Les dejo un interesante articulo de los camaradas de RSA de España referido al «lenguaje de género», que en los últimos tiempos se ha impuesto como «revolucionario y feminista». Para debatir a la luz del marxismo. 

«Hoy en el comité supremo de la RSA queremos desmontar la “moda feminista y revolucionaria” de cambiar los pronombres de las palabras al femenino. Esto ocurre bajo la argumentación de que la lengua sigue unos principios que sirven al patriarcado, relegando al género femenino a un segundo plano . Es decir, esgrimen que la lengua se ha establecido por hombres en posición de poder y ,por tanto, es una herramienta que afianza el poder del sistema patriarcal-capitalista a través de ella. En otras palabras, defienden que la lengua forma parte de la superestructura, que son todas las concepciones políticas, jurídicas, religiosas, artísticas y filosóficas de la sociedad y todas sus instituciones políticas, jurídicas, que les corresponden. Pero esta afirmación no es cierta, el camarada Stalin profundizó en la cuestión de la lengua, demostrando que la lengua no forma parte ni de la base(el sistema económico vigente), ni de la superestructura. El tito Iosif dice lo siguiente:

“Toda base tiene la superestructura correspondiente. La base del régimen feudal tiene su superestructura, sus concepciones políticas, jurídicas, etc., etc., y las instituciones que les corresponden; la base capitalista tiene su superestructura, y la socialista, la suya. Si se modifica o se destruye la base, se modifica o se destruye a continuación su superestructura; si nace una nueva base, nace a continuación la superestructura correspondiente.”

” En este sentido la lengua se diferencia esencialmente de la superestructura. Tomemos, por ejemplo, la sociedad rusa y la lengua rusa. En el curso de los 30 años últimos, en Rusia ha sido destruida la vieja base, la base capitalista, y construida una base nueva, una base socialista. En consonancia, ha sido destruida la superestructura de la base capitalista y creada una nueva superestructura, que corresponde a la base socialista. Por consiguiente, las viejas instituciones políticas, jurídicas y otras han sido reemplazadas por instituciones nuevas, socialistas. Sin embargo, la lengua rusa ha continuado siendo, por su esencia, la misma que era antes de la Revolución de Octubre. “

“¿Qué ha cambiado desde entonces en la lengua rusa? Ha cambiado en cierta medida el vocabulario de la lengua rusa, ha cambiado en el sentido de que se ha visto enriquecido con un considerable número de nuevas palabras y expresiones, nacidas con la nueva producción socialista, con el nuevo Estado, con la nueva cultura socialista, con las nuevas relaciones sociales, con la nueva moral y, finalmente, con el desarrollo de la técnica y de la ciencia; muchas palabras y expresiones han cambiado de sentido y adquirido una significación nueva; cierto número de palabras ha caído en desuso, ha desaparecido del vocabulario. En lo que respecta al caudal de voces básico y a la estructura gramatical de la lengua rusa, que constituyen su fundamento, lejos de haber sido liquidados y sustituidos por un nuevo caudal básico y por una nueva estructura gramatical después de la destrucción de la base capitalista, se han conservado intactos y perviven sin ninguna modificación seria; se han conservado precisamente como fundamento de la lengua rusa contemporánea. “

En efecto, queda claro que la lengua está en una categoría independiente de cualquier base(sistema de producción) y superestructura de la historia. La lengua es una herramienta que siempre sirve a todos los individuos de la sociedad sin ningún tipo de discriminación de género o clase, afirmar lo contrario es un absurdo rídiculo teniendo en cuenta que la lengua sirve a la humanidad desde el principio de los tiempos, en sociedades matriarcales donde aún siquiera existían el patriarcado y las clases sociales. ¿Entonces a qué patriarcado servía la lengua? ¿Ola, tu ke dise ke ase?… Además esta probado que la misma lengua rusa fue utilizada con la misma estructura gramatical al servicio de la revolución y los derechos de las mujeres obreras. No obstante, sí es cierto que a medida que evoluciona cada base económica con su correspondiente superestructura, la lengua sufre algunas transformaciones. Es debido a las nuevas relaciones de producción, que enriquecen la propia cultura de la sociedad, propiciando la aparición de diferentes clases sociales que a su vez aumentan el vocabulario de la lengua . En fin pequeños saltamontes, indaguemos un poco más en el estudio de nuestro camarada Stalin:

“En este sentido, la lengua se diferencia esencialmente de la superestructura. La lengua no es engendrada por una u otra base, por la vieja o por la nueva base, en el seno de una sociedad dada, sino por todo el curso de la historia de la sociedad y de la historia de las bases a través de los siglos. La lengua no es obra de una clase cualquiera, sino de toda la sociedad, de todas las clases sociales, del esfuerzo de centenares de generaciones. La lengua no ha sido creada para satisfacer las necesidades de una clase cualquiera, sino de toda la sociedad, de todas las clases sociales. Precisamente por eso, ha sido creada como lengua de todo el pueblo, única para la sociedad y común a todos sus miembros. En virtud de ello, el papel auxiliar de la lengua como medio de relación entre los hombres no consiste en servir a una clase en perjuicio de las demás, sino en servir por igual a toda la sociedad, a todas las clases sociales. A ello, precisamente, se debe el que la lengua pueda servir por igual al régimen viejo y moribundo y al régimen nuevo y en ascenso, a la vieja base y a la nueva, a los explotadores y a los explotados.”

” Todo el mundo sabe que la lengua rusa ha servido al capitalismo ruso y a la cultura burguesa rusa antes de la Revolución de Octubre tan bien como sirve hoy día al régimen socialista y a la cultura socialista de la sociedad rusa. “

” Lo mismo hay que decir de las lenguas ucraniana, bielorrusa, uzbeka, kazaja, georgiana, armenia, estoniana, letona, lituana, moldava, tártara, azerbaidzhana, bashkira, turkmena y de otras lenguas de las naciones soviéticas, que sirvieron al viejo régimen burgués de esas naciones tan bien como sirven al régimen nuevo, al régimen socialista. “

” Y no puede ser de otra manera. Si la lengua existe, si ha sido creada, es precisamente para que sirva a la sociedad, considerada como un todo, de medio de relación entre los hombres; para que sea común a los miembros de la sociedad y única para ésta; para que sirva por igual a sus miembros, sea cual fuere la clase a que pertenezcan. Basta que la lengua abandone esta posición de servicio a todo el pueblo, basta que adopte una posición de preferencia y de apoyo a un grupo social cualquiera en detrimento de los demás grupos sociales, para que pierda su calidad, para que deje de ser un medio de relación entre los hombres en la sociedad, para que se convierta en la jerga de un grupo social cualquiera, degenere y se condene a la desaparición. “

Y el mismo maestro después de esta explicación se reafirma dejando claro que :

” a) un marxista no puede considerar la lengua como una superestructura de la base; “

” b) confundir la lengua con la superestructura significa incurrir en un error de bulto. “

PREGUNTA. ¿Es cierto que la lengua ha tenido siempre y sigue teniendo un carácter de clase y que no existe una lengua común y única para la sociedad, una lengua común a todo el pueblo y sin carácter de clase?

RESPUESTA. No, no es cierto.

Entonces, aunque hayamos demostrado de nuevo que la lengua no sirve ningún propósito de carácter de clase ni patriarcal, que esta no discrimina a la mujer obrera de ninguna de las maneras, algunos tratarán de decirnos; Ei mira que machistas estos de la RSA, ¿no saben que esto también lo hacemos para dar un énfasis a la lucha de la mujer? Pues le diremos al listillo de turno que no. Porque la modificación de la estructura gramatical de la lengua conduce inevitablemente a entorpecer la correcta comunicación entre toda la sociedad y propicia la aparición de dialectos o jergas que degradan la calidad del lenguaje y tan sólo se corresponden al servicio de grupos sociales muy determinados, dando una imagen de marginalidad y sectarismo, alejando aún más a los trabajadores de la correcta comprensión de la problemática patriarcal y la lucha feminista. Consigue así un efecto totalmente contrario al deseado, además de ser totalmente irracional y acientífico. Lo que ocurre es que dichas personas u organizaciones que utilizan este modo de comunicación (normalmente escrito, no conozco a nadie que hable femenino más que en 4 consignas “queer” en una mani, si no estarían 24h dándolo todo, reflexionad un poco del ¿porque..? ) confunden la cultura del lenguaje con la superestructura del sistema económico.

Pero para eso Stalin también les da una lección que no queda en balde. Por eso tranquilos, que reine la calma, para eso estamos los “kumpains” del comité supremo de la RSA.. dando clases gratuitas de marxismo al personal. Porque sabemos que estas personas y organizaciones del socialismo sólo conocen su folklore y sus símbolos, asi que seguimos que falta os hace “compañeras” (aish se me ha escapado….)

” Naturalmente, no es cierto que, debido a una encarnizada lucha de clases, la sociedad se haya desintegrado en clases que ya no están ligadas económicamente las unas a las otras en el seno de una sociedad única. Al contrario: mientras subsista el capitalismo, burgueses y proletarios estarán ligados recíprocamente por todos los lazos de la economía, como partes constitutivas de una sociedad capitalista única. Los burgueses no pueden vivir ni enriquecerse si no disponen de obreros asalariados; los proletarios no pueden subsistir sin vender su fuerza de trabajo a los capitalistas. El cese de toda relación económica entre ellos implica el cese de toda producción, y el cese de toda producción conduce al perecimiento de la sociedad, al perecimiento de las clases mismas. De por sí se desprende que ninguna clase quiere condenarse a perecer. Por eso, la lucha de clases, por aguda que sea, no puede conducir a la desintegración de la sociedad. Sólo la ignorancia en cuanto al marxismo y la incomprensión absoluta de la naturaleza de la lengua han podido sugerir a algunos de nuestros camaradas la fábula de la desintegración de la sociedad, la fábula de las lenguas «de clase», de las gramáticas «de clase». “

” Se remiten, además, a Lenin y aducen que reconocía la existencia de dos culturas, la burguesa y la proletaria, bajo el capitalismo y que la consigna de cultura nacional es, bajo el capitalismo, una consigna nacionalista. Todo ello es cierto, y Lenin tiene absoluta razón. Pero ¿a qué viene aquí eso del «carácter de clase» de la lengua? Al remitirse a las palabras de Lenin de que bajo el capitalismo existen dos culturas, esos camaradas quieren –a lo que se ve– inculcar al lector que si en la sociedad existen dos culturas, la burguesa y la proletaria, debe haber también dos lenguas, pues la lengua está ligada a la cultura, y que, por lo tanto, Lenin niega la necesidad de una lengua nacional única, manifestándose, por consiguiente, a favor de las lenguas «de clase». El error que esos camaradas cometen aquí consiste en que identifican y confunden la lengua con la cultura. Pero la cultura y la lengua son dos cosas distintas. La cultura puede ser burguesa o socialista, mientras que la lengua, como medio de relación, es siempre común a todo el pueblo y puede servir tanto a la cultura burguesa como a la socialista. ¿Acaso no es un hecho que las lenguas rusa, ucraniana y uzbeka sirven actualmente a la cultura socialista de estas naciones tan bien como sirvieron antes de la Revolución de Octubre a sus culturas burguesas? Por consiguiente, esos camaradas están muy equivocados al afirmar que la existencia de dos culturas diferentes lleva a la formación de dos lenguas distintas y a la negación de la necesidad de una lengua única. “

” Cuando hablaba de dos culturas, Lenin partía precisamente de la tesis de que la existencia de dos culturas no puede llevar a la negación de la lengua única y a la formación de dos lenguas, y de que la lengua debe ser única. Cuando los bundistas acusaron a Lenin de que negaba la necesidad de la lengua nacional y consideraba que la cultura «carece de nacionalidad», Lenin, como es sabido, protestó enérgicamente y declaró que luchaba contra la cultura burguesa, y no contra la lengua nacional, cuya necesidad estimaba indiscutible. Causa extrañeza que algunos camaradas nuestros hayan seguido las huellas de los bundistas. “

” Por lo que se refiere a una lengua única, cuya necesidad dicen que Lenin negaba, sería conveniente prestar oído a las siguientes palabras de Lenin: “

«La lengua es un importantísimo medio de relación entre los hombres; la unidad de la lengua y su desarrollo sin trabas son una importantísima condición de una circulación mercantil verdaderamente libre y amplia, correspondiente al capitalismo moderno, y de una libre y vasta agrupación de la población en las diferentes clases».

Resulta que esos estimados camaradas han tergiversado las ideas de Lenin.

Ya por último os deseamos un feliz día y que en vez de coger un palestino o una cerveza en el casal de turno os de por formaros un poco, y si no sabeís como hacerlo, nosotros de muy buen rollo os enseñamos, para que dejeís de meter patadas al marxismo leninismo…. porque una imagen vale más que mil palabras y si seguís sin querer entenderlo almenos nos echamos unas risas… (a vuestra costa).»

Fuente : EL MARXISMO Y LOS PROBLEMAS DE LA LINGÜÍSTICA ACERCA DEL MARXISMO EN LA LINGÜÍSTICA por José Stalin

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.