Los
venezolanos nos preguntamos ¿por qué Nicolás Maduro, desde que fue
canciller de la República, no ha defendido nuestra soberanía nacional,
evidenciando una actitud sumisa en el caso del Esequibo, conocido como
Zona en Reclamación?

Para
responder esta pregunta es importante señalar que en el año 2009,
cuando Guyana solicita ante la ONU la ampliación de su plataforma
continental, violando flagrantemente el Acuerdo de Ginebra (http://esequibo.mppre.gob.ve/index.php/capitulo-i)
y por ende nuestra soberanía nacional, estipulada en el artículo 10 de
la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el canciller
de entonces, Nicolás Maduro (quien presidió el Ministerio de Relaciones
Exteriores de Venezuela desde el 2006 hasta 2013), no levantó su voz
para rechazar las pretensiones de Guayana de dejar a Venezuela sin
salida al Océano Atlántico.  De esta forma se evidencia la actitud
pasiva del régimen chavista para defender territorio venezolano y
nuestra soberanía nacional. Dicha pasividad se conoce en el mundo
diplomático como “silencio lesivo”, ya que al no haber una réplica por
parte del país perjudicado, el otro lo toma como una aceptación de lo
solicitado.  Ante la gravedad del caso, el entonces embajador de
Venezuela en Guyana, Darío Morandy, emite un comunicado de fecha 15 de
mayo de 2009 (http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/110929/embajada-venezolana-advirtio-en-2009-de-peticion-de-guyana),
en el que expresa su preocupación sobre la petición que hace Guyana
ante la ONU, exhortando así a la cancillería, es decir, a Maduro,  a que
se pronuncie sobre este aspecto, lo cual no ocurrió para ese momento.
Posteriormente,
en el año 2010, Venezuela y Guayana coinciden en una reunión de
mandatarios en Caracas, en la cual (y para sorpresa de la opinión
pública) no se tocó el tema públicamente. Solo hubo una reunión a puerta
cerrada donde nunca se supo que cosa acordaron bilateralmente Hugo
Chávez y el primer ministro Guyanés.
Luego
en el año 2011, con presión de la opinión pública, dirigida
principalmente por la Mesa de la Unidad Democrática, instancia opositora
que emite un comunicado exigiendo respuesta ante la  grave petición de
Guyana en la ONU, los cancilleres de ambos países se reúnen el 30 de
Septiembre de ese año en Puerto España. En esa ocasión el canciller
Nicolás Maduro, en su pretensión de hacer caso omiso al  Acuerdo de
Ginebra, reitera que la situación de reclamación del Esequibo de
Venezuela a Guyana son problemas heredados del período colonial,
argumentando que el laudo de 1899 era un pretexto para poner a pelear a
dos países hermanos, demostrando notoriamente su falta de seriedad para
los asuntos que le competían como canciller en defensa de la soberanía y
el territorio venezolano. Dicha actitud la reitera (ahora presidiendo
el gobierno) cuando en vez de reclamar formalmente al gobierno de Guyana
la autorización que dio a la transnacional del petróleo ExxonMobil de
explotar crudo en la Zona en Reclamación, en una muestra de ignorancia
combinada con perversidad, solo reclama a dicha  empresa norteamericana.
De esto se puede afirmar que Maduro, en el ejercicio de sus dos cargos
(canciller y Presidente), nunca ha tenido la intención  de defender la
república de los riegos de perder soberanía y territorio, convirtiéndose
así en uno de principales protagonistas de la traición a la patria.
Para
toda la opinión pública, es sabido que la Guayana Esequiba en las
cartas geográficas de Venezuela siempre ha aparecido como Zona en
Reclamación, debido a que Venezuela  no ha reconocido el fallo suscrito
en el laudo de 1899, en virtud de las condiciones en que fue acordado. 
Ante los falsos gritos de defensa de la soberanía nacional, es
importante señalar que con el gobierno de Hugo Chávez y ahora con el de
Nicolás Maduro, se ha entregado e hipotecado como nunca antes el país,
ya que en sus gestiones para nada han sido diligentes en retomar este
arbitraje y resolver de la mejor manera esta situación, puesto que todos
los estudiosos del tema saben que para solucionarlo es cuestión de
exigirle categóricamente a Guyana que respete el acuerdo de Ginebra, y
en el que además, se retome una acción negociada, implementando el
artículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas que establece  un acuerdo
pacífico entre las partes.  Por el contrario, durante estos 15 años se
ha guardado silencio, reafirmando cada vez más el carácter despótico y
entreguista de este régimen que no respeta ni defiende nuestra soberanía
y más bien la destruye y la regala a pedazos .
Ante
tal situación denunciamos categóricamente a este régimen, que no solo
acaba con el erario público y destruye el aparato productivo, sino que entrega la soberanía nacional de manera abierta y descarada, siendo Nicolás Maduro el principal cómplice de  traición a la patria.


Profesora Karina Molina 

Movimiento de Educadores Simón Rodríguez -Caracas.

Profesora de Geografía e Historia (UPEL) 
Tesista de la Maestría en Geohistoria (UPEL)



      

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