Denunciamos, en primer lugar y de manera firme y decidida, la actitud de las instituciones del Estado en negar la posibilidad de realizar el referendo revocatorio en 2016, lo que permitiría la revocatoria del mandato del presidente Nicolás Maduro. En especial denunciamos el papel del Consejo Nacional Electoral, quien en consonancia con el partido político oficialista, pone las excusas y retrasos que le permitan retrasar el proceso refrendario en 2016, y perder la efectividad de revocatoria del régimen político en su totalidad.
Como afirmamos recientemente, queremos resumir nuestra aspiración, que es la aspiración de la inmensa mayoría de los ciudadanos: Los venezolanos queremos realizar el revocatorio en 2016 porque queremos cambiar al Gobierno en su totalidad; porque queremos sacar a Maduro de la Presidencia y el único mecanismo legal, PACÍFICO y democrático que contempla la Constitución, es este. Es vital decir esto ya que también tenemos absoluta claridad en que no hay otro camino que contemple la paz y la legalidad y que al mismo tiempo sea resultado de acciones que los venezolanos podemos emprender. Solo la renuncia facilitaría el cambio, pero esta es una decisión individual de Nicolás Maduro y no de la voluntad ciudadana.
Bandera Roja tiene el convencimiento de que este retraso no se trata de un asunto legal ni jurídico, ya que ni el reglamento y menos la Constitución son obstáculos para la realización del referendo en 2016. El Gobierno, y con certeza el CNE, saben que para más allá del 10 de enero de 2017, perdería sentido la revocatoria, limitada a un cambio gatopardiano que no conduce a solventar la crisis.
Sin embargo, debemos denunciar que esta crisis generada es más profunda y grave que un asunto de retrasos jurídicos. Creemos que el Gobierno se ha decidido a cerrar las vías democráticas e institucionales para un cambio político en el país, que apenas sería el primer paso para iniciar la salida a la crisis y la Reconstrucción Nacional. Y aunque está a tiempo de salvarse, Maduro ha emprendido la vía de las amenazas y los atropellos, que ya no infunden miedo ni detienen la firme voluntad de un pueblo que quiere un cambio.
Bandera Roja está convencida de que el Gobierno de Maduro ya ha demostrado suficiente incompetencia para seguir manejando la crisis que ellos mismos han creado al destruir el aparato productivo, poner frenos a la producción para favorecer a los importadores y especuladores de sus propias filas. Aún retumba en la memoria de los venezolanos las denuncias de que el exministro Miguel Rodríguez Torres compraba comida en EEUU para revenderla más cara al propio Gobierno. Esta política de destrucción puso al pueblo venezolano a pasar hambre. Es HAMBRE indetenible la que asecha al Gobierno por los cuatro costados.
Sin embargo, el oficialismo está decidido a entregar nuestra soberanía con el Arco Minero y el endeudamientio, profundizar la economía rentista, el clientelismo y la corrupción para salvar su pellejo. No le bastan 17 años de políticas populistas que solo han servido de espejismos que en nada ayudaron a progresar al pueblo venezolano, profundizaron la crisis económica, política, social y ética y han sumido al país a las condiciones de mayor dependencia neocolonial que hayamos tenido. Van por más.
Bandera Roja advierte al Gobierno que los venezolanos no estamos rogando un revocatorio, estamos exigiendo respeto a la voluntad del pueblo soberano, de brindarse un camino de paz, democrático y constitucional. También debemos decir que es el camino de la salvación de los estertores del chavismo institucional, que ya ni las bases chavistas acompañan.
Este 1 de septiembre haremos lo necesario para que sea el inicio de un proceso ininterrumpido y aguerrido desde las bases de la sociedad, en el que el descontento popular se canalice hacia un cambio político impostergable: el cambio hacia la Reconstrucción Nacional.
Este proceso puede dar inicio a un gran y poderoso movimiento de bases de la sociedad. Corren el riesgo de ser arrollados los dirigentes y direcciones políticas que pretendan canalizar el descontento hacia una negociación. Corren el riesgo de ser arrollados por la organización natural de los ciudadanos en Asambleas, quienes se coloquen de diques a las fuerzas del cambio que brotan ya en los barrios y urbanizaciones de Venezuela.
Bandera Roja llama a elevar la autonomía de la gente, de los ciudadanos, del pueblo, en su organización y conducción política mediante las Asambleas. La decisión de un cambio no puede descansar en los cogollos de ningún partido, está en la fuerza soberana que se logre articular para ese cambio y para la Reconstrucción Nacional democrática y productiva del país. No puede haber marcha atrás. Es tiempo de la unidad, pero de la unidad desde abajo, de la unidad de la gente más allá de la militancia partidista que también hace falta; unidad de los sectores y organizaciones sociales que luchan, de todos los partidos más allá de baremos electorales; unidad del pueblo por sus intereses más hondos. Es tiempo de Una Nueva Unidad que pueda brindarle al pueblo conducción política y la confianza en que no terminará en un negociado. Este primero de septiembre no es un mitin para las figuras escogidas en un cenáculo de cuatro que nada nuevo pueden decir. El pueblo quiere cambio, y no solo cambio de Gobierno. El país demanda Una Nueva Unidad que abrigue las esperanzas de un país mejor de verdad.
A las Fuerzas Armadas, Bandera Roja les dice: No hay Fuerzas Armadas que detengan una decisión soberana y democrática, ni hay Fuerzas Armadas que estén dispuestas a una masacre contra el pueblo. Deben asumir que el deseo de la salida de Nicolás Maduro del poder se ha convertido en un sentimiento mayoritario y soberano, que busca ser pacífico y democrático por medio del revocatorio. Permitan que el pueblo se exprese y que manifieste su descontento de manera pacífica y SIN OBSTÁCULOS. Cumplan con su rol de resguardo de la soberanía popular tal como establece la Constitución, y no se conviertan en esbirros de la represión y violación de los Derechos Humanos. No se interpongan, no interrumpan la movilización, no se presten para hacer operativos dirigidos por un partido político (PSUV); ustedes solo deben respetar la Constitución y las leyes de la República y ellos no representan tal cosa. Sobre todo, no atropellen al pueblo. A los de menor rango en las FAN le decimos: ustedes y sus familias son también del pueblo y viven esta crisis, saben quiénes son los responsables y cuál es la salida.
Finalmente, llamamos a todo el pueblo venezolano a participar en la #TomaDeCaracas y de todos los rincones del país. Ha llegado el momento de cambiar. Es la hora del protagonismo decidido de la gente. Conquistemos el #RevocatorioEnLaCalle, en Asambleas, en Movilizaciones, en fuerza indetenible. Venezuela lucha por un cambio político democrático y en paz. Nada nos detendrá.
Partido Bandera Roja
Por los Estados Miranda, Vargas y Caracas
Scarleth Mujica
24 de agosto de 2016
Gracias a dios abrieron los ojos