Los cambios en nuestra patria son asunto de los venezolanos
A propósito de los conflictos que están ocurriendo en el mundo, en particular los de Ucrania y Siria, muchos analistas ―sobre todo los que defienden al actual régimen, pero no los únicos― han querido hacer ver que la lucha que estamos llevando los venezolanos por un cambio político ante un gobierno despótico, represivo y dictatorial ―aparte de incapaz, corrupto, ineficiente y farsante― forma parte también de ese juego de intereses de las potencias imperialistas, y han tratado de reducir nuestra lucha como una pelea en pro de mantenernos en el área de influencia de Estados Unidos y su American way of life, buscando con ello granjearse el apoyo de sectores progresistas y democráticos del mundo, en especial de América Latina, que rechazan la conculcación del derecho soberano de los pueblo de decidir su rumbo económico, político y social.
La reciente intervención militar de Rusia en territorio ucraniano, la región de Crimea en principio, tiene la clara intención de preservar a Ucrania como área bajo su influencia. Cuestión que ciertamente está en peligro ante al avance de Estados Unidos y la Unión Europea a raíz del derrocamiento del presidente Yanukóvich. A su vez el ministro de defensa ruso, Serguéi Shoigú, afirma que existen conversaciones para ampliar el número de bases del imperialismo ruso fuera de sus fronteras, y entre esos nuevos espacios se encuentra Venezuela.
Esta es una clara demostración de que nuestro país, en vez de haber iniciado un proceso que le permitiera alcanzar la independencia y la autonomía ―como ha sido ofrecido en los últimos tres lustros―, ahora se ha convertido en área en disputa. Como hemos alertado, de país dependiente del imperialismo estadounidense, ahora dependemos en forma compartida de EEUU, China, Rusia, Brasil y en general de la oligarquía financiera internacional. Con la consecuente circunstancia de derivar Venezuela en país en disputa entre las potencias imperialistas. La historia está llena de experiencias que nos hablan de la amplia posibilidad de que una disputa económica pueda transformarse en disputa militar.
Así, la situación de la sociedad venezolana, que vive una rebelión democrática de los ciudadanos, se ve cruzada por esta alerta que nos lleva a reiterar al mundo que los problemas de Venezuela los resuelve el pueblo venezolano. Por tanto, exigimos que ninguna potencia imperialista u otro país ―llámese EEUU, China, Cuba, Brasil o Rusia― se inmiscuyan en nuestros asuntos internos. El principio de autodeterminación de los pueblos debe privar y exigimos al gobierno venezolano que no utilice nuestra soberanía para negociar apoyos internacionales, en momentos en que los venezolanos nos vamos abriendo caminos hacia la superación positiva de la crisis política por la que atravesamos con el impulso de un cambio político que signifique una nueva esperanza para nuestro pueblo y para nuestra patria en la búsqueda de libertad, democracia, desarrollo económico y justicia social.
Bandera Roja / Comité Político Nacional
3 de marzo de 2014