El 20 de enero de 1970 nacía Bandera Roja con el firme propósito de abrir los caminos a la liberación nacional, a la democracia popular y para sentar las bases del socialismo en nuestro país. Duras han sido estas casi cinco décadas para quienes enarbolamos la bandera de la revolución, pero de nuestra constancia y nuestra perseverancia nadie puede dudar, pues muchos han sido los esfuerzos para hacer realidad una Venezuela próspera, libre, independiente y soberana.

La lucha que por la transformación de Venezuela hemos librado durante 47 años nos encuentra con este desastre, con esta penosa y dramática situación, con esta crisis general que no será superada mientras el país siga gobernado por este liderazgo corrupto, indolente y mentiroso. Responsable —por las erróneas políticas desarrolladas— de la hambruna que azota a la mayoría nacional y del cuadro de penurias y de empobrecimiento general que padece nuestra gente. No hay justificación valedera del daño causado y de ello tendrán que rendir cuentas.

Tampoco podrán evadirse de la responsabilidad de haber bloqueado las salidas pacíficas, constitucionales, electorales y democráticas al suspender indefinidamente el referendo revocatorio presidencial. Al utilizar el diálogo como un táctica engañosa para ganar tiempo y retornar la situación al punto de partida. Al desconocer en la práctica a la Asamblea Nacional, utilizando todo tipo de falsos argumentos legales para dejar sin efecto sus decisiones.

Resalta el desafuero de la representación de Amazonas para anular la mayoría calificada de las dos terceras partes.
La suspensión indefinida de las elecciones regionales, el cercenamiento de los derechos democráticos, la restricción de las libertades públicas, la creciente represión y la constante violación a la Constitución ponen al descubierto el carácter dictatorial del régimen y hacen obligatorios y urgentes la restitución del orden democrático, la elección de un nuevo gobierno, medidas de emergencia para atender la hambruna y la inseguridad, y el inicio de un programa para la reconstrucción nacional.

No es tiempo de lamentos, debemos aprender de los errores, ubicarnos en la realidad concreta y disponernos a construir la victoria. Ahora le toca al pueblo, al protagonismo social a los miles de dirigentes que van surgiendo de las luchas. Allí está la fuerza para producir el cambio político. Para salir de esa pesadilla.

Nuestro llamado es a levantar un movimiento asambleístico nacional, que se estructure para la lucha, que su conciencia, organización y disposición para la acción política lo conviertan en poder de base. Que sea instrumento eficaz para generar la presión popular suficiente para lograr el cambio. Que encarne la #RebeliónDemocrática contra la dictadura. Que se pronuncie en la exigencia sin retardos del referendo revocatorio o la renuncia para abrir paso a la elección inmediata.

Urge en definitiva un nuevo orden en la sociedad venezolana, radicalmente distinto al actual. Quienes militamos en @Bandera_Roja estaremos —como en los 47 años precedentes— en la calle y junto al pueblo, labrando un camino de unidad y de lucha, que promueva el cambio urgente y la construcción de un nuevo poder político, democrático y popular, que construya la verdadera paz: la paz de la dignidad, el bienestar y la democracia de la gente.

 #AhoraLeTocaAlPueblo

Desechemos las ilusiones y preparémonos para la lucha
#AbajoLaDictadura con la #RebeliónDemocrática
#PresiónPopular para rescatar el derecho al voto

Bandera Roja – 2017

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