En los últimos meses hemos visto un incremento sustancial en los índices inflacionarios y de los precios de los productos de primera necesidad a causa de varios factores, entre los que destacan: emisión de dinero inorgánico, es decir, dinero sin respaldo en el PIB y en la producción; la dolarización de la economía desde los anuncios del paquetazo el 20 de agosto y la especulación y la usura a partir de la referencia del dólar paralelo. El resultado: en 100 días se ha pulverizado la capacidad adquisitiva de los trabajadores.
Durante estos 100 días no hubo aumento salarial y sin embargo la inflación mantuvo su ritmo ascendente. De no haberse aumentado el salario mínimo recién anunciado por el dictador, seguramente la inflación seguiría su curso. Este simple hecho desmiente aquella idea falaz según la cual la inflación se genera a causa de los aumentos salariales. Por el contrario, dichos aumentos son consecuencia de la inflación y el gobierno se ve obligado a aumentar salarios para recuperar la capacidad de compra de los trabajadores ante la inflación acumulada, para garantizar así la subsistencia y medios de vida de la gente. De esa manera también se aumenta la recaudación fiscal, que genera los recursos en el que está soportado el 80% del presupuesto nacional, porque ante la baja de los precios del petróleo, la dictadura le mete la mano en los bolsillos a los trabajadores por la vía tributaria.
Ahora bien, Maduro habló ayer 29 de noviembre sobre el «factor de corrección» del llamado «plan de recuperación económica…» dejando claro algunas cosas:
  1. Que el valor Petro es discrecional y arbitrario, anclado a la voluntad del dictador Maduro.
  2. Que ha sido una falacia aquello de que el Petro responde al comportamiento de la cesta (petróleo, hierro, oro diamante, etc.)
  3. Que al aumentar el valor Petro se debilita el Bolívar, como fue éste en caso.
  4. Que lo anunciado ayer por el dictador fue una DEVALUACIÓN de la moneda en 150%. Ahora su dinero vale 150% menos. Lo que significa que si al aumento salarial de 150% anunciado, usted le resta la devaluación de 150% queda en 0 aumento salarial.
  5. Que Maduro no tiene la más mínima disposición a reconocer las convenciones colectivas de trabajo ni restituir los derechos y beneficios laborales.
  6. Que el dictador se viste de cínica armadura ante el reclamo de los trabajadores venezolanos.
Por lo tanto, a los trabajadores no nos queda otra alternativa que ratificar el compromiso con la lucha por el cambio político suscrito en el Congreso Nacional del Frente Amplio Venezuela Libre. 
HACÍA LA HUELGA NACIONAL
HACIA LA TERCERA REBELIÓN DEMOCRÁTICA

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