Luego de la Consulta Popular realizada el 16 de Julio, en la cual millones de venezolanos hicimos gala de nuestro espíritu rebelde y desobediente ante la Dictadura, las expectativas (justas y necesarias) creadas para los siguientes días, superaron todo lo que una cúpula temerosa y traidora de la Mesa de la Unidad Democrática, estaba en realidad dispuesta a hacer para liberar nuestro país.

A principios de año, era difícil imaginarse la gran rebelión que esperaba su momento. Hoy ya son 110 días de Resistencia contínua; 110 días de valentía, de sacrificio, de esperanza. También son 110 días de brutal represión, casi 100 venezolanos valiosos asesinados por la dictadura, miles de heridos, cientos de presos solo por ejercer su derecho a la protesta, perseguidos y un largo etcétera. ¿Por qué después de tanto, reaparece el fantasma del «diálogo» que no es más que una miserable negociación?

Simple. El proyecto chavista continuado por 18 años ininterrumpidos entre Chávez y Maduro, han convertido la política en un hecho perverso, que saca de sus actores lo peor, y a lo cual ha sucumbido gran parte de la dirigencia «opositora», cuyo principal negocio lucrativo personal es ser, precisamente «dirigente opositor» y así disfrutar los beneficios que la dictadura permite a sus complacientes.

Eso preocupa, pero no debe paralizar. En estos 110 días de Resistencia, los ciudadanos libres, los ciudadanos de cambio, este pueblo libertario ha demostrado en exceso su Rebeldía, su Desobediencia ante todo lo que amerite nuestra desobediencia y nuestra rebeldía.

No le debemos obediencia a quienes nos han traicionado varias veces, a quienes han arriesgado poco o nada en esta lucha, a quienes «protestan» por la foto y se van. No podemos ser obedientes ni disciplinados, porque así nos quiere la dictadura, esa es la enseñanza de la doctrina militar. Obedientes, disciplinados y paralizados nos quiere el Statu Quo (la dictadura y quienes ayudan a sostenerla).

Nuestra fortaleza, por el contrario, es la conciencia y la organización, una virtud que tenemos como Ciudadanos Libres, Ciudadanos de cambio. La lucha por la Libertad de Venezuela es de todos. Quienes se asuman como dirigentes deben estar a la altura de este momento histórico, o dar un paso al costado y no interferir con nuestro futuro. Sigamos REBELDES, DESOBEDIENTES, INDÓMITOS contra la dictadura, contra todo lo que frene nuestra libertad. Sigamos luchando, organizándonos, preparándonos para ser la Vanguardia. La historia no espera y estamos cerca de la victoria.

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