En la Araucanía en Chile, en esta época tenemos un sol tímido y en las tardes el cielo se pinta de anaranjado. Todo cambia. Observo y medito en este mes de siembras y transformaciones. Recuerdo el 12 de octubre de 1542, fecha fatídica en que llegaron los conquistadores y empieza la resistencia de mi pueblo, que aún no termina. 

El 25 de octubre de 1917 los trabajadores y bolcheviques se toman el poder en Rusia. Luego, el 6 de octubre de 1934, la no muy recordada Revolución de Asturias, con un saldo de 2.000 muertos luego que la Alianza Obrera fuera derrotada por Franco. Pareciera que octubre es un mes de siembras y transformaciones, que traen nuevas ideas. 

El 5 de octubre de 1962, aunque muchos no lo reconozcan, marcó también una revolución musical. Aparecen los Beatles con su disco “Love me do”, transformándolo todo. Los jóvenes empiezan una gran agitación por la paz y salida de los gringos de Vietnam. El movimiento hippie había crecido y se manifestaron fuertemente en Woodstook. También en 1967, el 9 de octubre en Bolivia, el heróico e inolvidable Che Guevara regaba la tierra con su sangre rebelde y ansias de libertad para los pueblos. Continúo pensando en este mes y me encuentro con que el 5 de octubre de 1988 la dictadura de Pinochet es derrotada por el fuerte grito en votos que dijo NO, no más dictadura, torturas, violaciones de derechos humanos, asesinatos e impunidad. Gritaron NUNCA MAS; la alegría ya viene, dijeron. Yo estaba en Venezuela, tierra generosa que me acogió como a miles de otros exiliados.

Mientras preparo la tierra fértil que recibirá las semillas de mi huertos, escucho en las noticias un grito de rebelión que llega desde Santiago, la capital, y llega hasta los confines de este territorio: EVADIR, NO PAGAR… OTRA FORMA DE LUCHAR. Es el grito de los estudiantes secundarios, adolescentes que son como la levadura que levanta la masa, como decía una cantautora. Violeta, se llamaba. Por eso me gustan los estudiantes. 

Habíamos visto cómo subían la tarifas de la electricidad cada dos meses, el gas, la gasolina, cómo cobraban un impuesto para la reconstrucción de un  terremoto que ocurrió hace como 20 años. El Ministro de Salud dice que los viejitos que se atienden en los consultorios lo pasan bien porque al llegar a las 5 de la mañana para pedir cita, aprovechan para conversar y hacer vida social. A esa hora en Chile la temperatura apenas alcanza los 5 grados. Adultos mayores que reciben una pensión básica solidaria que llega a los 100 mil pesos. Otros con más suerte, trabajan toda su vida y tienen sus fondos previsionales en las AFP, organización empresarial creada en dictadura por un hermano del actual presidente Piñera. Así, por ejemplo, una profesora que trabajó 30 años ganando 1.200.000 mensual, su pensión por la AFP solo le dará 180 mil pesos y el resto de sus fondos no lo puede retirar. Si sus hijos son mayores de edad y ella muere, el dinero no es heredable, se lo queda la AFP.

La alegría nunca llegó para el pueblo, pero sí para quienes se “apitutaron” en partidos políticos y en los gobiernos de turno en la llamada nueva democracia. Se mantuvo la Constitución de la dictadura de Pinochet, se realizaron leyes que entregaron el territorio, las con una figura de Estado subsidiario, es decir el Estado deja todo en manos de los privados y solo se encarga de lo que no genera ganancias. Así, las aguas se privatizaron, fueron regaladas a las mineras que son de trasnacionales, a grandes propietarios de fundos que impulsaron los monocultivos dañando la diversidad de nuestro territorio. Las plantaciones de pinos y eucaliptus, especies foráneas, consumen demasiada agua,  eliminaron los bosques nativos, siguieron invadiendo y quitando territorios al pueblo MAPUCHE. Se sigue reprimiendo a este pueblo; se apresa, torturan mujeres, niños y se encarcelas a los weichafes, guerreros mapuche que pelean por el territorio en contra de la invasión de las hidroeléctricas, contra las pisciculturas que dañan y envenenan los ríos y dañan el medio ambiente; se les aplica la Ley Antiterrorista, creada durante la dictadura. Durante el Gobierno de MIchell Bachelet, la actual Defensora de los Derechos Humanos de la ONU, muchos jóvenes mapuches murieron ejecutados por la espalda. El último de ellos en este Gobierno de Piñera. Camilo Catrillanca, se llamaba. Recibió un disparo de fusil en la nuca mientras iba con un niño de 15 años a buscar cilantro a su casa. Chadwik, el primo de Piñera y Ministro del Interior, realizó junto con los Jefes de Carabineros un montaje que fue descubierto. Eso hace un año, se pidió su destitución por su responsabilidad política, pero siguió demasiado firme al lado de Piñera. ¿Cómo no estarlo si es quien hace el trabajo sucio desde la dictadura a través de patria y libertad, y hasta el día de hoy, fungiendo como ministro del interior? Salieron todos los altos mandos, de carabineros, hasta el abogado, pero el Ministro se mantuvo firme.

Los parlamentarios que reciben el sueldo más alto del mundo por su labor, reciben 9.800.000. Pero no es todo. Para sus gastos menudos reciben 26.700.000 como gastos de gasolina, carros, pasajes, etc. Y por allí dicen que 11.500.000 más por mes de no se sabe qué. Mientras el sueldo mínimo de un trabajador solo llega con el último aumento a 310 mil pesos mensuales. El cochino está mal pelado, dice el pueblo. Los expresidentes reciben igualmente una dieta vitalicia igual que los parlamentarios y los ministros. Sueldos que se suben año tras año. 

Hace unos meses se descubrió que una de las casas de verano de Piñera que posee aquí donde yo vivo, no ha pagado nunca contribuciones desde hace 30 años. Al lado de él se encuentra la casa de veraneo de la Bachelet, que tampoco ha pagado contribuciones. Voy a solicitar permiso a la Municipalidad para vender artesanías y mis productos del campo, y me dicen que debo pagar contribuciones por mi ruca. No me resisto y me mando un discurso diciendo que cuando Piñera y Bachelet lo hagan, tal vez yo lo piense. Algunos funcionarios dicen que tengo razón, se quedan discutiendo y salgo orgullosa de mi triunfo, pequeñito quizás pero me recuerdo de Venezuela y sus demandas y me siento solidaria. Al fin, Piñera obtuvo un perdonazo por no pago de contribuciones, pagando así solo tres años en vez de 30, y se citó a Michelle, quien envió a su abogado. No se presentó. Así evaden los ricos las contribuciones

La última alza fue la del metro de 800 a 830 pesos en hora punta, mientras en horario de 5 a 7 de la mañana y luego a partir de las 10  pm, se dejó en 670 pesos. Eso generó la rabia de todos pues además, el Ministro de Economía dice que es bueno que los trabajadores se levanten más temprano y regresen después de las 10 de la noche y así ahorrarán en pasaje.  

Los adolescentes, los estudiantes que no tienen pelo en la lengua para decir lo que piensan, empezaron a llamar el 15 de octubre a evadir el pago del metro. La consigna EVADIR, NO PAGAR, OTRA FORMA DE LUCHAR, apareció por todas las calles en graffiti e inundó las redes sociales. Esa consigna parecida a la recordada revolución de la chaucha, ocurrida hace muchos años cuando subieron el pasaje y los trabajadores se rebelaron.

Volaba la consigna y los adolescentes esperaban a que se abrieran las puertas y entraban como un alud, saltando los torniquetes. Nunca sabremos quién fue el primero que saltó, pero estoy segura que nunca pensó que dejaría tal despelote con todo el país siguiendo su ejemplo. Con este gesto de los jóvenes, todo el pueblo despertó cuando vieron la represión que se ejercía sobre ellos. Un movimiento por nadie esperado, en el que se comunicaban por redes sociales, aglutinó a todo un pueblo harto de desigualdad inequidad y sobre todo de neoliberalismo. El modelo falló. Fuimos los conejillos de india y a sangre y fuego lo impusieron… a golpe de cacerolas los sacamos.

El grito de FUERA PIÑERA, FUERA CHADWICK  se escuchaba de Arica a Magallanes del Océano Pacífico hasta la alta Cordillera. Se juntaron las demandas de los educadores, los trabajadores de la salud, se unieron los trabajadores del puerto, los pueblos indígenas, quienes en el norte bloquearon las entradas para las minas de Litio. 

Milagrosamente, los ríos secos empezaron a correr nuevamente, después que habían muerto miles de animales por la sequía. Al parecer la sequía no era tal, sino que los dueños de las minas y dueños de grandes plantaciones de paltos, la tenían retenida.

Se atacaron comisarías, edificios militares en el norte, se trancaron las vías, se quemó el metro y la gente espontáneamente salió a protestar día y noche.

Piñera, asustado, decretó Estado de emergencia, sacó a los carabineros y militares, dejando el mando a los milicos, quienes pusieron el toque de queda. En la ignorancia de las leyes los milicos creyeron que era estado de sitio y de esa manera reprimieron. Piñera no aparecía por ninguna parte, sus ministros trataban de dar la cara. Solo se vio a Piñera de fiesta en una pizzería celebrando una reunión familiar. Eso fue otro detonante. 

Un grupo de dirigentes, entre los cuales se encuentran la CUT, Movimiento por No más AFP, organizaciones de estudiantes universitarios, secundarios, grupos de pensionados y más de 200  grupos sociales, etc. Se organizó la llamada de unidad social, que funciona tratando de dar unas directrices. Mientras, después de las manifestaciones, la gente se reúne a discutir en cabildos, asambleas y hacer petitorios. Lo principal es nueva constitución y asamblea constituyente, pensiones, nacionalización del agua y otros bienes.

Se realizó una gran marcha el día 24 de octubre con más de un millón de personas en las calles de Santiago y en todo el país. Los símbolos caen. Estamos en el mes de octubre. En la Araucanía el pueblo mapuche destruye los símbolos de la opresión, caen los bustos de Pedro de Valdivia y su cabeza se pone en las manos de la estatua de Kalfullikan. 

Millones de personas autoconvocadas discuten y se dan cuenta de que han vivido dentro de unas burbujas. Que habían sido criados bajo un modelo que era individualista y competitivo; no se conocían, las mesas salen a la calle, se cierran los pasajes y salen las sopaipillas y el mate, tecito caliente y los vecinos se vuelven más humanos, se dan cuenta que el dolor no era solo de uno, sino de toda una sociedad. El derecho de vivir en paz resuena por todas partes y el rock de Los Prisioneros de los años 80 vuelve a tronar. Nada se ha cambiado aún, estamos amarrados por una Constitución que proclama un Estado subsidiario neoliberal, con todas estas consecuencias.

CHILE DESPERTÓ, respiro contenta. Es octubre, tiempo de siembra. La semilla de esos jóvenes que alegres, bailando y cantando, salieron a luchar por una sociedad más humana. Muchos han quedado tuertos, han sido torturados, violados, asesinados a manos de la represión del Gobierno. Pero CHILE DESPERTÓ.

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