Hellen Keller |
Helen Keller nació en Tuscumbia, una pequeña ciudad rural de Alabama, Estados Unidos. Su sorda ceguera fue causada por una fiebre en febrero de 1882 cuando tenía tan solo 19 meses de edad. Su incapacidad para comunicarse en tan temprana etapa de desarrollo fue muy traumática para ella y su familia, debido a esto, estuvo prácticamente incontrolable por un tiempo.
A pesar de sus discapacidades, muchos años después daría discursos acerca de su vida, e incluso escribiría libros sobre sus experiencias personales. Todo esto fue posible gracias a la gran ayuda e influencia de su institutriz Anne Sullivan, quien le enseñó a leer y comunicarse con los demás, junto con llevar una vida disciplinada.
Para que aprendiera a escribir, Sullivan le consiguió a su discípula un tablero especialmente diseñado, acanalado de modo que un lápiz podía formar letras.
Para enseñarle a hablar, Sullivan ponía la mano de Helen en su garganta para que pudiera sentir las vibraciones creadas al comunicarse. Los doctores en su tiempo la llamaron «fiebre del cerebro», mientras que los médicos de hoy piensan que pudo haber sido escarlatina o meningitis.
Muy interesante la historia de esta mujer, cuando ella era niña una fiebre muy fuerte le provoco sordera y una infeccion la dejo ciega. Por fortuna una maestra tuvo la paciencia de enseñarle a leer y escribir. y aunque por si sola Hellen era una mujer muy brillante, quien catapulto sus dotes fue su maestra Anne Sullivan.
No hay amistad más sagrada que la que se entabla entre el alumno y el maestro, y una de las más memorables fue la amistad de Helen Keller (1880-1968) y Anne Sullivan (1866- 1936)
Hellen Keller es uno de los ejemplos más notables de superación personal ante las limitaciones físicas, en este caso encarnado en una excepcional mujer.
Hellen nació en Tuscumbia, Alabama, en 1880. Cuando aún no había cumplido los dos años de edad quedó ciega, sorda y muda debido a una enfermedad pasajera, pero muy traumática para ella y su familia. Su capacidad para afrontar retos le llevó, no sólo a superar uno tras otro todos aquellos ya de por sí difíciles para una persona altamente discapacitada, sino incluso muchos otros que pondrían a prueba a seres considerados “normales”.
La inteligencia de Hellen era prodigiosa, algo que sus padres tuvieron en cuenta, y tras un primer contacto con el Instituto Perkins para ciegos de Watertown, Hellen quedó en manos de una joven profesora llamada Anne Sullivan, la cual iniciaría un largo pero fructífero camino en su enseñanza. 49 años duró su trabajo pedagógico.
Al principio, Hellen era incontrolable. Carecía de dos sentidos fundamentales, además de la pérdida del habla, y eso hacía improbable que pudiera llegar a comunicarse con otros humanos. Cualquier proyecto personal parecía infranqueable.
Anne utilizaba el tacto para enseñar a Hellen cómo eran las cosas que le rodeaban. Un día se dio cuenta de que Hellen relacionó el tacto del agua con un movimento que le había hecho sobre la palma de la mano. Hellen enseguida aprendió a nombrar las cosas que su maestra le enseñaba con diferentes signos de las manos sobre su palma, de tal modo que cinco años después ya dominaba hasta 70 señas diferentes, que empleaba para comunicarse con las personas más cercanas, especialmente su familia.
Anne enseñó a Hellen a reconocer los carácteres alfabéticos, deletreándolos sobre la palma de la mano, y a “entender” lo que hablaba otra persona tocando sus labios con los dedos (el llamado método Tadoma), en el cual se identifican las palabras por las vibraciones que produce la voz.
A los ocho años de edad Hellen ingresó en el Instituto Perkins para ciegos, y más tarde en la Escuela Wright-Humason para sordos de Nueva York. El progreso de Hellen, fruto de su voluntad y ansias de superación, le llevó a graduarse con Matrícula de Honor en el College Radcliffe de Cambridge (Massachusetts), en 1904, cuando contaba con 24 años de edad. Anne, su inseparable maestra, fue su intérprete en todo momento.
Sorprendentemente, Hellen no sólo fue capaz de aprender su lengua en Braille, sino también francés, alemán, griego e incluso alguna lengua ya muerta, como el latín. Además, se doctoró en Ciencias y en Filosofía y Letras. Cuando tenía 31 años de edad se había convertido en la persona más famosa e influyente de Estados Unidos, en lo que se refiere a la dirección de la opinión pública.
Hellen se afilió al partid socialista, y hasta 1921 realizó activas campañas en apoyo de las clases trabajadoras. Se estableció como meta en su vida la de luchar por los derechos de los discapacitados, creando incluso una fundación para la prevención de la ceguera. Trabajó mucho en favor de sus conciudadanos y para la consecución de la reforma social y política del país.
Hellen, contando siempre con la compañía de su instructora, Anne, viajó a numerosos países y conoció a variados personajes públicos de relevancia. Algunas personas famosas del momento obtuvieron la amistad de Hellen, como Alexander Graham Bell, el primero en orientar a sus padres sobre sus posibilidades de recuperación; también se contaron entre sus amigos a Mark Twain y Charlie Chaplin.
El Presidente Johnson le galardonó con la Medalla Presidencial de la Libertad, considerado el mayor honor para un ciudadano estadounidense.
Por medio del Braille, Hellen escribió varias obras (hasta once), como La historia de mi vida (1902), Dejadme tener confianza (1940) o Luz en mi Oscuridad (1960), así como numerosos artículos. Su vida y la de Anne Sullivan fueron argumento para varias películas.
Hellen estuvo al lado de su maestra, Anne, en los últimos momentos de su vida, fallecida el 20 de octubre de 1936, a la edad de 70 años. Hellen aún viviría 32 años más, murió el 1 de junio de 1968, cuando contaba 88 años de edad.
Fuente
PD: existe una película sobre Hellen Keller se llama «Un milagro para Helen» o también «el milagro de anna Sullivan