La UJR conmemora su 32° aniversario fortaleciendo el espíritu insurgente, rebelde, combativo y revolucionario en los espacios donde hace vida la juventud venezolana, que se ha visto obligada por las circunstancias a mantener una lucha constante por sus derechos y por construir la esperanza y la fuerza para desplazar el régimen dictatorial que llevó el país a esta crisis sin parangón en nuestra historia.

La situación de la juventud venezolana ha empeorado a límites insoportables que coartan cualquier posibilidad de futuro. La dependencia histórica de Venezuela de las grandes potencias imperialistas -profundizada en los últimos años- ha hecho que cada vez sean más los jóvenes no puedan acceder a un empleo productivo, a un trabajo decente. Los jóvenes ven su día a día cómo empeoran sus condiciones de vida, y lamentablemente han optado por emigrar de su país, buscando oportunidades que en su patria no vislumbran.

En su mayoría, nuestros jóvenes están destinados al desempleo, a la explotación, a sueldos míseros que no le permiten desarrollarse o abrirse paso hacia un futuro digno. Cada vez son más los jóvenes que no pueden continuar sus estudios y deben dedicarse completamente a trabajar para subsanar la crisis familiar.

La situación del joven venezolano sigue agravándose bajo el peso de políticas represivas, arbitrarias, autoritarias, hambreadoras y violatorias de derechos, políticas desarrolladas por la mafia gubernamental comandada por Maduro. El desempleo, la sobre-explotación, la inseguridad, la ausencia de estímulos al estudio, al deporte, a la investigación, han terminado por oscurecer las posibilidades de avance, de progreso, de crecimiento individual y colectivo, ofreciendo solo las vías de la anarquía, del delito, de la droga, de la deserción escolar y de la ruptura de los nexos familiares. La educación, la salud y todas las formas de apoyo social solo llegan a los privilegiados que están cerca del grupo mafioso en el poder.

Esta ha sido la estela y los resultados de una política criminal que se disfraza de socialismo, cuando en verdad es una estafa a los deseos de progreso y avance, una administración al servicio de potencias extranjeras y de elevada corrupción, degradación y degeneración de una camarilla netamente delincuencial.

Queremos dejar clara nuestra posición en la actual coyuntura: la UJR no caerá en la falsa ilusión que ofrecen los colaboracionistas y los oportunistas que buscan traicionar nuevamente al pueblo venezolano, para seguir oxigenando a la mafia en el poder. Creemos que el cese de la usurpación recoge un profundo sentimiento del pueblo venezolano junto a la búsqueda de una verdadera unidad nacional que, apelando a la rebelión democrática, produzca la definitiva liberación de nuestro pueblo.

Nuestra lucha es junto al pueblo trabajador para enfrentar el oportunismo, la politiquería y la demagogia. Es necesario combatir las falsas ilusiones de que hay que cobijarse bajo la sombra de alguna potencia imperialista (EEUU, China-Rusia, Unión Europea) para lograr nuestra independencia económica, política y social. Los imperialismos solo están interesados en nuestras riquezas (petróleo, oro, coltán, hierro, tantalio, tierras raras, entre otras). Esas potencias no están interesadas en la recuperación de nuestra democracia, ni en nuestro desarrollo e independencia. Para ellos, Venezuela es un botín. Nuestra patria se la disputan chinos, gringos y rusos para saquearla. Lo que los diferencia es el grado de saqueo que pretenden y la forma en que lo hacen con nuestros recursos naturales y energéticos.

La UJR ratifica sin ambages que nuestra lucha histórica de más de 32 años tiene como principal objetivo la construcción de una sociedad socialista. De un sistema en el que no haya explotadores ni explotados; en el que los jóvenes venezolanos puedan ser verdaderamente dueños de su futuro, de su esfuerzo, de su destino. Luchamos por una sociedad en la que todos tengamos un trabajo, el derecho a un desarrollo digno, a la educación y la atención de salud universal, una vivienda en un hábitat sostenible, el desarrollo completo de nuestro ser mediante el libre acceso a la cultura y al deporte, sin ningún obstáculo económico. Por ello se hace imperioso enfrentar la estafa chavista, que jamás ha tenido asomo con el socialismo.

Seguiremos apostando a ser una escuela de formación cuadros y dirigentes juveniles verdaderamente revolucionarios. Nuestra finalidad es sacar a Venezuela de la dependencia, establecer una democracia popular y sentar las bases para la construcción del socialismo. Nos comprometemos a continuar elevando las luchas de la juventud, su ética y su moral, y convertirla en un firme pilar para la reconstrucción del país. Estaremos al servicio del desarrollo nacional, de una educación científica, democrática y popular.

Nos proponemos acerar nuestros esfuerzos en la construcción de una Venezuela que supere el atraso, la dependencia, la subyugación a uno u otro imperialismo, para que salga adelante por sus propios esfuerzos productivos y de diversificación del aparato productivo nacional.

Tenemos también una tarea de carácter ideológico. De darle conciencia y organización a la juventud en todos los sectores populares. Conducir una lucha ideológica fortaleciendo y estrechando sus filas y construir una vanguardia juvenil consciente y comprometida con el espíritu militante en la lucha por el cambio revolucionario.

Esto significa desenmascarar al engaño desarrollado en los años recientes por las mafias que usurpan el poder; también luchar contra la lógica individualista, las actitudes derrotistas y la pasividad entre la juventud. Organizar la vía para el cambio revolucionario.

Conscientes de esta gran tarea, miramos al futuro con optimismo convencidos de que nuestro momento histórico es de grandes luchas y revoluciones sociales. Nos preparamos en todos los niveles para seguir organizando a la juventud venezolana, mostrando la necesidad del socialismo.

Declaramos a todos los pueblos del mundo que nuestro objetivo es derrotar esta mafia estafadora, que usando un discurso socialista y revolucionario se postró ante intereses extranjeros. Seguiremos trabajando por el fortalecimiento de la solidaridad internacionalista y nuestra lucha común por el socialismo, entendiendo que el primer deber internacionalista es hacer la revolución en nuestro propio país.

En esta hora aciaga que padece nuestro pueblo y nuestra patria, convocamos a todos los jóvenes de Venezuela a fortalecer su convicción y sus deseos de cambio y transformación. Echemos a andar nuestros mejores esfuerzos y nuestras mejores voluntades para terminar con esta catástrofe y abrir los caminos de democracia, desarrollo y libertad.

¡Jóvenes, a la rebelión para salir del dictador!

¡Abajo la Dictadura!

 

Unión de Jóvenes Revolucionarios

Octubre 2019

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