Asumamos este desafío con la voluntad heroica de los venezolanos

Llegó la hora de la verdad. No hay camino bueno para evadir la responsabilidad que nos plantea la crítica circunstancia que vive nuestro país. Los amos del poder decidieron descargar el peso de la crisis sobre los trabajadores, pequeños y medianos productores del campo y de la ciudad, sobre la depauperada clase media, y pone en marcha una serie de políticas de efecto devastador sobre las condiciones de vida y de trabajo. Pulveriza el salario y lejos de estimular la producción, quiebra fábricas, genera desempleo, alienta la delincuencia y profundiza la crisis general. Ante ese dramático cuadro no hay otra alternativa que disponerse a la acción decidida y enérgica para producir un cambio político en el país. Todos los días se reafirma en los hechos esta necesidad. Suficientemente demostrado que con los gobernantes que tenemos no vamos a salir de este atolladero a donde ellos nos condujeron.
El país comienza a padecer una hambruna que se extiende e intensifica. Las penurias que sufre nuestro pueblo se tornan cada vez más insoportables. El país es un polvorín a punto de estallar, más cuando el oficialismo reprime la protesta y obstaculiza todas las salidas constitucionales y electorales que tratan de construirse, creando de esta manera una situación de alta peligrosidad que en cualquier momento puede conducir a una conflictividad generalizada y grave.
La lucha por el cambio político va hermanada a la pelea palmo a palmo por un salario real que sea suficiente, por condiciones de vida y de trabajo dignas, por caminos abiertos para el ascenso social y el progreso. Es hora de disponerse a recuperar nuestros sindicatos, a fortalecerlos, a convertirlos en instrumento eficaz para la acción y el cambio. Son tiempos en los cuales los trabajadores están llamados a asumir un papel protagónico en la lucha por el cambio político que demanda la sociedad. Esa es la garantía para que los cambios sean populares y nacionales y que la superación de la crisis se logre con base en un compromiso de todos y que no se descargue en los que menos tienen.
Los trabajadores, quienes producen la riqueza y garantizan todas las condiciones de reproducción de toda la sociedad, deben asumir el rreto histórico, deben convertirse en los verdaderos protagonistas del cambio político sustentado en la propuesta de Reconstrucción Nacional cuyas bases son: 1. Una nueva democracia de participación directa de la gente en la toma de decisiones ; 2. Impulso de una economía diversificada que eche las bases hacia la revolución industrial, el desarrollo, el bienestar de las grandes mayorías y la soberanía nacional; 3. Una política petrolera para convertir esta economía en palanca del desarrollo industrial y agroalimentaria; 4. Soberanía agroalimentaria basada en el impulso del desarrollo diversicado del campo; 5. Nueva política económica para garantizar el desarrollo soberano basada en la canalización del presupuesto para el impulso del desarrollo alcanzando el equilibrio fiscal con base en el crecimiento del aparato productivo, junto a una política de recaudación progresiva que no obste con el estímulo de la demanda social y una política bancaria que permita canalizar el ahorro social hacia la inversión productiva, abaratando y facilitando el crédito agrícola e industrial; 6. Una política social que garantice el desarrollo humano, expresado en mejor salud, calidad de la educación y mejora de todos los servicios públicos, así como vivienda digna para todos los venezolanos.
Es el momento de elevar la conciencia y la organización para estar en condiciones de jugar el papel destacado que nos corresponde. Para ello, organizarnos en avanzada política, en la Unión de Trabajadores Revolucionarios y en Bandera Roja -partido de la clase obrera-, es garantía para apuntalar la acción política, sin descuidar las demandas inmediatas de los trabajadores y las tareas para la democratización del movimiento sindical. Son necesarios dirigentes, miles de activistas, agitadores y organizadores, y para ello hay que desarrollar un plan de formación sobre la marcha, al calor de la lucha. Sobre todo en momentos en los cuales es claro que las aspiraciones y reivindicaciones de los trabajadores solo serán exitosas si luchamos por el cambio en la dirección política del país.
La unidad de acción debe ser una búsqueda permanente para darle fuerza a nuestras demandas y para acercarnos en el compromiso de cambio de gobierno y de la reconstrucción del país. Trabajadores, estudiantes, gremios profesionales, pequeños propietarios del campo y la ciudad, debemos conformar un poderoso movimiento unitario en un frente de acción por las reivindicaciones inmediatas, cuyos objetivos sean la conquista de un salario que garantice una vida digna y freno inmediato de la inflación que provoca el gobierno.
El día internacional de los trabajadores es emblema de las luchas por un mundo mejor. De compromiso y disposición de lucha por el cambio social en favor del bienestar de los trabajadores y del desarrollo e independencia nacional. Ya nos han quitado todo; la luz, el agua, la comida, los salarios, la seguridad y la libertad. Solo podenos perder una cosa más: las cadenas. Ya no queda otro camino que la lucha por el cambio urgente que demanda Venezuela.
¡Aumento general de salarios ya!
!Los trabajadores luchamos por el cambio!
¡Salgamos de Maduro! 
¡Revocatorio en la calle!

Partido Bandera Roja
Gabriel Puerta Aponte, Secretario General
@GabrielRPuerta
1ro de mayo 2016

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