La eliminación del billete de 100 Bs decretada por Nicolás Maduro luce para muchos como una medida irracional. Sin embargo, vista con detenimiento, es una medida multipropósito. En primer lugar, encaminada a imponer duramente, como un shock, un nuevo cono monetario, contrario a lo ocurrido cuando se creó en su momento el llamado Bolívar fuerte con la familia de billetes de 2, 5, 10, 20, 50 y 100, que se hizo de forma paulatina. Se Evidencia con esta última decisión la forma despótica y autoritaria de imponer su política monetaria.

Otro propósito es la distracción de los venezolanos de la profunda crisis que sacude al país en relación a la escasez de productos de la dieta diaria, de medicinas y de diferentes artículos, escasez producida por la destrucción del aparato productivo y el estímulo a la importación, lo cual afecta la producción nacional. Durante estas 72 horas que estableció el gobierno para la desaparición como moneda de los billetes de 100, los venezolanos se ocuparán de hacer largas colas en los bancos, cambiar los billetes que posean o comprar desesperadamente cualquier cosa usando los billetes que desaparecerán.

También se propone el gobierno la reducción del dólar paralelo, lo cual se ha dado en estos momentos pero pudiera ser transitorio, dada la limitación de divisas en el país, la creación de dinero inorgánico puesto en circulación por el Banco Central, dinero que no tiene respaldo de producción, y de la disminución de las reservas internacionales.

Una medida como ésta permite que capitales no legitimados puedan aprovechar esta circunstancia para el lavado de dinero, al poder cambiar estos billetes, dada la gran cantidad de papel moneda que circula, donde las mafias tienen un control en el contrabando de mercancías y del narcotráfico.

Ante este panorama de cambio de cono monetario se demuestra que el papel, como medida de valor de las mercancías, que tiene la moneda va desapareciendo en el signo monetario monetario, así como su función de patrón de precios, de esta manera ante un aumento general de precios, el valor del bolívar tiende a depreciarse y a desvalorizarse en su función de atesoramiento.

Por tanto, en esta circunstancia esta medida del gobierno busca disminuir los efectos de un profunda devaluación y dar muestra de fuerza ante la debilidad del respaldo popular con que cuenta el gobierno.

Manuel Paredes
Economista
Secretario General de
Bandera Roja – Zulia

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