¿Una Junta para qué?, por @EddyTimaure

Reconstrucción Nacional
     La crisis avanza
a un ritmo acelerado: el derrumbe de la economía sigue en pleno desarrollo y
amenaza con hacer más dramática la situación de los venezolanos, los servicios
públicos muestran su peor rostro en los últimos cincuenta años, el sistema de
salud y de educación se encuentran altamente deteriorados y, también,  la inseguridad, como dicen ahora, “no juega
carrito” y campea impune bajo la mirada silente (y cómplice) del régimen. A
ello se agrega que la represión no cesa y, por el contrario, armada de
subterfugios legales y amparada en tramas novelescas abusa del poder para
amedrentar, encarcelar y torturar a quienes se oponen al fascismo, cosa que
seguramente se agravará con la habilitante que se aprobó en respuesta a las
sanciones del gobierno estadounidense contra funcionarios del régimen.
   Esto último, las
sanciones que el gobierno estadounidense acaba de imponer a funcionarios del
régimen cuestionados por corrupción y violación de los derechos humanos, sirven
para que éste busque unificar  a sus
partidarios, y a quienes vacilan, en torno a la supuesta defensa de la patria y
la lucha antiimperialista, mientras negocia las reservas en oro en Wall Street,
permite que el imperialismo haga exploraciones petroleras, con la venia de Guyana,
en el esequibo y regala las riquezas minerales y la soberanía al imperialismo
chino, al ruso y al BRICS en general.
   También sirven
estas sanciones, para que el régimen siga apretando su política represiva, vía
habilitante ahora, y para que, valido de la “amenaza imperialista”, juegue con
decisiones claves como la elección de diputados a la Asamblea Nacional (su
realización, momento y condiciones) y para que, por la vía de eventuales
estados de excepción o emergencia, disponga, con mayor arbitrariedad de los
poderes y leyes para buscar socavar las exiguas expresiones de democracia y
eternizarse en el poder.
    Mientras tanto, en
la oposición algunos apuestan a las parlamentarias, otros resisten, luchan en
la calle y condenan a los anteriores, algunos murmuran, cuestionan y no se
organizan, otros insisten en construir una unidad superior, pero en general se
carece de una estrategia única, de un programa único y de una dirección única
que permita allanar el camino del cambio político y de la reconstrucción
nacional en Venezuel.
    Porque, frente a
un régimen de esta naturaleza, no basta una estrategia electoral, no basta
salir a la calle a protestar, no basta el lamento, es necesaria una estrategia
política capaz de dar respuesta en cualquier circunstancia, combinando todas
las formas democráticas de lucha, cuidando que ellas sirvan para organizar al
pueblo y construir una nueva mayoría, en cuyo propósito aseguran la inclusión
de todas las expresiones políticas que adversan al régimen es importante.
    He aquí dónde una
Junta de Reconstrucción Nacional cobra fuerza, como plataforma para unir todas
las luchas que se desarrollan en Venezuela y para unir, fundamentalmente, a
todas las expresiones de la oposición política venezolana, estén o no en la
MUD, estén o no con la búsqueda de una salida constitucional a la crisis, estén
o no con la Resistencia, por cuanto todas son fundamentales para allanar el
camino del cambio político, para enarbolar un Programa de Reconstrucción
Nacional y para avanzar en el establecimiento de forma democráticas de
ejercicio de gobierno.
    La Junta de
Reconstrucción Nacional ha de contar con tres herramientas claves para su
concreción; a) Una estrategia, derivada de la caracterización del régimen y del
análisis de la situación política nacional, cuestión que ha de descansar en un
equipo de coordinación amplia en la que la se definen y desarrollan, en
consecuencia, las iniciativas de lucha a cada nivel; nacional, estadal y
municipal; b) Un Programa de Reconstrucción Nacional, que resume las
principales ofertas de cambio para el pueblo venezolano y que sea garantía de
progreso y bienestar en democracia; c) Un plan de luchas que atiendas las
demandas urgentes del pueblo venezolano frente a la política hambre adora y
represiva del régimen, que lo active y movilice bajo la conducción de una nueva
dirección política.
    Finalmente, el pueblo
descontento ha de ser organizado y, para eso, el llamado a la conformación de
Asambleas Populares ha de ser retomado con todo vigor.  Pero estas Asambleas han de ser concebidas
como espacio para la unidad del pueblo, del debate y de la acción permanente no
como espacios para elegir delegados que sólo asistan a un evento o para
promover candidaturas o liderazgos mesiánicos, sino como expresión del nuevo
poder ciudadano que ha insurgir con fuerza, levantando las banderas de libertad
y democracia que salven al país del caos. Para eso necesitamos una Junta de
Reconstrucción Nacional.
@EddyTimaure
Secretario General de Bander Roj
Estado Falcón
#Venezuela
#resistencia
 

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