José Vicente Haro , Abogado y Profesor.
Especialista en Derecho Administrativo,
Derecho Constitucional y Ciencia Política.
ESPERANZA MÁRQUEZ 
Periodista

– ¿Su prioridad son los estudiantes?
– He apoyado las reivindicaciones del movimiento estudiantil que siempre ha existido. Desde que ha existido universidad los estudiantes han mantenido una actitud crítica. En estos poco más de 100 días se ha visto el trabajo que hemos hecho defendiendo los DDHH de los estudiantes y de no estudiantes; y de personas que no son de oposición, que son oficialistas y que sido víctimas de represiones. Voy a marchas convocadas por los estudiantes porque pueden ser objeto de detenciones arbitrarias, de abusos policiales, de uso desproporcionado de la fuerza, violación de sus DDHH.

– ¿Usted participó en la marcha del 12 de febrero? 
– Sí, y es importante resaltar que esa marcha fue convocada por los estudiantes para protestar por lo hechos acontecidos en Táchira el 4F y había estudiantes ilegítimamente, inconstitucionalmente presos. Ahí comienza el episodio más trágico para los derechos humanos en Venezuela, porque esto ha rebasado con creces hechos históricos vistos en dictaduras como la de Juan Vicente Gómez, la de Pérez Jiménez, hechos como los del Caracazo, El Amparo.

– ¿Cómo comenzó su trabajo luego de los acontecimientos de esa marcha?  
– Me llegan las noticia de que habían desaparecidos. Me trasladé al CICPC, donde me encontré con otros abogados. Nos decían que no habían detenidos, pero una persona que había sido detenido salió y nos informa que sí habían: con las fotos que tenían los padres este señor, chavista y obrero de la Misión Vivienda, nos ayuda a reconocer a los estudiantes en condiciones deplorables, golpeados, insultados y nos describió las torturas. Siempre le agradeceré a esa persona su ayuda. Nunca se nos permitió verlos y ese es el común denominador de todas las detenciones. Es una regla que es absolutamente inconstitucional porque viola el artículo 49 que dice que la asistencia de un abogado y la asistencia legal es un derecho para toda persona desde el momento de su detención.

– ¿Cómo siguió el proceso? 
– Se dan las primeras audiencias, los estuvieron incomunicados, son puestos a la orden de la Fiscalía, trasladados a los tribunales donde se les acusó de instigación y asociación para delinquir, de diversos delitos y de ahí salen los primeros 6 presos. Se comenzó a vivir una situación terrible en la que los órganos de seguridad del Estado se sintieron con licencia para violar los DDHH y abusar de las personas cometiendo violaciones que calificamos como torturas, tratos crueles, inhumanos y degradantes. Los cuerpos de seguridad han rebasado la barrera de lo tolerable. Hay casos que me han marcado y me han dejado impactado, porque esas violaciones han sido cometidas por venezolanos que violan sus DDHH a venezolanos, entre hermanos nos estamos haciendo mucho daño.

– ¿Podría relatarme algunos casos que lo hayan marcado? 
– Moisés Guánchez, lo aprehendieron, lo golpearon fuertemente, se lo llevan y como se resiste, los guardias nacionales hacen algo atroz, le vacían los perdigones en los testículos y le dicen que era para que supiera que no iba a ser padre y que no le quedaría otra opción que volverse homosexual. Logramos defenderlo los abogados del Centro de DDHH de la UCAB. la juez se enteró del caso, quedó impactada y declaró la nulidad de todo el procedimiento. Otro caso: Un menor de 13 años que estaba saliendo del Metro de Chacao, había una redada, lo detienen, lo llevan a la Policía Nacional Bolivariana y pasa 15 días sometido a tratos crueles, inhumanos y degradantes. Este niño durante el día era colocado en un recinto que estaba debajo de donde caen los restos de desechos sólidos y líquidos de los baños de los presos y recibía constantes amenazas de violación y psicológicas, lo trasladaban a donde estaban los presos comunes y le advertían que lo podían violar. Finalmente logramos la fianza y su libertad, pero al salir le toman una foto y le advierten que él y su mamá deben quedarse callados porque si no lo van a buscar. Una amenaza de muerte. Neomar, un caso muy fuerte, abandonado por su familia paterna, su papá Guardia Nacional, sus tíos y primos también. Estuvo abandonado por un mes en un Destacamento de la GN en Petare y veía como otros salían en libertad bajo fianza. Llegó un momento en que perdió la esperanza y pensó que se iba a quedar toda la vida ahí, pero gracias a la ayuda de Melanio Escobar, Yorman Pantoja, Gabriela González y a tres señoras que sin conocerlo recopilaron todos los requisitos para la fianza. Le comuniqué a Neomar que preparara sus cosas que salía, entre lágrimas y un grito que pegó no lo podía creer. Ese caso me enseñó que todavía hay gente solidaria en Venezuela, gente bondadosa y que sin importar quién es la persona trata de ayudar. Eso me ha hecho reflexionar sobre Venezuela en un momento que casi perdía las esperanzas en el país, pero que todavía podemos mejorar, salir adelante.

– ¿Cómo califica lo que hemos vivido?
– Atrocidades, violaciones gravísimas, groseras, grotescas, impensables, inimaginables, monstruosas en materia de DDHH y uno piensa ¡Dios mío de lo que es capaz el ser humano! Están entrenados para violar los DDHH, tienen técnicas y han logrado que la población les tenga pánico y no dudo que ese sea el objetivo del gobierno. Pero no podemos caer en ser presas del pánico y el miedo, porque si dejamos que el miedo se apodere de nosotros y vamos a perder el norte. La democracia no es para cobardes, es para un pueblo valiente que esté dispuesto a pelear por sus derechos que son inherentes a la condición humana.

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