí bajo la protección de Nuestra Madre del Cielo’.
Es indudable que la Pasionaria no actuó en aquella ocasión sólo por motivos humanitarios y sentimentales, sino que su acción obedecía a la línea política del Part Comunista y de su Secretario General, José Díaz Ramos, de favorecer la restauración del orden republicano y el imperio de la ley, de poner coto a los desmanes y de propiciar así una amplia alianza republicana y el aislamiento de los fascistas, y atrayéndoles o neutralizándolos también a los católicos respetuosos del orden constitucional.
El gobierno constitucional de la República Española autorizó oficialmente la formación del cuerpo militar de las Brigadas Internacionales el 22 de octubre de 1936. En realidad los primeros voluntarios antifascistas habían llegado a la España republicana poco después de la sublevación del 18 de julio de 1936 y el comienzo de la resistencia popular.
Las Brigadas Internacionales llegaron a agrupar unos 35.000 hombres (pero no más de 15.000 al mismo tiempo) de diversas nacionalidades e ideologías, aunque en su gran mayoría venían movidos por ideologías antifascistas. El enrolamiento por otros motivos también se dio, pero marginalmente. De los voluntarios extranjeros más de la cuarta parte fueron franceses, pero hubo más de 3.000 italianos y más de 5.000 austro-alemanes
La Pasionaria esta clara cuál fue su papel en los momentos póstumos de la resistencia republicana en los primeros meses de 1939, pero abecés parece que seguiría hasta el último minuto defendiendo la causa si continuar la resistencia hasta el fin y no rendirse.
La Pasionaria se opuso a la capitulación del coronel. Era miembro de la masonería, diplomado de Estado Mayor y comandante de la escolta del presidente de la República (1934-1936) al estallar la guerra civil.
Luchó en defensa de la II República. En 1936 es ascendido a teniente coronel. Entre octubre y noviembre de 1936 se encargó de entrenar y organizar las Brigadas Mixtas del Ejército Popular Republicano. Participó en la defensa de Madrid y en la batalla del Jarama. Participó en la batalla de Brunete
Adiós La Pasionaria Dirección a las Brigadas Internacionales
Barcelona, noviembre 1938
Es muy difícil decir algunas palabras de despedida dirigidas a los héroes de las Brigadas Internacionales, por lo que son y lo que representan. Un sentimiento de angustia, de dolor infinito que nos llama la garganta – Angustia por los que se van, por los soldados del más alto ideal de redención humana, desterrados de su patria, perseguidos por la tiranía de todos los pueblos – el dolor por los que se quedan aquí para siempre, fundiéndose con el suelo español, en lo más profundo de nuestro corazón, santificado por el sentimiento de nuestra eterna gratitud.
De todos los pueblos, de todas las razas, vinisteis a nosotros como hermanos nuestros, como hijos de la España inmortal, y en los días más duros de la guerra, cuando se vio amenazada la capital de la República Española, que fue usted, bravos camaradas de las Brigadas Internacionales , que ayudó a salvar la ciudad, con vuestro entusiasmo combativo y vuestro heroísmo y espíritu de sacrificio. – Y Jarama, y Guadalajara, y Brunete, y Belchite, Levante y el Ebro, cantan con estrofas inmortales el valor, la abnegación, la bravura, la disciplina de los hombres de las Brigadas Internacionales.
Por primera vez en la historia de luchas de los pueblos, no era el espectáculo, asombroso por su grandeza, de la formación de las Brigadas Internacionales para ayudar a salvar la libertad de un país amenazado, y la independencia – la libertad y la independencia de nuestra tierra española.
Comunistas, socialistas, anarquistas, republicanos – los hombres de diferentes colores, diferentes ideologías, de religiones antagónicas — Sin embargo, todos profundamente amantes de la libertad y la justicia, vinieron a ofrecerse a nosotros, incondicionalmente.
Nos lo daban todo — su juventud o su madurez, su ciencia o su experiencia, su sangre y sus vidas, sus esperanzas y aspiraciones — y nos pidieron nada. Pero sí, hay que decir, que querían un puesto en la lucha, anhelaban el honor de morir por nosotros.
Bandrs de España! Saludad a tantos héroes! Se reducirá a tantos mártires!
¡Madres! ¡Mujeres! Cuando los años pasen y las heridas de la guerra se vayan restañando; cuando la memoria de los días dolorosos y sangrientos se esfumen en un presente de libertad, de paz y de bienestar, cuando los rencores se han extinguido y el orgullo de un país libre sea igualmente sentido por todos los españoles, hablad a vuestros hijos. Dígales de estos hombres de las Brigadas Internacionales.
Recuento de cómo, atravesando mares y montañas, salvando fronteras erizadas de bayonetas, perseguido por perros rabiosos que sediento para arrancar su carne, éstos llegaron a nuestra patria como cruzados de la libertad, a luchar ya morir por la libertad y la independencia de España amenazada por Alemania y el fascismo italiano. Lo abandonaron todo — sus amores, sus países de origen y la fortuna, padres, madres, esposas, hermanos, hermanas e hijos — y vinieron y nos dijo: «Estamos aquí. Su causa, la causa de España, es la nuestra. Es la causa de toda la humanidad avanzada y progresiva. «
Hoy se van muchos. Miles de personas siguen, envuelto en tierra española, profundamente recordado por todos los españoles. Camaradas de las Brigadas Internacionales! Razones políticas, razones de estado, el bienestar de esa misma causa por la que ofreció su sangre con generosidad sin límites, os hacen volver, algunos de sus propios países y otros al exilio forzoso. Podéis marchar orgullosos. Está la historia. Usted es leyenda. Usted es el ejemplo heroico de la solidaridad y la universalidad de la democracia en la cara del espíritu vil y acomodaticio de los que interpretan los principios democráticos con los ojos puestos en cajas de caudales, o acciones industriales, que quieren salvar de todo riesgo.
No te olvidaremos, y cuando el olivo de la paz florezca, entrelazado con los laureles de la victoria de la República de España — volver!